Nuevas oportunidades

Lhyfe, la compañía gala que mira a España para producir hidrógeno verde en alta mar

Apuesta por las "credenciales" y el "potencial" que tiene el país para el despliegue de la eólica marina e insta a acelerar el desarrollo de un marco regulatorio que fije las reglas del juego y permita celebrar las primeras subastas.

Aerogenerador en alta mar.
Lhyfe, la compañía gala que mira a España para producir hidrógeno verde en alta mar.
Lhyfe.

Lhyfe se ha fijado en las "credenciales" que tiene España para el despliegue de la energía eólica marina. La compañía asegura que la producción de hidrógeno verde en alta mar es un proyecto que tomará forma a largo plazo y que, al ser un terreno nuevo, no comenzará hasta 2030. No obstante, mientras llega la fecha, ha firmado con Capital Energy un acuerdo para generar hidrógeno verde 'offshore' asociado a parques eólicos marinos en España y Portugal.

Actualmente, la firma gala, que cotiza en la bolsa de París, es la única empresa del mundo que cuenta con un prototipo operativo de planta de hidrógeno verde marino, llamado Sealhyfe, ubicado en Francia e inaugurado en septiembre de 2022. Lhyfe aspira a poner en operación 200 megavatios (MW) de producción de hidrógeno verde para finales de 2026 y tres gigavatios (GW) para 2030. La plataforma inició en septiembre del año pasado un periodo experimental de 18 meses en el muelle de la costa de Le Croisic en el primer centro europeo de pruebas multecnológicas en alta mar (SEM-REV) operado por la escuela francesa de ingeniería Centrale Nantes.

"Producir hidrógeno en alta mar va a ser más caro que en tierra, pero tiene muchas ventajas: medioambientales, al utilizar una fuente de energía verde para producir un combustible respetuoso que permitirá seguir avanzando en la transición energética, además de que las condiciones de viento en alta mar son mejores que en tierra; económicas, al aprovechar las economías de escala y aportar un instrumento que favorezca la independencia energética de muchos países con salida al mar; y sociales, pudiendo incrementarse el efecto industrial de los proyectos, dado que requerirán una mayor cantidad y variedad de suministradores y profesionales", explica a La Información el director regional de Lhyfe en España, Frans Pieter Lindeboom.

Proceso más complejo

Uno de los mayores retos que enfrenta la compañía es realizar todas las etapas de la producción de hidrógeno renovable en el mar, es decir, convertir la tensión eléctrica de la turbina eólica flotante, bombear, desalar y purificar el agua de mar, y romper las moléculas de agua mediante electrólisis para obtener el hidrógeno verde renovable. La plataforma flotante tendrá que manejar los movimientos del oleaje (listados, aceleraciones, movimientos de balanceo, etc) y luchar contra el envejecimiento prematuro de sus piezas debido a la mayor corrosión, los impactos, y las variaciones de temperatura. Además, la plataforma debe funcionar de forma totalmente autónoma, sin la intervención física de un operario, salvo en los periodos de mantenimiento programados.

Sealhyfe tiene capacidad para producir hasta 400 kilogramos de hidrógeno verde al día, lo que equivale a 1 MW de potencia. Para poder pelear por la carrera que ha levantado el hidrógeno y el desarrollo de parques eólicos marinos, Lhyfe prepara una serie de alianzas como la rubricada con Capital Energy. El acuerdo con la compañía española podría extenderse en un futuro a otros mercados. La alianza consiste en desarrollar plantas de producción de hidrógeno marinas en algunos de los emplazamientos en los que Capital Energy está promoviendo parques eólicos 'offshore'. Cuenta con una cartera en desarrollo de más de 7,5 gigavatios (GW) en la península ibérica. 

En este sentido, Lindeboom insta a España a acelerar la creación de un marco regulatorio que impulse la eólica marina en las aguas nacionales. "El sector eólico español celebra la aprobación del real decreto que regula los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo (POEM) y está previsto que se lance una subasta para potenciales interesados a principios del año que viene", asegura el directivo.

Fuentes del sector consultadas por este medio se muestran preocupadas por la deriva que pueda tomar el impulso a esta tecnología tras las elecciones generales del 23 de julio y por que España pueda quedar rezagada frente a países como Portugal y Francia. La idea del Gobierno era celebrar la primera subasta de potencia dentro del primer semestre del año, pero el adelanto electoral ha supuesto un giro de 180 grados a la escena política y económica del país y muchas cuestiones han quedado en 'stand by'. No obstante, desde que se aprobaran los POEM en Consejo de Ministros a finales de febrero, el Ministerio para la Transición Ecológica tampoco ha hecho referencia a la puja y estaba muy difícil que cumpliera con el plazo.  

5.000 kilómetros cuadrados

Los POEM aprobados por el Ejecutivo tienen una vigencia de seis años (se deberán revisar y actualizar a más tardar el 31 de diciembre de 2027) e identifican cuatro zonas de alto potencial para el despliegue de la eólica marina con 19 'polígonos'. En concreto, del más del millón de kilómetros cuadrados de aguas que tiene España, estarán disponibles casi 5.000 kilómetros cuadrados para el despliegue de la eólica marina, lo que supone el 0,5% del total. Los POEM se articulan así como un instrumento clave para lograr los objetivos de la Hoja de Ruta para el desarrollo de la Eólica Marina y de las Energías del Mar y alcanzar entre 1 y 3 GW de potencia instalada en 2030 sin comprometer el estado de los mares.

El primer aerogenerador flotante de España se conectará a la red este verano. La empresa vasca Saitec Offshore Technologies realizó en julio de 2022, junto con el gigante alemán RWE, la botadura del primer aerogenerador marino flotante del país, y ahora lo 'enchufará' a la red eléctrica para producir una energía equivalente al consumo de 2.000 hogares.

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