Pese al deterioro de la calidad y el aumento de la mora

El G20 estima la urgencia a toda costa de crédito bancario ante la recesión mundial

  • Un informe del Consejo de Estabilidad Financiera (FSB) señala las diferencias entre la crisis de 2008 y la situación actual.
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El Consejo de Estabilidad Financiera (FSB por sus siglas en inglés), organismo creado tras la crisis de 2008 para promover la coordinación de las autoridades financieras nacionales y los organismos internacionales, alerta en un informe dirigido al G20 de una "recesión mundial que parece inminente" y que dará al traste con la calidad del crédito a nivel global. En este sentido, señala que vigilará de cerca varios puntos clave de los sistemas financieros para evitar daños mayores como consecuencia de la crisis del coronavirus y en concreto, sitúa como uno de los desafíos más destacados, la necesidad de canalizar fondos a la economía real. 

En este sentido, el organismo que preside Randal K. Quarles, Gobernador de la Reserva Federal de Estados Unidos, advierte de la necesidad de mantener el crédito en medio del deterioro de su calidad y el aumento de la morosidad que se espera como consecuencia de esta crisis de la que aún no se conocen la duración ni las consecuencias. Para ello, el informe enviado a los miembros del G20 señala que conseguir este objetivo "puede requerir una mayor acción gubernamental". 

La capacidad de resistencia construida durante la última década, desde que se superó la crisis de 2008, ha permitido al sector bancario aumentar sus niveles de capital y prepararse para un momento como este. En concreto, y según los últimos datos hechos públicos por el Banco de España, la banca de nuestro país se encuentra en el mejor momento de la historia en cuanto a niveles de liquidez y solvencia, con más de 121.000 millones de euros en reservas en el Banco Central Europeo (BCE).

La buena posición del sector financiero internacional en este momento permite, según el FSB "satisfacer la demanda de las empresas" con las líneas de crédito existentes. Pese a ello, el organismo internacional recuerda que las tensiones han crecido debido a la crisis del Covid-19 que está atravesando la mayor parte del mundo y que es necesario arrimar el hombro para mantener el flujo de liquidez y que llegue a la economía real como se está haciendo con ciertas líneas de financiación con garantías públicas. 

Para poder apoyar esta actividad es muy importante, en palabras del este organismo que aúna a bancos centrales, supervisores y departamentos del tesoro de varios países, la continua capacidad de los bancos para recaudar fondos y la voluntad de proporcionar crédito. Todo ello dependerá, a su vez, de las percepciones del mercado sobre su propia solvencia y la de sus prestatarios, algo que parece va a empeorar en los próximos meses. 

Más allá de los bancos, y de manera similar, el informe que ahora está siendo estimado por el G20 también habla del importante papel que en este momento deben jugar los intermediarios financieros no bancarios -es decir, seguros, fondos de pensiones o de inversión- para seguir prestando a la economía real o llevar a cabo la intermediación en los mercados de crédito. En este sentido, señala la dificultad a la hora de recaudar fondos o redirigirlos a mercados afectados por el Covid-19, especialmente en casos de prestatarios de mayor riesgo, como son los bonos de alto rendimiento o los préstamos apalancados.

Por todo ello, FSB advierte de que a medida en que la oferta de crédito por parte de ciertas entidades no bancarias se estrecha, la capacidad de los bancos para actuar como 'neumático de repuesto' se convierte en algo crítico. Del mismo modo, también señala como puntos clave de los sistemas financieros que están bajo su vigilancia la capadidad para obtener financiación en dólares americanos -ya que las salidas de capital de mercados emergentes a finales de marzo han sido mucho mayores que durante 2008 o incluso en 2013-, la capacidad de los intermediarios para gestionar el riesgo de liquidez y la de los diferentes actores del mercado para gestionar el crédito. 

Diferencias con la crisis de 2008

Sea como fuere, este organismo internacional tiene claro que la crisis derivada del coronavirus -apodada por el FMI como 'El Gran Encierro'- no se parecerá a la vivida en 2008. De acuerdo con el informe enviado este miércoles a los miembros del G20, el sistema financiero cuenta con mejores condiciones y más resistencia que entonces, debido principalmente a las múltiples reformas que se llevaron a cabo tras la última gran crisis. 

En concreto, FSB señala que los grandes bancos están mejor capitalizados, menos apalancados, y con más liquidez y se han mantenido resistentes pese a la tensión. Los mercados de derivados extrabursátiles (OTC) -como los swaps- son más simples y más transparentes que lo eran entonces, ya que se ha desarrollado una nueva regulación. Los fondos de pensiones y de inversión, así como el resto de la intermediación financiera no bancaria, han crecido, diversificando las fuentes de capital y reduciendo las financiaciones estructurales que llevaron a altos riesgos en 2008. 

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