Antes de 2025

Coca Cola invierte 180 millones para adaptar sus botellas a la norma europea

Juan José Litrán, Iberia Packaging Office Director de la compañía, explica el plan a tres años vista en materia de ecodiseño y sostenibilidad.

Botellas de Coca-Cola.
Coca Cola invertirá 180 millones para adaptar sus botellas a la norma de la UE.
Coca-Cola España

La crisis del coronavirus solo ha supuesto una leve pausa en los compromisos ambientales de las grandes empresas, incluidos los grandes distribuidores y la alimentación: aunque el plástico ha resurgido como un actor clave contra la Covid durante el estado de alarma, supermercados y productores no se olvidan de la directiva europea aprobada en 2018 y que establece criterios medioambientales mucho más estrictos, empezando por abolir las bolsas de plástico en 2021. Por eso, compañías globales como Coca-Cola aceleran el paso para anticiparse a esa 'nueva normalidad' del reciclaje. Por el momento, solo para adaptar sus botellas, el fabricante de bebidas invertirá 180 millones de euros desde 2019 y hasta 2021 en Europa Occidental.

Así lo desvela a 'La Información' Juan José Litrán, Iberia Packaging Office Director de la compañía, que señala también que el objetivo es reducir la presencia de materiales no reciclables, en el marco del plan de economía circular de los últimos años: "En materia de envases, en Coca-Cola tenemos muy claro que estamos ante una situación que es necesario cambiar y queremos ser parte de la solución. Por eso llevamos ya años trabajando para lograrlo. Conscientes del impacto que suponen los envases a nivel ambiental trabajamos de manera continua en la innovación de envases para que sean cada vez más sostenibles y reducir así su huella ambiental".

La directiva europea de 2018 sobre gestión y reciclado de residuos se divide en dos grandes bloques: el primero, referido directamente a la gestión de residuos municipales; el segundo, por su parte, incide sobre el reciclaje de los envases, cuya responsabilidad corresponde tanto a las autoridades competentes (estatales, regionales o locales) como al productor del residuo. En este sentido, la normativa lo explicita del siguiente modo: "Los fabricantes de productos incluidos en estos regímenes deben asumir la responsabilidad de la gestión de la fase de residuo de sus productos".

Y marca unos plazos muy concretos: de cara a 2025, el 65% de todos los envases deben ser reciclados (el 50%, en el caso del plástico, y el 70% de los vidrios), mientras que para 2030 este porcentaje se extenderá hasta el 70% en general (al 55% en plásticos y al 75% en vidrios). Un objetivo ambicioso que requiere que todas las partes implicadas remen en la misma dirección. "Se trata de innovar en materiales, procesos de fabricación y gestión de residuos, introducir cada vez más contenido reciclado en los envases impulsando así la economía circular", explica Litrán, en referencia al modelo sostenible que defiende la UE.

Un departamento específico y proyectos paralelos

El objetivo también pasa por "hacerlos cada vez más ligeros para consumir menos recursos, sin comprometer la seguridad del producto". En este sentido, un caso extremo es el de la primera botella de papel biológica y reciclable del mundo, en desarrollo desde el año pasado por la startup Paboco Pioneer Community y en la que participa también Coca-Cola: utilizará papel 100% reciclable para desarrollar resistencia y estructura en el envase, mientras que la clave es la creación de una barrera única para cada producto (para evitar que se moje y se rompa el papel), lo que permitirá reciclar la botella separando el papel y dicha barrera.

Pero, al margen de proyectos paralelos o de aceleración de startups, la apuesta de Coca-Cola por la sostenibilidad es tan firme que recientemente ha creado la Packaging Office, una unidad "cuyo objetivo es impulsar este compromiso, trabajando de modo transversal con todos los stakeholders internos y externos con una visión global. Esta oficina cuenta con una inversión de 180 millones de euros en Europa Occidental durante los próximos tres años, para alcanzar nuestros compromisos en materia de innovación y ecodiseño", tal y como apunta Litrán.

Estas oficinas centran su trabajo en impulsar el reciclado y la reutilización, "invirtiendo en el progreso de la reciclabilidad de los envases, en ecodiseño y eco innovación. Todo ello, con una visión de futuro a medio y largo plazo, y una actividad alineada con las tendencias que nos marcan los consumidores.; un consumidor que está mucho más concienciado, que exige no solo productos y servicios cada vez mejores y más saludables, sino también que estos sean sostenibles y contribuyan al cuidado del medio ambiente", concluye.

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