El presidente de Banco Sabadell, Josep Oliú, ha afirmado este miércoles que "no hay ninguna razón previsible" para retornar el domicilio social de la entidad a Cataluña tras el traslado en octubre a Alicante por la situación política tras el 1-O.
Ha considerado que afectará, en su opinión, a la economía de Cataluña y de España en un impacto difícil de medir. El banquero se ha mostrado esperanzado en que la situación se canalice con una normalización de la situación institucional, y para ello, ha pedido que Cataluña tenga un nuevo gobierno "más pronto que tarde" para volver a la normalidad. Ha señalado que también supone retirar la aplicación del artículo 155 de la Constitución.
Ha considerado que la situación catalana está "empantanada" y ha admitido que en estos momentos no se aprecian efectos negativos en la economía, pero que hay riesgos a medio plazo, sobre todo por inversiones y proyectos que queden cancelados y por una bajada del turismo de alta calidad en Barcelona.
"Nos gustaría que las cosas estuvieran en su sitio, que hubiera una Generalitat, un presidente de la Generalitat, un orden institucional", ha sostenido, reiterando que los empresarios necesitan un marco de seguridad institucional y jurídica.
Traslado de sede
"No tenemos ningún plan de contingencia ni de restitución", ha manifestado Oliú en rueda de prensa previa a la junta de accionistas que se celebrará este jueves en Alicante por primera vez. "Un hecho como el cambio de sede viene motivado por unas causas graves y tendría que haber unas causas muy fundamentadas, que hoy por hoy no se me ocurre pensarlas, para motivar un cambio de domicilio de vuelta", ha argumentado.
Oliú ha asegurado que el banco "ha salido fortalecido" de la decisión tomada para dar seguridad ante la incertidumbre política y ha afirmado que opera con normalidad tras el "shock" del mes de octubre.
El primer ejecutivo de Sabadell ha explicado que la entidad tomó la decisión de trasladar la sede y la ejecutó en 24 horas porque era una situación que tenía "prevista no como probable pero sí como posible" en caso de necesidad desde 2015 ante posibles incertidumbres e inquietudes como consecuencia de la situación política en Cataluña.
"No era una decisión política, sino puramente técnica", ha resaltado, y ha explicado que en 2015 previeron que podía ocurrir una situación de este tipo y se adaptaron los estatutos del banco para poder realizar el cambio de sede social dentro del territorio español sin necesidad de pasar por la junta de accionistas.
Descarta compras en Reino Unido y España
El banquero, que descarta compras en Reino Unido además de en España, ha asegurado que el foco es ejecutar el recién estrenado plan estratégico con el que buscará subir la rentabilidad desde el 7% al 13% en tres años, crecer al 4% la inversión, en depósitos de clientes e ingresos y reducir el coste del riesgo adelgazando la exposición de impagos e inmuebles a un ritmo mínimo de 2.000 millones anual.
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