Okta, una cotizada estadounidense valorada en más de 11.000 millones de dólares, ha salido de compras en España para reforzar su oferta tecnológica. La desarrolladora de software para administrar el registro y autenticación de los usuarios en aplicaciones móviles y webs ha sacado la chequera y paga más de 10 millones de euros para hacerse con la firma de origen gallego Arengu. Ésta última, que contaba con el fondo de capital riesgo K Fund como uno de los socios relevantes, desarrolla una herramienta para hacer muchos más sencillos esos flujos de registro en los formularios digitales.
La transacción no se ha hecho pública por parte de la compradora, pero se firmó hace semanas, según explican fuentes conocedoras a La Información. Tanto el equipo fundador, conformado por Jacobo Vidal, Sergio Regueira y Pablo Castro, como el resto de empleados de la startup, que rondaban la decena, han pasado a las filas de Okta, manteniendo sus posiciones desde Coruña. La mayoría forman parte ahora del equipo de ingeniería de la cotizada estadounidense. Según queda reflejado en la red social profesional LinkedIn, el grupo americano cuenta con una plantilla en España de unos 70 trabajadores.
El precio abonado se sitúa entre los 10 y los 20 millones, apuntan las mismas fuentes. Okta aseguró durante su última presentación de resultados trimestrales remitida a la SEC que en el periodo entre febrero y abril de este año había desembolsado un total de 22 millones de dólares (20 millones de euros al cambio actual) para abordar operaciones de compra, lo que supone cinco veces más que el mismo periodo del año anterior. La compañía tiene su matriz en Estados Unidos, por lo que no se pueden saber los ingresos actualizados.
En el accionariado de la compañía de software se situaba K Fund, gestora comandada por Iñaki Arrola y Carina Spzpilka, como uno de los principales socios. El fondo español lideró la ronda de medio millón de euros entre finales de 2019 y principios de 2020, en la que también participaron Lanai y otros business angels. Según queda reflejado en las cuentas del primer fondo de la gestora de capital riesgo, ésta invirtió unos 360.000 euros. Anteriormente respaldó a la empresa el grupo Viko, el veterano holding dedicado a servicios centrados en el comercio electrónico.
Arengu es una empresa que se encuadra en lo que se conoce por las siglas en inglés SaaS. Es una empresa que vende un software a través de una suscripción periódica. Este conjunto de herramientas va encaminado a ofrecer una solución sencilla para construir toda la ‘trastienda’ del registro de usuarios en internet. Cada ‘app’ o web que pide un registro para operar en ella -desde el comercio electrónico a medios- necesita un formulario. La startup ahora adquirida por Okta construye las ‘tripas tecnológicas’ de esos formularios y detrás de todos los pasos que hay detrás de los mismos. Esto refuerza el portfolio de soluciones de la tecnológica con sede en San Francisco (EEUU).
Sus ingresos se basan en el número de registros mensuales y en otras características más para los clientes. Para intentar facilitar la tarea se integra con compañías de mensajería, con plataformas de gestión de clientes (CRM) o con firmas que se dedican a la autenticación. Precisamente entre estas últimas se encuentra Auth0 que desde hace más de un año forma parte de Okta, tras la adquisición que ésta hizo de la primera por más de 6.500 millones de dólares.
A mediados de 2021, la compañía formó parte, junto con la también española Solarmente, del nuevo ‘paquete’ de startups participantes en el programa de aceleración del gigante estadounidense Y Combinator. Se trata de la aceleradora más relevante de Silicon Valley. Además de todo el servicio de mentoría, la firma estadounidense invertía en aquella fecha -cambió los términos en 2022- hasta 150.000 dólares de desembolso a cambio del 7% de las acciones de la compañía.
Sin grandes ventas en 2023
Okta es una empresa cotizada estadounidense que aterrizó en el parqué bursátil en el año 2017 después de atraer a grandes nombres del capital riesgo de Silicon Valley como Andreessen Horowitz, Greylock o Sequoia. Hoy cotiza tres veces por encima de su estreno en aquel año. La capitalización bursátil supera los 11.000 millones de dólares. En el ejercicio fiscal 2023, que acabó el pasado mes de marzo, sus ingresos crecieron un 43% hasta los 1.860 millones de dólares, mientras que las pérdidas netas se situaron en los 815 millones.
Esta transacción se produce en un año 2023 en el que, pese a las previsiones de los analistas, las ventas de compañías no se han disparado precisamente. Muchas voces señalaban a una potencial oleada de consolidación y compras tras el parón de la inversión. Pero el endurecimiento de las condiciones financieras, con los tipos de interés al alza, han frenado esta tendencia. En lo que respecta al mercado español, según datos del Observatorio Español de Startups de la Fundación Bankinter, se han firmado menos de una treintena de operaciones. Y si se excluye la salida a bolsa de H2B2. las dos más destacadas son: la ingeniería de centros de datos Quark, adquirida por Sener, y la plataforma de aprendizaje online IsEazy, comprada por el fondo ProA.
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