Paros a la vista

El sector cerámico reactiva los ERTE por el descontrol en el precio del gas ruso

La dependencia del gas tiene en vilo a cerca de 20.000 trabajadores, la mayoría concentrados en Castellón. Las patronales han pedido ya una reunión con la vicepresidenta Teresa Ribera. 

Exteriores de una fábrica del grupo Pamesa.
Exteriores de una fábrica del grupo Pamesa.
Agencia EFE

La invasión de Rusia sobre Ucrania no da un respiro a las empresas españolas. El alza de las materias primas está golpeando con especial contundencia al sector cerámico y azulejero que, a diferencia de la gran mayoría de compañías, son intensivas en gas y no están lastradas con el precio de la luz. Esa circunstancia le deja fuera del paquete de medidas que prepara Bruselas para el pool energético y obliga a las compañías a revisar sus niveles de producción. Los próximos pasos, de acuerdo a las fuentes del sector, es frenar el ritmo de actividad y reactivar los Expedientes de Regulación de Empleo (ERTE) con mayor intensidad, incluso, que durante la crisis del coronavirus.

Un portavoz de Ascer, la patronal que engloba a empresas como Keraben, Porcelanosa o Grupo Pamesa, explica a La Información que hasta el momento el problema es de precio. El gas natural, que no tiene sustitutivo el proceso de producción de la cerámica, alcanzó este lunes los 116 euros/MWh durante el día en el Title Transfer Facility (TTF) holandés, la referencia en Europa. Se trata de un incremento tan importante que echa por tierra la mejora de las cifras de venta en un 20% que el sector ha registrado en el último año.

"El 90% de nuestras empresas produjeron a pérdidas", añade Manuel Breva, secretario general de Anffecc, organización principal de los fabricantes de fritas, esmaltes y colores cerámicos como Esmalglass, adquirida recientemente por el fondo Carlyle. Breva explica que a sus asociados no les queda más salida que rebajar los ritmos de producción. Su asociación ha solicitado ya una reunión con la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Energética, Teresa Ribera

Las fuentes consultadas inciden en que la situación actual empuja a las empresas del sector cerámico a explorar e incluso poder reactivar los Expedientes Temporales de Regulación de Empleo (ERTE). Es un extremo que ya se cumple en otras industrias y grandes empresas. Un ejemplo claro y recién es el de la empresa de acero inoxidable Acerinox. También otras como Roca, Valeo y General Mills se han visto abocadas a este tipo de medidas.

La exposición al conflicto bélico es clara. Las fuentes consultadas explican que Ucrania es el principal origen desde donde el sector se aprovisiona de arcilla blanca para fabricación, básicamente, de gres porcelánico. Para más inri, la zona extractiva en Ucrania se ubica en la región de Donbass, concretamente en la provincia de Donetsk, zona roja del conflicto. "Las minas están paradas y los puertos bloqueados actualmente", especifican. 

No obstante, la alarma por la posible falta de suministros en el futuro es menos importante. Pese a que las empresas cerámicas y azulejeras sufren una gran dependencia de otros materiales como la arcilla, que llega en buena parte desde Ucrania, las voces del sector se mantienen cautas y explican que el nivel de aprovisionamientos da para resistir entre tres y cinco meses. En cifras, la arcilla que llega desde el país atacado representa el 70% del total de las importadas (1,5 millones de toneladas en 2021). Las alternativas ahora pasan por reducir su dependencia a través de otros mercados, como Portugal, Reino Unido y Turquía.

Castellón, la provincia más expuesta

El problema es más regional que nacional, pues la mayoría de estas empresas se concentran en la Comunidad Valenciana, concretamente en la provincia de Castellón. Para hacerse una idea, dicen, basta con ver que la mitad del consumo de gas de la comunidad autónoma -equivalente al 7% de toda España- proviene de este tipo de empresas. 

El problema arrecia. Fernando Roig, presidente de Grupo Pamesa, ya alertó de la escalada de costes el pasado mes de noviembre, cuando el conflicto geopolítico todavía estaba latente. El empresario, presidente también del Villareal CF, reconoció que no había tenido otra salida que subir los precios en un 20%. “Si no le ponemos solución, vamos a ir a muchísimo peor”, avisó. 

Ante el miedo a que el problema se cronifique y se traduzca en destrucción de puestos de trabajo, las formaciones políticas ya se han posicionado. Desde el PP de Castellón inciden en que "el problema hoy no es la guerra de Ucrania, que lógicamente ha agravado la situación energética y los costes", sino que la situación actual "es el resultado de las lesivas políticas del PSOE". El presidente Ximo Puig, por su parte, anunció nuevas líneas de crédito a través del IVF, una suerte de fondo SEPI autonómico, para apoyar a las empresas afectadas por las tensiones geopolíticas.

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