Mahou ha sacrificado su rentabilidad para apostar por los próximos años. La cervecera madrileña explica así su caída de rentabilidad del último ejercicio a pesar de que sus ventas en volumen son las más altas de su historia. "Lo teníamos planificado. Incluso preveíamos una reducción del resultado mayor de la que hemos cosechado", ha explicado su director general Alberto Rodríguez-Toquero, en un encuentro con medios de comunicación.
La cervecera ingresó en 2017 más de 1.262 millones de euros. Es un 3,4% más que en el año anterior. En cambio, su resultado de explotación se recortó un 4,1%, hasta 168 millones; y su resultado bruto, cayó un 2,7%, situándose en 257,5 millones de euros. El grupo, dueño de marcas como San Miguel, Alhambra o Solán de Cabras, en cambio, no desvela cuál fue su resultado neto en el ejercicio.
Rodríguez- Toquero justifica la caída porque "tiene que ver con las inversiones y las mayores amortizaciones, pero estamos satisfechos. Lo teníamos presupuesto", ha repetido. Además, ha asegurado que la cervecera aumentó en el año el "apoyo a las marcas y el crecimiento a futuro". "Es una de las ventajas de no ser una empresa cotizada. Podemos tomar decisiones pensando en el largo plazo".
En conjunto, la inversión de Mahou en el año rozó los 88 millones de euros. "Es un 13% más que en el año anterior. Hemos mejorado los procesos productivos, los almacenes…", ha apuntado Rodríguez-Toquero.
Los nuevos productos de Mahou, las enseñas lanzadas en los últimos años, aumentaron su aportación en ingresos un 3,8%. "Muchas veces se dice que el sector cervecero no es innovador y no es así. Está centrado en lanzar productos nuevos. Nos cuestionamos qué cosas hay que hacer distintas. El año pasado gastamos más de 20 millones de euros en innovación y tenemos más de 40 proyectos vivos de aquí al año 2020". Ese año termina el plan estratégico que tiene en marcha desde este 2018.
Nuevas marcas
Los lanzamientos de 2017 se centraron, sobre todo, en Mahou 0’0 Tostada, Mahou Barrica Bourbon o San Miguel Manila. Por ejemplo, invirtió 2,8 millones de euros en una sala de barricas. Y llegará a 5 millones de euros en 2020, para llegar a las 1.300 barricas.
En volumen, las ventas de Mahou repuntaron un 3,1%. En conjunto, vendió 16,6 millones de hectolitros. La mayoría, 13,8 millones, fue cervecera; y otros 2,8 millones, agua mineral y zumos.
Con cervezas artesanales, como Founders o Nómada, el grupo está centrado en Madrid y Barcelona y planea el salto a otras ciudades. "Es un movimiento", asume el director general de Mahou, al explicar por dónde va al crecimiento de las cerveceras con el segmento 'craft'.
El pasado año, la compañía adquirió el 40% de la estadounidense Avery Brewing. También aumentó al 43% la participación en la empresa bilbaína La Salve, marca que había desaparecido del mercado. "Tiene un pequeño centro de producción donde elabora alguna de las principales cervezas y eso nos ayuda a tener más presencia en la zona", ha justificado Rodríguez-Toquero.
Más adquisiciones
De cara a los próximos años, seguirá realizando adquisiciones dentro, sobre todo, de ese segmento 'craft' y con la mirada puesta en dos mercados: Estados Unidos y Europa. "No dejamos de mirar cosas todos los días". En cualquier caso, participaciones minoritarias. "No necesitamos tener el 100% de una compañía. Es nuestra forma de ser. Te da más flexibilidad", justifica.
El objetivo de la empresa es llegar a los 1.400 millones de euros de ingresos en 2020. Actualmente, el 15% de las ventas vienen del negocio internacional. Donde no son rentables, en India. "No tenemos previsto ganar dinero en India hasta 2021 o 2022. Asumimos una pérdida allí porque es lo que demanda ese mercado".
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