Juan Abelló inyecta 1,6 millones en 2019 en su macrofinca de caza El Lobillo

  • Las 7.000 hectáreas del mejor coto de perdiz salvaje es uno de los tesoros del industrial, que vuelca aquí sus miras al margen de Torreal. 
Juan Abelló
Juan Abelló
EFE

Arranca la temporada de caza. Las mejores escopetas del país preparan sus armerías y los grandes apellidos organizan las próximas reuniones entre ojeos y esperas. Muchas de las mejores monterías (y las más confidenciales) tendrán lugar en las fincas del industrial Juan Abelló Gallo (Madrid, 1941), uno de los mejores cazadores del país y un anfitrión insuperable. Quienes le conocen dicen que Abelló repite la rutina logística cada año. Siempre a lo grande, ya que junto con las obras de Canaletto no hay nada que le guste más al industrial que cazar. Y es que en el universo Abelló, del que es buen conocedor Juan Carlos I, los negocios se cierran en el campo.

Se trata de la compra de más de 100.000 unidades de munición para toda la temporada, algo que muy pocos pueden superar porque la mayoría reutilizan los cartuchos de las escopetas. Abelló, con la sucesión ya armada en Torreal, se dedica a la puesta a punto de sus fincas en la llamada "Milla de Oro de la Caza", entre Toledo y Ciudad Real. Esta semana tiene sus miras en una de sus propiedades más antiguas y preciadas: la Finca El Lobillo, que data de los años 60 y está en la pequeña localidad de Alhambra, en la comarca de Campo de Montiel, una zona clave en Europa para el negocio del ojeo de perdiz y que posee un valioso patrimonio Omeya en estado ruinoso.

En lo que va de 2019, el veterano empresario ha inyectado en la sociedad que gestiona la finca de Alhambra la cantidad de 1,6 millones. El pasado martes, los últimos 750.000 euros, lo que eleva el capital resultante suscrito a 7,7 millones de euros. Dehesa de El Lobillo S.A., cuyo accionista mayoritario es el propio Juan Abelló Gallo, siempre ha sido una empresa con una avalancha de gastos. 

En el ejercicio 2018 tiene como resultado de balance casi 500.000 euros en negativo, cifra que se acerca al doble de números rojos que en 2017. Un negativo que no pudieron paliar las subvenciones públicas, que según la memoria de la empresa ascienden a 163.131,20 euros, procedentes de ayudas para la producción contempladas en la política agrícola común (PAC) de la UE.

La sociedad que gestiona las  7.000 hectáreas de El Lobillo tienen inversiones financieras en sicavs relacionadas con los Abelló, concretamente en Arbarin Sicav S.A. e Inversiones Naira Sicav S.A., que cotizan en el Mercado Alternativo Bursátil. Pero El Lobillo no es la única finca de Abelló destinada a la caza, una actividad que le apasiona hasta el punto de haberse ganado el apodo de 'El cazador'.

En Ciudad Real también tienen las fincas de Renúñez, Casa de la Muerte y Quintos de la Tejera, colindantes entre sí. Un poco más arriba, es el dueño de La Nava, donde se crían sus corzos de concurso y que linda con Quintos de Mora, Los Robledillos y Torneros en los Yébenes (Toledo), entre otras. Entre todas suman más de 40.000 hectáreas que han ido engordando comprando a los vecinos de la zona.

Su suegro, Pucho Gamazo, contó en el libro ‘El Poder’ una anécdota que dibuja bien su carácter: “Logró cazar un pájaro raro en una cacería en la que estaba Franco. Cuando se fue en su coche, Abelló le asaltó, vehemente, y le dijo: ¡Excelencia¡ ¡Excelencia¡ Tengo el honor de hacerle entrega de este presente para que le regale a su señora con mis respetos”.

Mapa fincas de caza, 12 de febrero de 2018
Mapa fincas de caza, 12 de febrero de 2018 / Nerea de Bilbao

Todas sus fincas las gestiona a través de sociedades de las que es accionista y en las que aparece la figura de José Díaz Rato Revuelta, un abogado del Estado en excedencia experto en asuntos fiscales, hombre de confianza del matrimonio y directivo en Torreal. También se repite en muchas de sus sociedades el nombre de Almudena de Egaña y Huerta, hija del vizconde de la Frontera y vicesecretaria no consejera de la firma de inversiones. Así, el esquema se repite en las fincas gestionadas por empresas como Quintos de Torneros, Quintos de la Sierpe, Quintos de La Tejera, Postuero de Las Navas, Dehesa Los Robledillos, Dehesa del Águila, El Cerrón, Renuñez y Roza de Zanona, que es la que gestiona su finca andaluza en el Parque Nacional de Alcornocales.

De la caza al cannabis

Incluso con la sucesión resuelta, el marido de Anna Gamazo sigue orquestando nuevos negocios. Así, se ha posicionado en el negocio del cannabis gracias a Linneo Health, empresa participada en un 60% por el fondo británico GHO y en un 40% por Torreal, que encara la recta final para empezar a comercializar cannabis medicinal en España. La mencionada empresa, con sede en España, tiene campos de producción y elaboración en Toledo, Albacete y Ciudad Real con una capacidad instalada para la producción de flores de cannabis de 40.000 metros cuadrados, lo que convierte a la compañía en el proveedor con mayor capacidad del mercado. 

La compañía ya tiene el certificado GMP (Good Manufacturing Practises) por parte de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (Aemps) para la producción de flor seca de cannabis. Linneo, que ha recibido dos inyecciones de capital de 1,8 y 12 millones de euros de sus accionistas, comenzará ahora la comercialización de su producto natural (flor seca), mientras que en 2020 prevé la venta de producto industrial, desde extractos hasta principios activos.

Cabe recordar que Torreal y el fondo británico GHO, nuevo propietario de Alcaliber (dueña del monopolio del opio en España y controlada por Abelló hasta hace unos meses), han unido fuerzas para cultivar y comercializar cannabis en España y poner en valor la licencia que la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) concedió en octubre de 2016 a Alcaliber para llevar a cabo esta actividad. 

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