Continúa la fiebre de la inversión extranjera por las renovables españolas. En las últimas semanas, la petrolera italiana Eni ha empezado a tantear el mercado en busca de nuevas oportunidades, en eólica y fotovoltaica, que le permitan engordar su cartera con hasta 1.000 MW (1 GW) verdes, cuando se cumple un año de su primera gran ofensiva en nuestro país.
El gigante transalpino habría iniciado contactos preliminares con distintas firmas 'top' de asesoría en las últimas semanas, según varias fuentes del sector consultadas por La Información. El renovado apetito de la compañía que dirige Claudio Descalzi por los activos verdes españoles ha sido la carta de presentación de estos encuentros.
En julio del año pasado, el grupo energético hizo su primera aparición en la carrera verde española con la compra a Azora Capital de 230 MW eólicos, distribuidos en tres parques en operación y otro en construcción. El acuerdo incluyó la adquisición por parte de empresa italiana de otros cinco proyectos fotovoltaicos en fase avanzada de desarrollo con una capacidad de alrededor de 1000 MW. Ahora, el objetivo de Eni pasa por doblar su portfolio renovable en el país ibérico.... y tiene munición suficiente para lograrlo.
El grupo petrolero se dio un festín de beneficios el primer trimestre del año al calor de la abrupta escalada del precio de los combustibles fósiles. Al igual que otros gigantes del negocio petrolero, Eni incrementó exponencialmente sus ingresos hasta los 5.191 millones de euros, frente a los 1.321 millones del año anterior, un 300% más.
La división de Exploración y Producción y el área de Refino fueron los dos negocios que demostraron una mejor trayectoria. Los ingresos del grupo superaron los 32.000 millones. Pese a la capacidad artillera de Eni, las fuentes consultadas apuntan a que la situación actual del mercado renovable español podría complicar el objetivo del grupo transalpino.
El gigante italiano ha reavivado su apetito inversor en España después de disparar un 300% su beneficio entre enero y marzo
La fiebre inversora del último año ha recortado de manera significativa las 'megacarteras' de activos verdes con cartel de 'se vende'. Al menos, aquellas lo suficientemente grandes como para cumplir con las expectativas de Eni. Fuentes del mercado indican que, por el momento, las oportunidades que se le han planteado a la petrolera italiana no han terminado de encajar con la estrategia del grupo, que sigue a la espera de su oportunidad.
Con todo, la creciente presión por reducir las emisiones de CO2 que soportan los líderes de los hidrocarburos y el enorme interés inversor por las energías limpias, hace prever otro año dorado para el negocio verde. Si bien, en el sector dan por descontado que se producirá una corrección de las valoraciones por el cambio de escenario macroeconómico, que obligará a vendedores y compradores a replantear sus expectativas en las operaciones.
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