A partir de julio

Carrefour adopta el modelo Mercadona para internalizar el servicio de limpieza 

La patronal del sector denuncia que la cadena de supermercados podría despedir a 1.300 empleados subcontratados, como una medida de higiene extra ante el Covid.

Supermercados Carrefour
Carrefour adopta el modelo Mercadona e internaliza la limpieza de sus centros.
EFE

Una de las grandes preocupaciones de los supermercados durante la crisis del coronavirus ha sido la limpieza: desde guantes desechables a desinfección continua de carritos y estantes, la higiene se ha convertido en una prioridad en el sector. Por eso, algunas cadenas han empezado a plantearse internalizar sus servicios de limpieza, siguiendo el modelo que lleva aplicando en sus establecimientos Mercadona desde hace años. Es el caso de Carrefour, que esta semana ha empezado a prescindir de parte de los empleados subcontratados para asumir con su propia plantilla la higiene de sus 170 centros en España.

En concreto, Carrefour se deshará a partir del 1 de julio de tres de sus empresas asociadas de los centros de Cartaya, Lérida, Villanueva de la Serena, Huesca, Sa Coma, Son Cotoner, Santa Pola, Lalín, Manzanares y Jaca, tal y como denuncia la Asociación Profesional de Empresas de Limpieza (Aspel). "Precisamente, en estos establecimientos se ha suprimido el servicio debido a una decisión de la propia empresa alimentaria y, en consecuencia, comenzarán los despidos de 50 trabajadores", asegura su presidente, Juan Díez de los Ríos

En este sentido, la razón ulterior que subyace detrás de la decisión podría ser económica. "Esta expulsión se debe a que las propias empresas del sector que venían prestando el servicio a Carrefour, no han aceptado reducir el coste del servicio en un 35%, como venía reclamando la compañía", apunta Díez de los Ríos, quien considera que esta reducción de costes no es asumible por ninguna empresa del sector de la limpieza, por lo que, en la práctica, la idea de Carrefour es desprenderse de cualquier subcontrata para asumir esta tarea desde la propia plantilla.

"En ningún caso esta expulsión se debe a un cese de actividad por parte de nuestras empresas, sino a una decisión que ha tomado Carrefour de internalizar el servicio de limpieza en beneficio propio", zanja Díez de los Ríos. Con respecto a los trabajadores, alerta de que si sigue este procedimiento de asumir las tareas de limpieza en los 170 centros "se verán perjudicados un total de 1.300 empleados ya que existe un vacío legal en la legislación laboral en relación a la subrogación de plantillas cuando el servicio pasa de estar externalizado a asumirse de manera interna".

Sin personal específico para la limpieza

En este contexto, la patronal de limpieza advierte del peligro que puede suponer traspasar el trabajo de las personas limpiadoras para los propios empleados de Carrefour sin experiencia en estas tareas (cajeros, reponedores, auxiliares) y "más aún en un momento en el que la salud pública y la seguridad de todos está en el punto de mira debido al Covid-19". Por eso, Aspel critica que la cadena de supermercados "carece de personal propio que tenga la condición de limpiador y, por tanto, a su juicio, no podrán asumir la realización de dicho servicio con su personal actual, en su mayoría profesionales del sector de hipermercados".

Por el momento, Carrefour, que no ha querido comentar esta noticia con 'La Información'no ha empezado a ofertar ningún puesto específico para el servicio de limpieza, de lo que se infiere que en principio tirará de la plantilla disponible para cubrir esos 50 primeros puestos disponibles en las tareas de higienización de los centros de Cartaya, Lérida, Villanueva de la Serena, Huesca, Sa Coma, Son Cotoner, Santa Pola, Lalín, Manzanares y Jaca. Tampoco hay vacantes a la vista para el resto de los 1.300 empleados que conforman los servicios de limpieza subcontratados actualmente por la empresa.

En el caso de Mercadona, de cara a este verano ha decidido reforzar su personal de limpieza -entre otros-, a quienes se ofrece un sueldo mensual bruto de 1.338 euros. Se trata de puestos de carácter temporal, con los que hacer frente a la campaña estival a la espera de que el sector de la alimentación se estabilice poco a poco en la nueva normalidad. Los próximos retos de la cadena de Juan Roig pasan por impulsar el negocio online de la compañía, ante la explosión del e-commerce durante la cuarentena.

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