Endesa respira tranquila. La matriz de la eléctrica española, Enel, ha presentado este miércoles la actualización de su plan estratégico 2024-2026 y no habrá recortes de inversión, sino que por el contrario crecen un ligero 4%. En total, el grupo energético italiano destinará 8.950 millones de euros entre España y Portugal, lo que supone un ligero 4% más que en la hoja de ruta anterior, y la mayoría se quedará en el territorio nacional.
Enel, que controla un 70% de Endesa, ha señalado que será más selectiva a la hora de invertir en renovables y que pondrá el foco en el negocio de las redes de distribución, donde, en su opinión, se dan unos marcos regulatorios "justos y estables". Además, subraya que esta área es menos intensiva en capital y riesgo que las fuentes de generación 'verdes'. La compañía ha cerrado la negociación con una ligera caída del 0,39% en bolsa, hasta 6,39 euros por acción.
En total, el consorcio transalpino gastará 35.800 millones de euros en los dos próximos años, lo que significa 1.200 millones menos que en el plan previo. Concentrará sus inversiones en seis países principales en los que puede aprovechar su posición integrada: Italia, España, Brasil, Chile, Colombia y Estados Unidos. Esta cifra representa así una ligera contención con respecto al plan anterior, en el que estimaba unas inversiones de unos 37.000 millones de euros para el periodo 2023-2025.
El grupo italiano se transforma para ser más eficiente y flexible
Enel, principal accionista de la española Endesa con una participación del 70%, concentrará sus inversiones en seis países principales en los que puede aprovechar su posición integrada: Italia, España, Brasil, Chile, Colombia y Estados Unidos. En concreto, el 49% de las inversiones brutas en el periodo tendrá como destino Italia, el 25% Iberia -Endesa-, el 19% Latinoamérica y el 7% Norteamérica.
En su estreno como consejero delegado en un 'Capital Markets Day' de Enel, Flavio Cattaneo, ha destacado que la nueva estrategia "tiene como objetivo transformar el Grupo Enel en una organización más eficiente, más flexible y resistente, lista para afrontar los desafíos y aprovechar las oportunidades que puedan surgir en el futuro". En este sentido, centrará sus esfuerzos en el recorte de deuda. El primer semestre de este año terminó con una deuda financiera neta de 62.159 millones de euros y aspira a terminar el curso en una horquilla de entre 51.000 y 52.000 millones de euros, un 16% o 10.000 millones de euros menos.
Bajo esta premisa, anunció en 2022 su salida de Perú y Argentina, la venta total del negocio en Rumanía y la posible venta de su central eléctrica en Ceará (Brasil) para poner el foco en la distribución de redes en las grandes ciudades del país como Sao Paulo o Río de Janeiro. Ese mismo año también salió de Rusia y selló la venta de otros activos en Chile y Brasil. La última operación se dio a finales de octubre tras acordar la venta de una cartera de activos renovables en Estados Unidos a Ormat Technologies por 271 millones de dólares (255 millones de euros).
En España, Endesa estudia deshacerse de la parte 'B2B' del negocio del gas, es decir, del suministro a grandes clientes industriales y empresariales. La venta podría estar cerrada para finales de año, según comentó el consejero delegado de la empresa, José Bogas, en la conferencia con analistas para presentar los resultados del primer trimestre. El directivo aseguró que se han producido distintas muestras de interés y que la empresa estaba analizando el nuevo contexto energético, con el precio del gas actualmente entre 40 y 50 euros el megavatios hora (MWh), frente a los más de 100 euros/MWh cuando se anunció el proceso de desinversión.
18.600 millones de euros al negocio de redes de distribución
Continuando con las inversiones, más de la mitad del plan, unos 18.600 millones de euros, irá a redes. Enel se centrará así en la mejora de la calidad, la resiliencia y la digitalización, junto con nuevas conexiones, confirmando "la centralidad de los negocios regulados" en la estrategia del grupo. Por su parte, algo más de un tercio de la inversión -unos 12.100 millones de euros- servirá para crecer en energías renovables, "con decisiones de inversión más selectivas, invirtiendo en energía eólica terrestre, solar y almacenamiento en baterías, al mismo tiempo que se aprovecha la repotenciación", según la propia compañía. Unos 3.000 millones de euros de serán para el negocio Clientes.
Cattaneo ha indicado que en los próximos años la compañía adoptará "un enfoque más selectivo" en las inversiones, "para maximizar la rentabilidad y minimizar riesgos". Enel espera que las inversiones requieran menos necesidades de efectivo, con unas inversiones netas esperadas de aproximadamente de unos 26.200 millones de euros, gracias también al acceso a la financiación europea y a un nuevo modelo de negocio basado en asociaciones.
Beneficio neto de hasta 7.300 millones
Con este plan, la empresa italiana espera que en 2026 su resultado bruto de explotación (Ebitda) ordinario se eleve hasta entre 23.600 y 24.300 millones de euros, y alcanzar un beneficio neto ordinario de entre 7.100 y 7.300 millones de euros. De su lado, sobre la retribución al accionista, el objetivo del grupo es una política de dividendos "sencilla y atractiva", con un dividendo por acción fijo mínimo de 0,43 euros para el periodo 2024-2026 -en línea con el periodo anterior-, y un potencial de incremento de hasta el 70% del 'payout' sobre el beneficio neto ordinario si logra la neutralidad del flujo de caja.
Bogas, hasta 2026
José Bogas fue reelegido como consejero delegado por otros cuatro años en abril del año pasado. Al directivo le respaldan más de 30 años en la empresa. Nacido en Madrid en 1955, es ingeniero industrial y permanece vinculado a la compañía desde 1982. Sustituyó en el cargo de consejero delegado a Andrea Brentan a finales de 2014 y, desde entonces, los resultados le respaldan. Endesa ha superado con creces los 1.000 millones de beneficio desde que es CEO, exceptuando 2019 tras registrar un deterioro de activos de casi 2.000 millones. En 2022 elevó el beneficio un 77%, hasta 2.541 millones, por los altos precios de la energía, y hasta septiembre de este año registra unas ganancias de 1.059 millones de euros.
El reto más reciente que ha enfrentado Bogas es el del golpe arbitral a Endesa, que tendrá un efecto importante en sus cuentas. La compañía deberá pagar 570 millones de dólares (unos 530 millones de euros) tras un laudo arbitral en contra. La Corte Internacional de Arbitraje de la Cámara de Comercio Internacional (ICC) ha determinado que Endesa deberá desembolsar esa cantidad, no provisionada, por la revisión del precio de un contrato de aprovisionamiento a largo plazo de gas natural licuado (GNL) con Catar.
