China Mobilie, el operador de telecomunicaciones con mayor número de usuarios, ha dado un paso significativo en la exploración de la tecnología de sexta generación (6G) con el lanzamiento del primer satélite dedicado a esta arquitectura. El satélite en cuestión se situará en órbita baja, siendo un modelo de prueba desarrollado de manera conjunta por la firma y la Academia de Ciencias de China.
El prototipo es pionero en la utilización de la arquitectura de diseño 6G y podría suponer un avance radical en la integración de las comunicaciones espaciales y terrestres, informó hoy el diario oficialista China Daily. El dispositivo presenta una arquitectura distribuida de manera autónoma, que permite la reconstrucción de software en órbita, el despliegue flexible de funciones de red central y la gestión automatizada.
China Mobile planea realizar experimentos en órbita con estos dispositivos de prueba con el fin de acelerar la integración y el desarrollo de las industrias de tecnología espacio-terrestre. En junio de 2023, el ministro chino de Industria y Tecnología de la Información, Jin Zhuanglong, afirmó que el país ya está avanzando en la investigación y desarrollo de redes de sexta generación, o 6G.
Jin subrayó entonces los esfuerzos de China para impulsar los sectores emergentes en materia de telecomunicaciones y para mejorar toda la cadena industrial vinculada a las áreas de comunicaciones por redes celular y óptica.
Ventajas de los satélites en órbita
Las ventajas de los satélites en órbita baja, situados a unos 500 kilómetros de altura, son la baja latencia y las altas tasas de transferencia de datos en comparación con los satélites en trayectorias más altas (36.000 km). Es por ello que son consideradas plataformas cruciales para las futuras redes integradas espacio-terrestres. Estos satélites pueden abordar las lagunas de cobertura de señales en las redes móviles terrestres, ofreciendo servicios globales de Internet satelital con mayor ancho de banda.
