Nuevo revés para Ant Group, empresa china matriz de Alipay y controlada por Jack Ma, fundador de Alibaba. El Gobierno chino investiga sus inversiones en diferentes empresas, especialmente de carácter tecnológico, en un paso más por contener el cada vez mayor peso del gigante en la industria del país.
Según avanza Reuters, los reguladores del país se estarían planteando que Ant Group vendiera alguna de sus participaciones bajo sospecha, en particular en 'startups' y empresas 'fintech', si finalmente se concluye que su posición infringe la normativa sobre la competencia.
Esta desinversión forzada, que se realizaría sobre aquellas participaciones que son prescindibles para su negocio, supondrían, sin embargo, una drástica reducción de la influencia de la compañía en el mercado 'fintech', en la actualidad cuenta con más de 1.000 millones de usuarios activos a través de su aplicación.
No es la primera actuación del Gobierno que dirige Xi Jinping para contener el poder de influencia de Ant Group. A principios de noviembre, el regulador chino paralizó la salida a bolsa de Ant Group, la que iba a ser la mayor OPV de la historia hasta la fecha (esperaba recaudar unos 270.000 millones de euros en su debut).
El motivo de esa paralización se debía también al excesivo peso, según los reguladores, de la empresa en el sector. El objetivo, señalaron era que la mayor plataforma de pagos digitales del mundo, esté sometida a la misma regulación de capital y de apalancamiento que la banca del país asiático. Una decisión que se hizo pública poco después de que el propio Jack Ma Ma tachase las normativas financieras chinas de obsoletas y demasiado reacias a tomar riesgos.
Investigaciones antimonopolio sobre Alibaba
La 'ofensiva' de los reguladores chinos no se centran en la filial 'fintech' de Alibaba, sino que abarca a todo el grupo. Hace unos días se anunció también la investigación sobre Alibaba por posibles prácticas monopolísticas. Esa investigación se centra en una supuesta "conducta monopolística" por incluir acuerdos de negocio exclusivo, como intentar forzar a los mayoristas a elegir una sola plataforma entre dos competidores.
Además, a ello se suma una reciente multa por esquivar los procedimientos antimonopolísticos del país asiático. Embarcado en su campaña de disminución de riesgos en el sector financiero, Pekín parece decidido a poner fin a años de poca regulación para las grandes tecnológicas, en auge en ese tipo de negocio en los últimos años.
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