Inditex ha cedido a la presión internacional por el conflicto entre Rusia y Urania y, ante las complicaciones para llevar a cabo su actividad, ha decidido finalmente cerrar de forma temporal las más de 500 tiendas con las que opera en suelo ruso con todas sus marcas, según un comunicado emitido este sábado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores. La compañía asegura que el cierre se debe a la imposibilidad de "garantizar la continuidad" de las operaciones" por las circunstancias actuales y las condiciones comerciales en la Federación Rusa.
La medida, de carácter temporal, también afecta a la actividad 'online' del país, que representa el 8,5% del EBIT global del grupo. Todas las tiendas operan en régimen de alquiler, por lo que aseguran que la inversión no es relevante desde el punto de vista financiero y que desarrollarán un plan especial de apoyo para los más de 9.000 empleados, aunque no precisan ninguna medida. Por división de marcas, la más popular en Rusia es Bershka, con 106 tiendas. Le siguen en número Pull&Bear (87 tiendas), Zara (86), Stradivarius (76), Oysho (63), Massimo Dutti (53), Zara Home (44) y Uterqüe (12).
Inditex opera en Rusia a través de su red de tiendas y con un centro propio de logística para comercio electrónico, que recibe cada semana las prendas desde España en bloque, para su posterior distribución paquetizada en todo el territorio. El volumen de prendas que había que enviar esta misma semana se han trasladado a otros centros logísticos que trabajan para la marca en nuestro país y distribuyen desde aquí al resto del mundo.
Una decisión meditada
El cierre de las tiendas y la plataforma logística de Inditex en Rusia se produce cuando han pasado nueve días desde el inicio de la invasión rusa en Ucrania. Fuentes cercanas a ese proceso a nivel europeo aseguran que marcas como Zara o algunas de gran presencia en el país siempre tienen mas problemas para retirarse de mercados como el ruso por la extensión de sus redes de establecimientos y el alto numero de trabajadores implicados que pueden salir perjudicados. Desde el sector se sabía que los responsables de la firma española en Arteixo estaban analizando la situación en el mercado ruso desde el primer momento en que se inició el conflicto, por las complicaciones logísticas que pudieran surgir.
Una de las grandes preocupaciones de la marca desde ese momento ha sido la búsqueda de una salida para su plantilla, dado que "tener 9.000 personas y tantas tiendas no es como estar en Moscú y poco más", como hacen otras marcas de gran lujo para quienes retirarse de allí de la noche a la mañana es algo factible, señalan desde el sector. Dentro de la propia empresa ha sido una semana de gran tensión para buscar la forma más eficaz posible de salir de aquel mercado en un ambiente bélico en toda Europa.
Tendam, que cuenta con las marcas Cortefiel, Pedro del Hierro, Springfield, Women'secret, Hoss Intropia, High Spirits, Slowlove y Fifty, ha secundado al imperio textil y también ha anunciado el cese temporal de los 50 establecimientos con los que cuenta en ese país, medida que afectará a cerca de 400 empleados, según ha comunicado. "La decisión de suspender temporalmente la actividad en Rusia se efectuará garantizando la máxima protección a todos los empleados y colaboradores", ha asegurado la compañía, que ya cerró la semana pasada sus franquicias en Ucrania como consecuencia del conflicto bélico. Tendam ha señalado que se ha puesto a disposición de las autoridades españolas y ONGs internacionales para colaborar en todo aquello que pueda ser necesario tanto desde la compañía de forma individual como en acciones colectivas.
Uno de las primeras empresas del sector en sumarse fue la firma sueca Hennes and Mauritz (H&M), que anunció el pasado miércoles la suspensión de forma temporal de sus ventas en Rusia por el conflicto bélico con Ucrania. "El grupo H&M está muy preocupado por los trágicos acontecimientos en Ucrania y simpatiza con los afectados. La compañía ha decidido suspender temporalmente todas las ventas en Rusia", indicó en un comunicado. Otras firmas de moda se han sumado también a los cierres de tiendas en Rusia como Nike, Adidas, Mango o Burberry.
Otras multinacionales de diversos sectores se están sumando paulatinamente al cierre o paralización temporal de su actividad en Rusia. En la mayoría de los casos, los motivos principales apuntan a las sanciones anunciadas y a los problemas que surgen con las cadenas de suministros, así como a actos de protesta por la invasión de Ucrania. Apple, Disney, Volvo, Volkswagen, Toyota, BMW, Airbus, Grupo ING, BP, Shell, Maersk, Netflix, Apple, Microsoft o Ikea integran algunos de los ejemplos que han decidido suspender su actividad en el mercado ruso.
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