El cambio de paradigma bancario es ya más que una realidad. Las entidades tradicionales están abocadas a empezar a tomarse en serio a los competidores que todavía hoy siguen denominando "entrantes". Las fintech y otros neobancos están eclipsando el escenario financiero con nuevas propuestas tecnológicas más eficientes para mantener sus ligeras estructuras y, sobre todo, más atractivas para los clientes, que aún miran tras el velo de la desconfianza a la gran banca, la cual lucha por revitalizar su tan perjudicada reputación. El mercado, como siempre, tiene la última palabra. Y las valoraciones de los nuevos actores son una clara señal del futuro más cercano del sector.
Revolut y N26 son dos de los casos más emblemáticos. La primera está valorada en 33.000 millones de dólares (unos 28.600 millones de euros al cambio actual). La segunda superó hace unos días los 9.000 millones de dólares (en torno a 7.800 millones de euros). Con estos niveles, superan con creces a algunos de los principales bancos que cotizan en el Ibex 35. Juntos igualan la capitalización de BBVA, la segunda mayor entidad del país. El mercado otorga un valor bursátil al grupo que capitanea Carlos Torres de 40.134 millones de euros, según el precio de las acciones al cierre de este viernes 5 de noviembre. Con Banco Santander aún mantienen las distancias, puesto que alcanza los 56.756 millones de euros.
A su vez, Revolut gana a CaixaBank, que acaba de absorber a Bankia, cuya capitalización asciende a 20.144 millones de euros. La fintech con sede en Londres y N26 superan con creces al resto de entidades del selectivo de referencia en la Bolsa española. Los inversores creen que Bankinter vale 4.450 millones de euros y Banco Sabadell 3.711 millones de euros. Habría que sumar la valoración bursátil del banco 'naranja' y del catalán para poder alcanzar a la fintech dirigida por Marta Echarri (N26). La gran banca no para de quejarse de que el mercado no está sabiendo ver su verdadero valor en libros, pues cotizan con unos altos descuentos. "Estamos increíblemente baratos" o "estamos sufriendo un castigo excesivo", son algunas de las palabras pronunciadas por los principales banqueros durante sus últimas intervenciones públicas.
La gran banca se queja de que está excesivamente barata y sufriendo un castigo excesivo en Bolsa
En cambio, otros piensan que el mercado ve con estos valores a las entidades tradicionales porque se trata de un sector al que le está costando adaptarse al nuevo entorno. Y eso que durante los últimos meses han hecho un enorme esfuerzo por reducir sus tan pesadas estructuras, despidiendo a miles de empleados y bajando la persiana en otras tantas sucursales; así como imponiendo comisiones en servicios que históricamente habían sido gratis. Todavía deben seguir puliendo sus armadura e invertir en digitalización, tecnología y en la puesta en marcha de iniciativas innovadoras.
En una conversación con La Información, el responsable de Revolut en España, Ignasi Giralt, ha querido aclarar que en realidad la valoración que tienen hoy responde a las expectativas de crecimiento que tienen sus inversores sobre la firma. A través de las distintas rondas de financiación que han ido cerrando, sus socios apuestan por el exponencial avance de la plataforma. En solo cinco años han captado a más de 16 millones de clientes repartidos por 35 países de todo el mundo. La clave, apunta, es que no se comparan con un banco. De hecho, prefiere que se le relacione más bien con una gran empresa de tecnología global como puede ser Google o Facebook.
Prefieren que se les compare con una gran empresa de tecnología global como Google y no con un banco
Giralt ha subrayado que, aunque innovan en el ámbito bancario, no es su único objetivo. Tratan de mejorar todas las finanzas personales de los usuarios desde diferentes esferas. Además, no buscan la monetización a través de las comisiones e intereses, sino que tienen un modelo de suscripción; al tiempo que se empiezan a adentrar en otros sectores como el de los viajes o las criptomonedas. Ahora su foco está puesto en expandirse por Estados Unidos y Latinoamérica.
En N26 opinan de manera similar. Aunque en su caso se sintieron abrumados cuando recientemente lograron cerrar una ronda de financiación Serie E de más de 900 millones de dólares (unos 880 millones de euros). "Estamos super contentos", "fue un éxito total", "es un orgullo porque pone en valor nuestro camino en tan poco tiempo", comentó un portavoz de la fintech en referencia a la última inyección inversora. Cuenta actualmente con 7 millones de clientes y está presente en 25 mercados. Ambos neobancos trabajan centrados en sus planes de crecimiento, pero tienen la vista puesta a su salida a Bolsa. No tienen ninguna fecha prevista para dar el salto al parqué ni tampoco claridad sobre dónde hacerlo, pero es un paso natural que valorarán en su momento.
Revolut y N26 tienen la vista puesta en su salida a Bolsa, pero ahora están centrados en su crecimiento
Se da la circunstancia de algunos de los principales bancos españoles, como BBVA o Banco Santander, están empezando a replicar iniciativas propulsadas por las fintech. En su afán de ganar la batalla, el banco con sede en La Vela ha dado el salto al mercado minorista italiano con la creación de una entidad 100% online. No descarta llegar así a más países. También este verano se estrenó ofreciendo compraventa de bitcoins. El grupo cántabro está tratando de hacer lo mismo con Openbank y su gran iniciativa digital: Digital Consumer Bank, que nace de la fusión de Santander Consumer y su banco online. A las comercialización de monedas digitales igualmente se ha lanzado estos últimos días.
Problemas en captación de capital y normativa
Pero aunque la tecnología financiera avanza imparablemente, existen diversas tareas pendientes a nivel normativo, sobre todo en España. De hecho, tanto Revolut como N26 no han nacido aquí. El presidente de la Asociación Española de Fintech e Insurtech (AEFI), Rodrigo García de la Cruz, ha explicado a este medio que se observan obstáculos sobre todo a nivel de captación de capital. "Países vecinos como Francia, Alemania o Inglaterra están un paso por delante de España", ha deslizado. El Gobierno aprobó la creación de un sandbox financiero, un espacio controlado de pruebas, con sed de convertir al país en una referencia en el ámbito de la innovación. Si bien el sector aún está expectante para ver qué pasa con la segunda edición, ya que parece que no está siendo lo rápido y ágil que se esperaba inicialmente.
García de la Cruz considera que todavía falta cierto apoyo institucional y público para que el sector fintech crezca más, mientras que el marco actual regulatorio tiene muchos tintes de incertidumbre en imposición de normas; "Si bien es cierto que cada vez hay mayor imposición de normativa a nivel europeo, siguen existiendo dificultades principalmente en los plazos de ejecución del ecosistema y la adaptación de la regulación de la supervisión a las velocidades a las que trabaja la innovación", ha añadido.
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