Deliveroo y Glovo exigen el 'autónomo digital' ante el aluvión de inspecciones

  • La española habla de "persecución" a las plataformas y la británica reconoce que no sería viable un modelo con los 'riders' en plantilla.
Glovo
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EFE

Son una de las obsesiones de la Inspección de Trabajo y en estos dos últimos años se han levantado varias actas en las principales ciudades españolas. Ante este escenario, Deliveroo y Glovo reclaman al nuevo Gobierno una regulación para la figura del 'rider'. Defienden un modelo: el del trabajador autónomo dependiente (trade) para plataformas digitales. Desde las compañías insisten en que no ha habido ningún avance.

Madrid, Barcelona, Valencia... La Inspección de Trabajo ha ido imponiendo sanciones económicas y levantando actas en las principales ciudades donde operan estas dos compañías. ¿La razón? Entienden que incumplen la normativa laboral, pues sus 'riders' no pueden ser calificados como colaboradores autónomos, sino como empleados por cuenta ajena.

Algunos jueces no piensan lo mismo y ya hay disparidad de criterios en los diferentes casos judicializados. En este contexto, las dos compañías, que suman una parte significativa del mercado de la entrega de comida a domicilio a través de internet en España, han exigido hoy al nuevo Gobierno que se forme tras las elecciones del pasado 26 de mayo durante un evento organizado por Aecoc en Madrid que se aborde la regulación.

Ambas compañías han puesto de ejemplo el modelo francés. Se trata del 'trade digital', es decir, de un trabajador autónomo dependiente vinculado a estas plataformas digitales. Mantiene un contrato mercantil con la plataforma, pero ésta eleva ligeramente algunas protecciones que hoy no se ponen en marcha para evitar más inspecciones. ¿Cuáles serían esas ventajas? En principio, derecho a vacaciones, salario mínimo, desempleo o formación.

"Hay inseguridad jurídica, con sentencias a favor y en contra... por eso hemos pedido una mesa de diálogo para que veamos cómo funcionan las plataformas, cuántas horas hacen y mirar la realidad", ha apuntado Sacha Michaud, responsable del área de 'lobby' de Glovo y cofundador. El directivo ha ido más allá y habla de "persecución" contra las plataformas digitales como la propia Glovo o Cabify.

En el caso de Deliveroo, la compañía esgrime que sin flexibilidad todos los empleos que se generan en las plataformas no existirían. "Sin flexibilidad, todos estos nuevos trabajos no existirían", ha advertido el nuevo CEO en España, Gustavo Brusilovsky. Es decir, da por sentado que en su modelo de negocio sería inviable que los 'riders' fueran empleados por cuenta ajena, como le exige la Inspección de Trabajo con la regulación actual. "Hay espacio para construir flexibilidad y seguridad y se puede dar seguridad en un esquema de autónomo digital", ha asegurado.

Amazon, sólo un inversor financiero

Ambas compañías han vuelto a esgrimir las cifras de horas empleadas: en el caso de Glovo, el 60% de sus repartidores emplean 20 horas a la semana, mientras que en Deliveroo la media es similar. "Los ingresos son de unos 10 euros a la hora, es decir entre 200 y 250 euros brutos a la semana", ha apuntado Brusilovsky.

Al margen de la situación regulatoria, Deliveroo acaba de firmar una ronda de financiación liderada por Amazon. La irrupción del gigante del comercio electrónico en el accionariado no traerá, al menos por ahora, colaboraciones entre ambas empresas. Así lo confirma el consejero delegado: "Su rol es el de un inversor financiero sin más".

En el caso de Glovo, Michaud ha descartado una posible salida a bolsa "en el corto plazo" para la compañía, tras la inyección de 150 millones de euros liderada por el fondo Lakestar anunciada hace varias semanas. "[La OPV] Nunca estuvo a corto plazo en el radar; en el corto plazo sigue estando crecer", ha apuntado.

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