BBVA se cubre del caso Villarejo en CNMV a las tres semanas de dar el cante a la SEC

  • El banco admite ahora el riesgo de multas en un 'suplemento' al folleto de emisión de renta fija que envió al organismo regulador a finales de junio.
BBVA
BBVA
BBVa

Más vale tarde que nunca pero esta vez al BBVA se le ha parado el reloj más de lo debido. De otra forma no se entiende que la entidad presidida por Carlos Torres haya esperado tres semanas para remitir a la CNMV la información que se hizo pública en los últimos días de agosto y en virtud de la cual se alertaba a la Securities and Exchange Commision (SEC) de Estados Unidos acerca de su imputación judicial en el 'caso Villajero' y la posibilidad de que ello implicase una sanción económica aparte del consiguiente daño reputacional.

Es cierto que el banco salió al quite a mediados de agosto con un primer suplemento al folleto base de la emisión de renta fija por un importe máximo de 20.000 millones de euros efectuada el pasado 27 de junio. En esta última fecha no se había producido la decisión judicial de incluir al BBVA como parte investigada en el célebre proceso de las escuchas ilegales supuestamente contratadas al citado comisario ahora en prisión. De ahí que el 13 de agosto la entidad acudiera a la CNMV para reconocer su peliaguda situación procesal, pero sin ninguna referencia a la posibilidad de una multa millonaria que pudiera afectar a su situación patrimonial.

El reconocimiento de una posible sanción de carácter económico supone un paso decisivo en relación al debate que hasta ahora había presidido la supuesta implicación contractual entre el banco y el grupo empresarial de Villarejo. La única consecuencia admitida por el BBVA se concretaba en los efectos que el escándalo pudiera deparar en detrimento de la imagen de marca y la reputación social corporativa de la entidad, una circunstancia que en todo caso no ha contaminado la valoración económica del BBVA en estos últimos meses de tribulaciones procesales.

La consideración de una eventual multa cambia el panorama de manera radical por cuanto que su materialización efectiva implicaría directamente a los valores fundamentales de la entidad. No extraña que, en prevención de males mayores, y sabiendo cómo se las gasta el regulador bursátil de Wall Street, el banco tuviera a bien informar a la SEC a finales de agosto. Tres semanas después, el BBVA ha hecho lo propio con la CNMV, añadiendo un segundo suplemento al folleto citado de la emisión de renta fija de junio, en cuya versión original el 'caso Villarejo' brillaba por su ausencia.

En la información trasladada ahora a la Comisión de Valores se recuerda que el procedimiento penal se encuentra en una fase incipiente de instrucción y bajo secreto del sumario. Los representantes legales del BBVA están, de hecho, citados a declarar en la Audiencia Nacional el próximo 10 de octubre, una fecha que puede resultar clave para determinar las implicaciones futuras del proceso para la segunda entidad financiera española. El banco ha reiterado su colaboración "proactiva" con las autoridades judiciales y ha señalado que la investigación forensic encargada a la consultora PwC todavía está en curso.

Consejeros y directivos de ayer y hoy también imputados

El BBVA está acusado de unos presuntos hechos constitutivos de delitos de cohecho, descubrimiento y revelación de secretos y corrupción en los negocios. Además de la entidad como persona jurídica también están imputados en la causa una serie de consejeros, directivos y empleados, tanto actuales como de la etapa presidencial de Francisco González, entre los que destacan el exconsejero delegado, Ángel Cano, y el que fuera director de Seguridad, Julio Corrochano.

Ante el cúmulo de acontecimientos el presidente de la CNMV, Sebastián Albella, no ha tenido por menos que salir al paso en su intervención de este miércoles en el Congreso de los Diputados. El máximo responsable del regulador bursátil apeló al levantamiento del secreto del sumario como punto de inflexión para que la CNMV estudie la adopción de acciones legales. No hay que olvidar que entre los damnificados de las escuchas del comisario Villarejo figuran altos cargos del propio organismo supervisor de la etapa presidencial de Manuel Conthe, una persona con gran ascendente en la CNMV y que mantiene una exquisita relación profesional con el propio Sebastián Albella.

Mostrar comentarios