La negociación entre el PP y el PSOE sobre transición energética encalla

  • La prolongación de la vida útil de las centrales nucleares y el papel de la comisión de expertos alejan la posibilidad de acuerdos
Álvaro Nadal, ministro de Energía.
Álvaro Nadal, ministro de Energía.
EFE

El PSOE no se fía del PP -léase del Gobierno y de su ministro de Energía Álvaro Nadal- y la negociación para una transición energética ordenada se enfría. Fuentes de la dirección socialista acusan a Nadal de actuar "sin claridad" en las conversaciones. Más aún, consideran que la voluntad del Ejecutivo es mantener durante el mayor tiempo posible el mix energético actual, en el que las nucleares (23% de la producción) y el carbón (14,4%) tienen un papel destacado. La prolongación de la vida útil de las nucleares más allá de los 40 años y el papel de la comisión de expertos creada por Nadal centran la polémica.

Desde el Ministerio de Energía se quita hierro a la situación. Fuentes del departamento aseguran que en las reuniones con los socialistas no ha habido trampa ni cartón. Nadie ha puesto fecha de caducidad a las centrales -ni 10, ni 20 años más- y solo se ha expresado la necesidad de seguir contando con ese tipo de energía para realizar una transición energética ordenada.

La versión de la otra parte es diametralmente distinta. Según explican las fuentes socialistas al tanto de los contactos, desde el Gobierno se acepta hablar del cierre de las plantas nucleares y de su plazo, pero en un paquete global que implica a otro tipo de centrales. La voluntad final del Gobierno y del ministro Nadal, sostienen, es prolongar el funcionamiento del mix actual con maniobras a corto plazo y sin horizonte claro para una transición que, entre otros organismos, impulsa la Unión Europea.

Ambiente frío

El ambiente frío se ha trasladado a la comisión de expertos creada por el Ministerio de Energía para concretar escenarios y preparar el paso a un sistema energético más sostenible. La presencia entre sus miembros de Javier Arana Landa -"el eterno subdirector del Ministerio para las nucleares", según lo definen en los círculos de la negociación- no ha contribuido a rebajar la desconfianza y el malestar entre las partes. 

Tampoco ayudan a calmar las aguas las reuniones, "continuas" según precisa el Ministerio de Energía, del secretario de Estado Daniel Navia con bancos, analistas e inversores. En septiembre, Goldman Sachs publicó un informe con sus conclusiones sobre el sector tras mantener un encuentro con el secretario de Estado. El resultado fue demoledor para las compañías.

Central de Garoña.
Central de Garoña.

Un mes después, la agenda de Navia ha vuelto a generar titulares en torno a una supuesta rectificación del ministerio sobre los recortes a la remuneración de las compañías y sobre la voluntad de prolongar la actividad de las nucleares en una década, al menos. El Ministerio de Energía sostiene que nunca ha hablado de plazos.

Exceso de confusión

Pero la confusión existe. Unidos Podemos se ha hecho eco de ella y ha presentado en el Congreso  una batería de preguntas dirigidas al Gobierno para conocer los términos en los que se han producido los encuentros entre Navia y los bancos de inversión.

Podemos requiere también información al Gobierno sobre "los criterios seguidos para prorrogar las licencias de funcionamiento de las centrales nucleares diez años, teniendo en cuenta que, tras el cierre de la central nuclear de Santa María de Garoña, el vencimiento de las licencias de operación del resto del parque está previsto entre los años 2021 y 2024".

El diputado de Podemos y coportavoz de Equo, Juantxo López de Uralde, cree que el Gobierno -Nadal- está empeñado "en alargar el funcionamiento de las nucleares". No obstante, ve un punto positivo en que "hay por parte del Ejecutivo una cierta rebaja de expectativas ya que donde aspiraban a alargar la vida útil de las instalaciones 20 años, ahora hablan de 10".

Cierre en seis años

Lo cierto es que sin prórrogas, las plantas nucleares españolas, que empezaron a funcionar entre 1983 y 1988 , tendrían que empezar a cerrar en seis años. El PSOE y Podemos comparten la idea de no prorrogar el funcionamiento de las centrales de forma que cierren de forma paulatina al cumplir con su vida útil prevista de 40 años.

El cierre del parque nuclear no es un debate único de España. En la UE, según datos de la Comisaría de Energía y Medio Ambiente, hay 129 reactores nucleares en funcionamiento en 14 Estados miembros, con una media de 29 años. También hay 89 cerrados pero solo tres totalmente desmantelados. Si en la UE no se prorroga la vida de las centrales nucleares, el 90% debería cerrar 2030, pues llegará al límite establecido de 40 años.

Lo que sí es novedad en España es que, por primera vez, una de las grandes compañías eléctricas ha planteado a las autoridades la necesidad de realizar una planificación ordenada para clausurar las centrales. 

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