El BCE empuja a la banca para empezar a cobrar a los clientes por los depósitos

  • Fráncfort rebaja en 10 puntos básicos el tipo de facilidad de depósito, aunque alivia el golpe con un sistema de compensación de los tipos negativos.
Mario Draghi, presidente del BCE.
Mario Draghi, presidente del BCE.
EFE

El Banco Central Europeo (BCE), de la mano de su presidente Mario Draghi, acaba de retar a las entidades financieras a que se empiecen a plantearse seriamente cobrar por guardar el dinero de clientes particulares, una práctica que la banca española lleva aplicando al menos desde el pasado mes de enero para los depósitos de empresas, como demostró la última actualización de las estadísticas del Banco de España.

En su reunión de política monetaria correspondiente al mes de septiembre, la institución con sede en la ciudad alemana de Fráncfort cumplió con los pronósticos y anunció una nueva rebaja de 10 puntos básicos en el tipo de facilidad de depósito, que ahora se sitúa en el -0,5%, lo que significa que las entidades financieras de la zona euro tienen que pagar una tasa del 0,5% por tener aparcadas sus reservas de liquidez en el banco central.

Según el balance de las entidades a junio de 2018, la rebaja en los tipos de interés hubiera supuesto un quebranto de 100 millones de euros a los bancos españoles (con el tipo de facilidad de depósito en el -0,4% las entidades abonaban unos 400 millones de euros cada ejercicio al BCE). No obstante, para aliviar el golpe, Draghi ha implantado un sistema de compensación a los tipos negativos que empezará a funcionar el próximo 30 de octubre y que permite a la banca no pagar por una parte de su exceso de liquidez.

Bajo este sistema de compensación, las entidades no deberán pagar al BCE hasta que sus reservas depositadas en el banco central superen en seis veces el mínimo regulatorio que tienen que mantener en el banco central. Estos mínimos regulatorios difieren en cada entidad y no son públicos, pero desde algunas entidades financieras explican que el sistema compensa, por ahora, el coste de la bajada de tipos.

El problema es que a finales de 2018 y comienzos de 2019 se tenía la esperanza de que con el nuevo ejercicio pudiera llegar la primera subida de tipos en casi una década, por lo que las entidades ya veían la luz al final del túnel. Sin embargo, el enfriamiento de la economía ha obligado al BCE a aplicar nuevos estímulos, prolongando todavía más un entorno de tipos de interés en mínimos históricos que lastra cada vez en mayor medida los ya deprimidos márgenes de la banca.

Se acaban las vías alternativas de ingresos

El sector cada vez lo tiene más difícil para encontrar vías alternativas de ingresos y ante esta tesitura algunos bancos, como Banco Sabadell, ya han abierto la puerta a cobrar por los depósitos de clientes particulares. Está por saber si las entidades españolas pondrán en marcha esta práctica de forma generalizada. Con hacerlo, o al menos llevando a cero la exigua remuneración actual del dinero de las familias, compensarían los costes de aparcar su exceso de liquidez en el BCE.

Y es que remunerar al 0,03% (según datos del Banco de España) los depósitos de las familias cuesta actualmente a la banca entre 350 y 400 millones de euros anuales, un gasto financiero que, en cualquier caso, se compensa con el 0,09% que cobran a las empresas por tener en custodia sus fondos. Por ahora, los principales bancos españoles, consultados por este medio, descartan gravar los depósitos de sus clientes particulares.

"Debemos reflexionar sobre el negocio"

José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia, advirtió ayer por la tarde, no obstante, que la banca europea debería reflexionar sobre su modelo de negocio en el actual entorno de tipos. "Obviamente, los gestores bancarios deben reaccionar ante esta situación, dentro de los márgenes de actuación que tienen, y una de las palancas clave está sin duda en la tecnología", dijo el dirigente.

Sea como fuere, en algunos países como Suiza los bancos ya cobran por los depósitos de clientes minoristas. La probabilidad de que ocurra en españa es baja, tal y como señaló a finales de julio el consejero delegado de Banco Sabadell, Jaime Guardiola, aunque el directivo advirtió que en un momento de cambio como el actual se puede contemplar "cualquier tipo de paradigma".

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