IAG dice ser "una compañía española" y presume de plan para un Brexit sin pacto

  • La compañía que aglutina a Iberia y Vueling se juega las licencias de vuelo en caso de un 'divorcio' entre Reino Unido y Europa. 
Iberia
Iberia

IAG, propietaria de Iberia, no parece estar muy preocupada por el Brexit porque según ellos mismos alegan, "IAG es una compañía española" -tal y como respaldó el propio ministerio de Fomento español hace solo unas semanas. Pese a ello, la compañía aérea presume de la existencia de un plan de contingencia para una salida de Reino Unido de la Unión Europea sin acuerdo, "que cubre todos los escenarios de nuestro negocio", tal y como señala en la presentación de resultados que ha enviado este mismo jueves a las CNMV.

La nacionalidad de la firma ha sido el foco de problemas en los últimos meses. La Comisión Europea señala que más de la mitad del capital debe estar en mano de empresas o particulares comunitarios para poder seguir volando dentro de la UE e IAG se escuda en que ellos son europeos -ahora españoles- pese a que su capital no lo es. El 'holding' señala que sus diferentes marcas cuentan con "certificados de operador aéreos e importantes negocios" que llevan durante mucho tiempo en países como Francia, Irlanda, España o Reino Unido, "empleando a alrededor de 71.000 personas y operando 573 aeronaves". 

En el mismo documento, la británica señala que confían en un acuerdo para el transporte aéreo a nivel global, fijado entre la Unión Europea y Reino Unido, "como se establece en la Declaración Política de la UE/UK". Cabe recordar que de producirse una salida sin acuerdo de la UE, IAG se arriesgaría a la pérdida de las licencias de vuelo y tendría que dejar de operar en el territorio comunitario como consecuencia de la nacionalidad de su accionariado -con una amplia mayoría de extracomunitarios-. 

Según señala IAG, los reguladores de la aviación, la Comisión Europea y los distintos gobiernos nacionales "han hecho progresos significativos para asegurar" la buena marcha del negocio en caso de una salida sin acuerdo y evitar los problemas que esto pudiese ocasionar. Además, tal y como ellos mismos indican, esperan que se produzca una "ratificación final en un corto periodo de tiempo".  Las áreas que incluiría este acuerdo serían la seguridad aérea, el acceso al mercado de la UE y del Reino Unido y la propiedad y el control, el punto con más discordancias entre el regulador y la compañía. 

De hecho, "específicamente, hemos llevado a cabo un compromiso detallado y constructivo con nuestros reguladores nacionales y gobiernos sobre la propiedad y el control", confirman. "Esos debates continuarán, incluso con la Comisión Europea, y confiamos en que nuestras empresas operativas cumplirán las reglas relevantes post Brexit", concluye. Pese a ello, y ante las dificultades que pudiesen llegar, IAG incluyó en sus estatutos, tal y como publicó este diario y ahora refrendan las cuentas de la compañía, "otras estrucuturas y protecciones" desde 2011.  

Utilizando como pretexto este salvavidas de los estatutos, IAG inició las maniobras para un aterrizaje en el Brexit sin acuerdo. Para ello, limitó la presencia de accionistas no comunitarios al actual 47,5%, pero no contó dentro de este grupo a los británicos -que seguirán teniendo consideración de ciudadanos UE-. Punto podría ser la base para un enfrentamiento en el caso de que finalmente se llevase a cabo un Brexit duro.

El 'holding' que aglutina a, entre otras, Iberia, ya ha conseguido que el Ejecutivo de Theresa May cierre acuerdos para el transporte aéreo con países como Estados Unidos, Canada, Israel, Suiza y Noruega, tal y como ellos mismos recogen en las cuentas anuales. 

Los números de IAG

El 'holding' IAG, que engloba a Iberia, British Airways, Vueling y Aer Lingus, consiguió un beneficio neto de 2.897 millones de euros en 2018, lo que supone un incremento del 44,2% respecto un año antes. Por su parte, los ingresos totales del grupo subieron un 6,7%, hasta 24.406 millones de euros, al tiempo que los ingresos unitarios de pasaje mejoraron un 6,2%.

Es por ello que este mismo miércoles la aerolínea anunciaba la decisión de emitir "una recomendación a sus accionistas" para que aprueben dos nuevos dividendos por valor conjunto de 1.027 millones de euros (0,515 euros por acción) que se unirán en la cuenta de 2018 al que ya pagó en diciembre (0,15 euros). En total, 1.315 millones de euros en tres pagas distintas.

Y entre las cifras positivas trasladadas, el optimismo sobre el Brexit y el aderezo en forma de dividendo pase lo que pase con el Reino Unido, la compañía ha arrancado este jueves con subidas de hasta el 4% en la apertura del Ibex 35. En cambio, durante la sesión las tornas han cambiado y la compañía ha terminado perdiendo un 0,69% hasta los 6,956 euros. 

Mostrar comentarios