En Andalucía y Galicia

Maersk elige España para crear un 'hub' de metanol verde por 10.000 millones

El gigante naviero ha comenzado una estrategia para sustituir la gasolina que usa toda su flota de barcos y apostar por el combustible del futuro. Nuestro país financiará parte del proyecto con los fondos europeos.

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El gigante naviero Maersk.
DPA vía Europa Press

El gigante naviero Maersk ha elegido España para construir su gran centro de metanol verde. Un líquido considerado como el combustible del futuro para las flotas de barcos. Esta mañana, el equipo directivo de la compañía, con su CEO a la cabeza, se ha reunido con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en La Moncloa para oficializar el anuncio. La inversión se estima que será de unos 10.000 millones de euros y nuestro país jugará un rol de acompañamiento financiando parte a través de los fondos europeos. Los dos lugares concretos para desarrollar el nuevo compuesto serán Galicia y Andalucía. El acuerdo entre España y Maersk certifica que el proyecto es viable, aunque ahora comenzarán trabajos hasta junio para analizar los detalles más técnicos, como es el modelo financiero.

Maersk es una compañía danesa que se dedica al transporte marítimo. Se le considera el líder de su sector ya que acapara el 20% de la cuota de mercado, tiene 100.000 empleados en todo el mundo y opera en 120 países. Fuentes gubernamentales definen este acuerdo como "uno de los grandes proyectos y con mayor trascendencia mediática" y estiman que generará entre 4.000 y 5.000 empleos constantes y entre 2024 y 2031 unos 30.000 para la construcción de todo el ecosistema. 

La apuesta de la empresa danesa por el metanol verde como combustible es pionera en su sector. De hecho, no ha encontrado ningún socio que haya querido financiar la costosa inversión. Un escenario que les ha empujado a producir su propio metanol verde eligiendo seis localizaciones en todo el mundo. Hasta el momento solo se han conocido dos ubicaciones: Egipto y ahora España. No obstante, existe otro combustible que también disputa al metanol verde la futura hegemonía de ser el carburante marítimo: el amoniaco. Aunque su firme apuesta es por el primero, Maersk se ha dejado un margen hasta 2030 por si fuese este último el futuro combustible. Así, la segunda de las plantas -ya sea la de Galicia o Andalucía- se levantará después y servirá como 'comodín' por si se impusiera, al final, el amoniaco.  

El metanol verde surge a través de una electrólisis (separar compuestos a través de electricidad) de hidrógeno verde con CO2 biogénico. España es considerado el país más competitivo de Europa para la producción de hidrógeno verde debido a que este necesita necesita gran sol, viento y mucho espacio. Nuestros vecinos también se han interesado por desarrollar el combustible del futuro para barcos. Así, mientras Francia apuesta por el hidrogeno rosa (por medio de la energía nuclear) Marruecos mira de cerca el metanol verde. Sobre este último, fuentes gubernamentales apuntan a que España cuenta con un mejor ecosistema además de los fondos europeos. Las mismas fuentes gubernamentales aseguran que en caso de que el amoniaco se acabase convirtiendo en el combustible alternativo, España seguiría siendo un líder ya que también es necesario el hidrógeno verde.

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Una naviera de Maersk.

DPA vía Europa Press

El Gobierno está estudiando si entrar como inversor estratégico. No obstante, lo decida o no, será la compañía danesa quien gestionará todo el proceso productivo: desde el control de la electricidad de las plantas solares y eólicas hasta la síntesis final. La producción del metanol será solo para la flota de Maersk. Sobre los parques de energía renovable, la empresa los promoverá, los comprará o subcontratará PPAs (compraventa de energía limpia a largo plazo). Necesitan entre 20 y 80 parques eólicos o solares para producir 4.000 megavatios de energía eléctrica renovable.

Desde el Gobierno aseguran que ha sido Maersk quien se ha acercado a España. Tratarán de incentivar a que las empresas españolas participen de la inversión del ecosistema (construcción de parques solares), pero reconocen que no puede haber discrimanación hacia otras empresas comunitarias. Aunque todavía tienen que detallar la bancabilidad del proyecto, Maersk ya se ha puesto en contacto con algunas entidades financieras. Sobre la forma con la que participaría España, desde el Ejecutivo apuntan a los distintos PERTES que ya existen, como el del hidrógeno, el naval o el de descarbonización. Pero no concretan nada.

Este proyecto podría tener un efecto secundario en la estrategia de navegación marítima. Así, y según sostiene el Gobierno, las nuevas rutas marinas se reconfigurarían en torno a los enormes 'hubs' de metanol verde. Por lo que los países que estén bien posicionados con respecto a este nuevo combustible se convertirán en los principales puntos de conexión del planeta por vía marítima

Sector marítimo, en la mira de Europa

La gasolina que usan hoy los barcos se considera "muy densa" y va contra los intereses de la estrategia marcada por el Consejo Europeo de emitir cero emisiones en 2050 y del plan 'Fit for 55', que busca reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero en al menos un 55% para 2030. Además, la Organización Marítima Internacional ha anunciado su compromiso de bajar sus emisiones un 50% para el año 2050. Uno de los grandes sectores por descarbonizar es el sector marítimo que, además, no está sujeto a los créditos de CO2.

Maersk busca descarbonizar 750 buques antes 2040. Un plan que se llevará o bien acomodando los que tiene o por medio del achatarramiento. De momento, ya han encargado 19 buques que puedan operar con metanol verde y que entrarán en funcionamiento en 2024. La compañía estima que para 2030 España ya producirá 2 millones de toneladas del nuevo compuesto. 

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