Cabify tilda de "ilegal" el decreto catalán y advierte de que supondrá su expulsión

  • La compañía tecnológica exige al Ministerio de Fomento que retome las competencias para tratar de regular de nuevo en el sector.
El CEO de Cabify en la presentación de hoy
El CEO de Cabify en la presentación de hoy
L.I.

Cabify sale a escena en plena huelga del taxi en Madrid y Barcelona. La compañía ha tildado al decreto ley propuesto por la Generalitat de "ilegal" pues implica una restricción para la prestación libre de servicios. Y advierte: la puesta en marcha de la precontratación con un periodo mínimo de hasta una hora implicará "su expulsión" del mercado, aunque la salida aún no está decidida definitivamente.

"Cualquier restricción a la libre prestación de servicios sin estar justificada por el interés común es ilegal y así se ha pronunciado la CNMC y la Autoridad Catalana de la Competencia", ha advertido el consejero delegado y fundador de la compañía, Juan de Antonio, durante una comparecencia ante los medios de comunicación este mediodía en Madrid.

Sobre su posible salida del mercado catalán, De Antonio ha insistido en que de aprobarse las medidas que ha propuesto el Govern catalán al sector del taxi "significa la expulsión". Se juega una parte significativa de su negocio, pues Barcelona es la segunda ciudad más importante en términos de ingresos para el grupo en toda España. Ésta ya representa el 25% de todo el volumen de negocio global, incluyendo los países en Latinoamérica.

¿Por qué supone la expulsión? Ha puesto cifras: el 96% de todos los trayectos que se contratan en su plataforma son trayectos que el cliente lo solicita para que vengan a recogerle "lo antes posible". Así, la compañía no ha querido adelantar ninguna medida legal, aunque advierte de que la patronal estima en 4.000 millones de euros las indemnizaciones posibles.

Una propuesta de servicio para taxistas

En esta misma comparecencia, De Antonio ha anunciado la puesta en marcha de un servicio de reservas de taxis en su plataforma en España. La compañía inicia un proyecto piloto en el primer semestre de este año para conseguirlo a través de su segunda marca Easy Taxi.

De Antonio ha confirmado que se han mantenido algunas conversaciones con varios grupos del taxi para lograr su respaldo, aunque aún no ha tenido éxito. Este ofrecimiento llega en plena huelga del taxi y después de que su competidor Uber pusiera sobre la mesa una medida similar.

Un fondo de compensación de hasta 1.000 millones

Al margen de este proyecto, Cabify ha revelado que durante las negociaciones con las administraciones pusieron sobre la mesa la creación de un fondo de transición para recomprar las licencias del taxi y así "dar tranquilidad al sector" ante la más que evidente pérdida de valor con el incremento de la competencia. Se trata de una petición que ya puso sobre la mesa la Federación del Taxi (Fedetaxi) hace varios años. Sin embargo, no fue aceptado por la administración.

De Antonio ha precisado que Cabify podría alimentar con 400 millones de euros al año ese fondo (a razón de 5 céntimos de euro por cada kilómetro recorrido por todos sus coches). ¿Y si se sumaran el resto de operadores? Hasta 1.000 millones. Estos se podrían destinar a la recompra de los permisos.

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