Echenique admite que Santander ayudó a Abengoa pese a su situación "dramática"

  • Al vicepresidente del Santander le "ofende" que le culpen de precipitar a la compañía al abismo
Santander ya marca el paso en el Popular: Rodrigo Echenique, nuevo presidente
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EFE

La situación de Abengoa cuando la compañía pidió ayuda al Santander para su ampliación de capital en agosto de 2015 era "bastante dramática, sin entrar en detalles". Así lo ha manifestado el vicepresidente del primer banco de España, Rodrigo Echenique, durante su declaración como testigo en el caso por las millonarias indemnizaciones que cobraron su expresidente, Felipe Benjumea, y su ex consejero delegado, Manuel Sánchez Ortega. Echenique se ha mostrado ofendido cuando se le ha preguntado si fue él quien causó la caída de la compañía al condicionar su apoyo a la salida de Benjumea. El ejecutivo ha asegurado que su banco solo apoyó durante todo el proceso al considerar que Abengoa era una empresa muy importante tanto para España como para Andalucía.

Su declaración indicaría que tanto Benjumea como Sánchez Ortega habrían conocido con antelación la mala situación en la que se encontraba la compañía y, pese a ello, se embolsaron una indemnización de 11,4 y 4,4 millones de euros respectivamente al dejar sus cargos en Abengoa. "Benjumea me planteó en la primera semana de agosto de 2015 la situación de la compañía, que era muy tensa y difícil, y me pidió que les ayudara", ha relatado Echenique. "Me parecía una compañía muy importante para España y Andalucía; les dije que les iba a ayudar pero que nosotros no podíamos ser el único banco", ha añadido. "La situación era bastante dramática, sin muchos detalles. Necesitaban una ampliación de capital. Me dijeron que se podía hacer con cuatro bancos y les dije que así sí que lo podríamos ver".

Durante ese primer contacto, Echenique no transmitió en ningún momento a Abengoa la necesidad de que Benjumea saliera de la compañía, según su testimonio. "Lo que sí comprobamos después es que la comunidad financiera no tenía confianza en absoluto en la gestión". Por esa razón, posteriormente transmitió a la multinacional energética que mientras Benjumea estuviera al frente, la operación fracasaría. "No era una imposición, porque yo no podía hacerla, pero sí dejé claro que si el presidente seguía al frente, la ampliación no saldría adelante", ha asegurado Echenique. Y así se lo transmitió tanto a Benjumea como al consejero coordinador de la compañía y luego presidente Antonio Fornieles. "Solo dije que la comunidad financiera  no creía en la gestión de la compañía, que en esas condiciones la operación no progresaba; era un presupuesto no suficiente, pero necesario", ha insistido.

¿Cómo constató el Santander esa falta de confianza? El vicepresidente del Santander aseguró que, tras iniciar los contactos con otros bancos, la entidad española constató que ninguno quería subirse al barco. Ni siquiera el HSBC que, según Benjumea, solo se descabalgó de la ampliación -en la que ya se había embarcado- cuando el Santander recomendó la salida del expresidente. La dirección de la compañía le habló de otros dos bancos americanos, entre ellos el Bank of America que, según Echenique "no aparecieron ni manifestaron su interés". "La situación de Abengoa era muy confusa. La prensa decía que su endeudamiento era mayor del que se había registrado y la auditoría que estaba haciendo KPMG tardó mucho tiempo en llegar", ha dicho Echenique. 

Según Echenique, tanto Fornieles como Benjumea "se hicieron cargo" del mensaje que les había transmitido. El segundo, además, le dijo que "haría lo mejor para la compañía", según la versión del directivo del Santander. Pero después ha insistido en que no era una condición sine qua non, como mantiene Benjumea. "Nosotros no podíamos imponer nada a la empresa porque no éramos consejeros ni teníamos acciones", ha proseguido. Después ha manifestado que las condiciones de Abengoa y las indemnizaciones a recibir eran un asunto interno de la compañía en el que el Santander no intervino en ningún momento. 

Benjumea y otros tres acusados han culpado durante el juicio al Santander y a Echenique de la caída de la compañía, que presentó el preconcurso en un juzgado de Sevilla solo dos meses después de recibir sus 11,4 millones de euros. Todos ellos negaron que la situación de Abengoa fuera mala y culparon a Echenique de precipitarla al provocar una quiebra en la confianza por exigir la cabeza del expresidente juzgado ahora por administración desleal. El fiscal pide para él una pena de 5 años de cárcel.

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