Adif revisará el plan para liberalizar el AVE tras las críticas de los operadores

  • La empresa de Fomento presentará la nueva declaración de red el 1 de julio y las empresas tendrán luego un mes para formular sus propuestas.
Imagen De Una Línea AVE De Adif
Imagen De Una Línea AVE De Adif
ADIF - Archivo

Las múltiples observaciones realizadas por los eventuales operadores sobre el plan de liberalización del AVE han obligado a Adif a tentarse la ropa y ajustar técnicamente la declaración de red presentada en plena  Semana Santa, a mediados de abril. La empresa estatal dependiente del Ministerio de Fomento se está tomando su tiempo y tiene previsto presentar el documento final que fijará las condiciones de acceso a la vía férrea el próximo 1 de julio. A partir de ahí, los agentes interesados dispondrán de treinta días para remitir sus propuestas.

La declaración de red de Adif generó en su momento una fuerte controversia tanto por su contenido como por el plazo escaso de tiempo de la consulta pública que se limitó a tan sólo quince días. En consecuencia, los operadores tuvieron que trasladar sus alegaciones a primeros de mayo por lo que el administrador de la infraestructura ferroviaria va a emplear prácticamente dos meses en revisar el proyecto. Todo ello sin contar con la resolución de la Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC) que, en su calidad de organismo regulador, tiene también un papel decisivo en todo el programa de liberalización ferroviaria.

Las mayores críticas a los planes de Adif fueron expuestas por el operador estatal francés, la SNCF, cuyo presidente, Guillaume Pepy, se quejó amargamente de lo que, en su opinión, suponía un claro obstáculo para la incorporación de su empresa a la red española. Unos días antes, la SNCF había anunciado a bombo y platillo una estrategia comercial para introducir en España un modelo de AVE 'low cost' ya experimentado en el país vecino y que, en teoría, debía convertirse en el principal competidor de Renfe una vez que se materialice la apertura del mercado, prevista para finales del próximo año.  

La distribución funcional de la red ferroviaria en tres grandes bloques, uno de ellos claramente destinado al servicio público español, implica un serio contratiempo para el rival galo, que había orientado sus planes con el objetivo de operar exclusivamente el corredor de alta velocidad entre Madrid y Barcelona, sin duda ninguna la principal 'gallina de huevos de oro' del AVE en España. Adif exige que los postores que quieran entrar en el mercado doméstico jueguen sus bazas con todas las consecuencias garantizando al mismo tiempo la explotación de surcos en los corredores de Madrid a Sevilla y Madrid a Valencia.

La SNCF consideraba también que su sólida posición industrial debería garantizarle de entrada la obtención de licencia, dado que los demás competidores carecen del material ferroviario indispensable para hacer efectivo cualquier modelo de negocio. La situación ha cambiado también de manera radical por cuanto que entre los eventuales operadores emergentes figura el nombre de Talgo, como ya informó este periódico, cuyos trenes están además homologados en España, lo que supone una importante ventaja diferencial para la compañía de la familia Oriol.

Adjudicación de capacidad en octubre

La revisión de la declaración de red ha abierto ahora nuevas expectativas, que serán más satisfactorias para la compañía francesa si finalmente el gestor de la infraestructura establece un reparto de surcos más flexible, tal y como pretende la SNCF. Sin embargo, el retraso puntual que va a implicar la nueva versión del documento de Adif otorga también a Renfe un tiempo precioso para aquilatar su propuesta, máxime teniendo en cuenta el consabido letargo electoral que suele condicionar las grandes decisiones estratégicas en el seno de de todas las empresas del Estado. 

Las distintas empresas ferroviarias tendrán ahora de plazo hasta el 31 de julio para presentar las ofertas. La CNMC deberá pronunciarse también sobre el proyecto de Adif antes de agosto, si bien no es previsible que los requerimientos del regulador supongan mayores retrasos en el calendario previsto. El objetivo oficial apunta al 31 de octubre como fecha límite para la adjudicación de capacidades. A partir de ahí los operadores concesionarios dispondrán de un año para diseñar sus propuestas comerciales con objeto de poner en marcha el servicio ferroviario en la fecha mágica del 14 de diciembre de 2020.

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