El expresidente lo valoró en 700 millones

Las Álvarez rebajan a 120 millones el pago a Dimas Gimeno por su 5% de ECI

Las hermanas consolidarán el control mayoritario de los grandes almacenes, que con este movimiento se valorarán en apenas 2.400 millones de euros. El jeque Al Thani pagó 1.000 millones por el 10%.

Dimas Gimeno y las hermanas Álvarez.
Dimas Gimeno y las hermanas Álvarez.
ECI

Dimas Gimeno y Marta y Cristina Álvarez -hermanas e hijas adoptivas de Isidoro Álvarez- ultiman un acuerdo para que el expresidente de El Corte Inglés y su madre vendan las polémicas acciones de Cartera IASA, la sociedad patrimonial a través de la que ostentan la participación en los grandes almacenes. Según confirman a La Información fuentes conocedoras, el expresidente de la compañía y su madre habrían recibido una oferta formal de compra en el entorno de los 120 millones de euros por el 5% de las acciones totales de El Corte Inglés. Esta cifra, que incluye la participación del propio Gimeno y su madre, supone una rebaja sustancial con respecto a los primeros intentos de venta, cuando Gimeno valoraba sus acciones en alrededor de 700 millones de euros, un montante que posteriormente fue reduciendo.

El acuerdo cogió vuelo después de que, a finales de 2020, fueran el propio Dimas Gimeno y María Antonia Álvarez -hermana de Isidoro Álvarez- quienes se acercasen a las hermanas para proponer el fin de las hostilidades judiciales en pro de una solución al conflicto. Este hecho facilitará el final de una 'guerra familiar' que se ha extendido durante los últimos años. Cabe recordar que IASA -sociedad a través de la que Isidoro Álvarez legó los grandes almacenes a su familia- está formada en un 62% por la participación de las hermanas Álvarez y el 38% restante está en manos de Gimeno, su madre y su tío. Este último, César Álvarez, no estaría dispuesto a vender en este momento. A través de esta sociedad, ambas partes de la ecuación cuentan con un porcentaje del 22,18% en El Corte Inglés. 

El hecho de que esta decisión se haya tomado ahora, tras años de enfrentamientos, tiene un trasfondo puramente económicoDimas Gimeno y su familia se vieron obligados a hacer frente al pago de alrededor de 70 millones de euros en concepto de Impuesto de Sucesiones por la participación que heredaron tras el fallecimiento de Isidoro Álvarez. Ante la imposibilidad de llevar a cabo ese pago, Gimeno y su familia solicitaron a la Comunidad de Madrid -que es quien cobra los citados impuestos- un aplazamiento en los pagos de un total de diez años que fue concedido.

Según este acuerdo, y tal y como ha podido saber La Información, a partir del quinto año, es decir, desde 2019, la deuda debía comenzar a pagarse y al principal se le debían añadir los intereses. Tanto el propio Dimas Gimeno como su madre se vieron incapaces de hacer frente a estos pagos y buscaron  la ayuda de Banco Santander. Para salvar este problema, la entidad cántabra aceptó pignorar parte de las acciones de IASA a cambio del pago de la deuda tributaria. Esta deuda se sumaría a otras que, a título personal, tiene la propia familia de Dimas Gimeno, como la que le reclama el despacho de abogados que le ha defendido en los procedimientos contra las Álvarez. 

La única alternativa para hacer frente al pago y evitar el embargo de los títulos era conseguir venderlos. Pero la mala relación que existía entre ambas partes de la familia -con demandas judiciales por la tardía adopción de las hermanas de por medio- invalidaba esta opción. El testamento de Isidoro Álvarez establecía el derecho de compra preferente del paquete familiar para Marta y Cristina. Pese a que estas no quisiesen ejercer dicho derecho, cualquier comprador externo que se hiciese con la participación de El Corte Inglés de la familia, al estar estructurada a través de IASA, quedaría bajo el poder de las hermanas Álvarez. No era una posibilidad.

El precio de una claudicación

La complicada situación económica en la que se encuentra la familia ha llevado a acelerar los movimientos que se habían llevado a cabo en los últimos años. Al heredado paquete de acciones que aún ostenta a través de IASA, Gimeno sumaba otro, a título personal, que había recibido como parte de su salario durante su etapa en la presidencia de El Corte Inglés. Esta última participación simbólica será devuelta al grupo de distribución mediante el programa de recompra de acciones que la compañía mantiene para adquirir los títulos de sus antiguos empleados. 

La valoración de El Corte Inglés ha sufrido muchos vaivenes en los últimos años. En 2015, solo un año después de fallecer Isidoro Álvarez, el 5% que ostenta la familia a través de IASA y que ahora será vendido se valoraba en alrededor de 700 millones de euros. Desde entonces, se ha ido devaluando continuamente. Hace apenas dos años, y ante el fin del periodo de gracia de la Comunidad de Madrid para aplazar el pago del Impuesto de Patrimonio, Gimeno y su familia volvieron a colgar el cartel de 'se vende' a sus acciones y valoraban aceptar una cifra que rondaba los 500 millones, confirman fuentes conocedoras. Pero no hubo acuerdo. 

La operación otorgaría a El Corte Inglés un hipotético valor teórico de apenas 2.400 millones de euros

Ahora, la venta de este paquete se produciría por alrededor de 120 millones, una cifra que, de ser tomada como referencia para valorar la compañía, daría como resultado una tasación de poco más de 2.400 millones de euros para el grupo español. Esta cifra contrasta sobremanera con la de la última gran transacción que se llevó a cabo con los títulos de El Corte Inglés, la que ejecutó el jeque Hamad Bin Jassim Al Thani en 2018, cuando transformó el préstamo convertible de 1.000 millones de euros otorgado tres años antes en un paquete del 10% del capital. Esta operación suponía una valoración de 10.000 millones. 

Una vez que se cierre esta operación, las hermanas Álvarez se harán aún más fuertes en El Corte Inglés. Además, marcará el fin de los problemas judiciales que han ido en los últimos años desde la supuesta desaparición de cinco millones de su herencia a la adopción de la actual presidenta de los grandes almacenes, Marta Álvarez, y su hermana Cristina, que les llevó a 'ahorrarse' varios millones de euros en concepto de impuesto de sucesiones y que ha estado en tela de juicio más de un lustro. 

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