El CSN levanta ampollas por recordar el accidente nuclear más grave en España

Central nuclear de Vandellós (Tarragona) propiedad de Endesa e Iberdrola.
Central nuclear de Vandellós (Tarragona) propiedad de Endesa e Iberdrola.
EFE

El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), renovado en marzo, tiene previsto celebrar el 25 de octubre una jornada institucional con el título "30 años del accidente de Vandellós I: Las lecciones aprendidas en el CSN”. Hasta aquí todo parece normal. Pero solo lo parece. La convocatoria ha provocado un fuerte malestar en el sector eléctrico. Resurgen todos los recelos que provocó la renovación en marzo del CSN y la pérdida de mayoría del PP -pronuclear-, hasta el punto de interpretar la jornada como un intento de desprestigiar la energía nuclear desde el organismo.

Oficialmente, Endesa, heredera de las empresas que levantaron  Vandellós I, y propietaria junto con Iberdrola de Vandellós II, no hace comentarios sobre el acto del CSN. Pero el malestar en el sector existe. El CSN, por su parte, recuerda que el organismo celebró actos similares a los 10 y a los 20 años del accidente de Vandellós I. Y recientemente, junto con la OIEA, dedicó una jornada a analizar el accidente de Fukushima

La jornada institucional se centra en un día negro para la historia de la energía nuclear en España, el 19 de octubre de 1989. Ese día todo lo que podía salir mal, salió peor. Hubo un incendio en la central de Vandellós I (Tarragona) a la que se sumó una inundación. Todo derivó en el accidente más importante ocurrido en una central nuclear española. Fue clasificado con nivel tres en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares y Radiológicos (Escala INES). El nivel tres -hay siete en la escala- significa que el incidente fue grave.

Las lecciones aprendidas

La reunión convocada por el CSN tiene por objetivo "recordar la secuencia del accidente y las lecciones aprendidas, tras las cuales se plantearon mejoras en materia de seguridad nuclear y radiológica para el parque nuclear español" coincidiendo con el trigésimo aniversario del accidente. El acto, que abrirá y presentará el nuevo presidente Josep María Serena i Sender, contará con la participación, entre otros, del director técnico de Seguridad Nuclear del CSN en funciones, Rafael Cid, y de la exdirectora técnica de Seguridad Nuclear del CSN (de 2004 a 2013), Isabel Mellado.

En la jornada está previsto también la proyección de un documental de 20 minutos sobre el accidente de 1989, lo que ha provocado más malestar si cabe en en el sector. El accidente de Vandellós I provocó una noche de angustia en Vandellòs. Según se expuso en el juicio que se celebró en 2000, el entonces gobernador civil y responsable de activar el plan de emergencia en el territorio, Ramón Sánchez, no pudo contrastar de manera fidedigna el alcance real del incidente hasta pasadas las 4 de la madrugada. 

De todo ello se obtuvieron lecciones valiosas que el CSN considera de utilidad compartir. Pero donde el Consejo ve una oportunidad, otros ven simplemente la confirmación de que el nuevo Consejo, al que se incorporó un experto como Francisco Castejón (Unidas Podemos), declarado antinuclear, va más allá de lo que marcan sus estatutos.

En cualquier caso, la polémica prorroga la batalla que acompañó la renovación del organismo en el mes de marzo, con una abierta oposición por parte del PP y las críticas, más o menos soterradas, de las empresas del sector eléctrico, que entonces negociaban con el Gobierno el calendario de cierre de las instalaciones nucleares.

Con el Gobierno en funciones e importantes decisiones pendientes, el CSN ha mantenido un perfil bajo desde su renovación. Pero eso no quiere decir que haya habido paz continuada en el organismo. El PP, que recurrió el cambio de consejeros ante el Supremo, fue al choque en septiembre pasado, con el primer asunto sensible que cayó en manos del supervisor.

El único consejero popular del organismo tras la renovación, Javier Dies, se opuso a la decisión de la mayoría de revertir los cambios que relajaron los procedimientos de control de fallos en las centrales en el año 2015, bajo la presidencia de Fernando Marti (PP). Todo a pesar de que la Comisión de Energía del Congreso había aprobado en junio de 2018 una resolución que instaba al CSN a revertir aquel cambio de criterio.

Finalmente, la nueva mayoría del CSN aprobó cumplir con la resolución del Congreso y primar la clasificación habitual y más objetiva de los incidentes, denominada escala INES. Fue un regreso a la normalidad que se había quebrado en 2015 cuando el consejo del CSN, controlado entonces por Martí relajó los criterios. Aquella batalla acabó, pero la guerra continúa.

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