'Road show' de Cebrián: viaja a Qatar para levantar los fondos de la ampliación

  • Busca garantizarse el respaldo de Amber Capital y el catarí Khalid Al Thani, dos de los accionistas de referencia de la editora de ‘El País’.
Juan Luis Cebrián ganó más de dos millones de euros en 2013
Juan Luis Cebrián ganó más de dos millones de euros en 2013

Una carrera contrarreloj para garantizar que, al menos, todos los accionistas actuales de Prisa acudan a la ampliación de capital con la que persigue dar aire al balance del grupo de medios de comunicación. Más aún cuando crecen las dudas entre los bancos aseguradores y la Comision Nacional del Mercado de Valores (CNMV) sobre su respaldo.

Para conseguir esos compromisos, el presidente del grupo, Juan Luis Cebrián, se ha lanzado en los últimos días a un 'road show' con el que convencer a esos accionistas de referencia, según indican fuentes conocedoras del proceso. Primero, el pasado viernes, acudió a Londres para reunirse con representantes del fondo Amber Capital. Se trata del primer accionista del grupo Prisa, con más del 19% del capital.

Amber ha sido uno de los críticos internos a la gestión de Cebrián, aunque es proclive a acudir a la ampliación, siempre que en la próxima junta de accionistas (prevista para el 15 de noviembre) se trate el plan de sucesión del directivo. Este ya ha abierto la puerta a su relevo, después del fallido intento de relevarlo por Javier Monzón, pero siempre que salga adelante la ampliación de capital y a cambio de un nuevo bonus por conseguirla.

Tras Londres, Qatar. El presidente del grupo editor de 'El País' estuvo el fin de semana en el pequeño país árabe, según las citadas fuentes, para convencer de que ponga toda la carne en el asador al inversor y accionista de Prisa Khalid Thani A. Al Thani. Actualmente controla el 8,1% del accionariado de Prisa y aún no se ha pronunciado sobre la ampliación, que está valorada en 450 millones de euros. A ellos se suman otros 100 millones más, que Prisa conseguirá mediante compensación de créditos.

Cebrián quiere garantizarse así que accionistas de referencia clave apoyan la operación, dado que, según indicó la propia compañía a la CNMV, sus primeras consultas sólo le permitieron asegurar un respaldo inferior al 50%. "Los compromisos firmes y las muestras de interés recibidos de accionistas actuales para la suscripción de la ampliación de capital dineraria con derechos de suscripción preferente referida en el mismo representan, a fecha de hoy, un porcentaje del 48,4% del capital social actual de la sociedad", indicó a la CNMV.

Además de Amber Capital, han mostrado su interés en garantizar esta inyección de fondos el grupo mexicano Herradura (controlado por la familia Alcántara), que controla el 8,9% del capital de Prisa; el Banco Santander (que supera el 4,1% del capital), y la familia Polanco. Los fundadores de Prisa aún controlan el 17,5% de Prisa y su intención es acudir a la ampliación, siempre que consigan la financiación necesaria. La ampliación, sin que haya habido relevo de Cebrián por Monzón, también ha dejado en el aire la entrada en esta operación de nuevos inversores con los que garantizar 'la españolidad' del grupo

Dudas por el precio

Además, las dudas sobre el éxito de esta operación tienen que ver con el precio de emisión, que se fijó en 1,2 euros siguiendo los análisis realizados por la firma GBS Finanzas, sobre la base de un nivel de cotización de entre 3 y 3,3 euros por título. También tiene en cuenta que el nuevo nominal se situará en 0,94 euros, ya que Prisa tiene que realizar varias reducciones de capital antes de la ampliación.

Sus acciones cerraron la sesión del miércoles a 2,62 euros, con lo que el TERP (media entre la cotización de referencia en bolsa y el precio de emisión de nuevas acciones) roza los 1,2 euros del precio de emisión.

Desde que se inició la ampliación, las acciones de Prisa han entrado en una espiral descendente en bolsa. El 13 de octubre, los títulos del grupo estaban en 3,47 euros, con lo que acumulan en casi dos semanas un retroceso del 24%.

Sacar adelante esta inyección de fondos es clave para la viabilidad del grupo porque, a la espera de los datos al cierre de septiembre, la deuda de Prisa superaba los 1.500 millones, de los que 1.000 le vencen el próximo año. Además, necesita concluir las desinversiones pendientes, sobre todo la de Media Capital. En julio, Prisa pactó la venta de su negocio portugués a la francesa Altice por 440 millones de euros, pero aún no ha logrado cerrarla porque está a la espera del visto bueno de las autoridades portuguesas. Si no lo consigue, su escenario se complicaría aún más.

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