Subida del 25%

La OPV del gigante de los chips Arm abre camino con un parqué 'tech' español seco

El estreno de la británica marca el termómetro de valoraciones tras año y medio de ajuste y de paralización de los mercados para los unicornios. España sigue sin salidas relevantes pese a intentos en el pasado de Cabify o Glovo.

Salida a bolsa de ARM
Salida a bolsa de ARM
AP/LAPRESSE

El mercado bursátil ha sido territorio inexplorado para las startups y empresas tecnológicas relevantes en España. Este fuerte ajuste de valoraciones e inversión vivido en el último año y medio no ha hecho más que levantar aún más la barrera de entrada. Con esa sequía aún haciendo estragos, el estreno con fuertes subidas del gigante británico de los chips Arm, en manos de la japonesa Softbank, abre camino. Es la primera de más, pues otras como la empresa de entrega de comida Instacart o la plataforma de datos de marketing Klaviyo, ambas valoradas entre 9.000 y 11.000 millones. Éstas últimas sí que ejercerán más de termómetro para compañías más pequeñas. Todas miran con atención el comportamiento para analizar potenciales movimientos en el mercado local.

Arm no es precisamente una startup. Justo antes del estallido de las puntocom, en 1998, la firma de diseño de software y semiconductores hizo un primer toque de campana en la bolsa londinense. Casi dos décadas después, fue adquirida por Softbank por 32.000 millones de dólares en el arranque de la carrera inversora de los japoneses con su controvertido fondo Vision Fund. Un año después de que las negociaciones con Nvidia para su venta no fructificaron, entre otras razones por la presión del regulador. Finalmente aterriza en bolsa. No es un unicornio, ni el prototipo de empresa 'tech' respaldada por capital riesgo.

Los banqueros de inversión lo ven como un hito más independiente, que no marcará tendencias muy claras pero que servirá para medir la temperatura del agua. La demanda fue de entre 7 y 10 veces más alta de las acciones que se han puesto sobre la mesa en la oferta pública de adquisición. La valoración supera la barrera de los 70.000 millones de dólares tras una fuerte subida que se cerró en el 25%. Esto lo colocaría con un ratio respecto a ganancias de 120 veces (si se compara con el último año fiscal). Estaría por encima de Nvidia, aunque sin la ambiciosa previsión  para próximos trimestres que ha planteado esta última.

El termómetro marca que la temperatura empieza a crecer. Pero la mayoría de los analistas circunscriben esta operación a un sector como el de los semiconductores, con un fuerte calentamiento en los últimos trimestres debido a la alta demanda de estos productos con la explosión de la Inteligencia Artificial (IA) y otros factores. En cola hay otras dos que sí que servirán aún más para marcar tendencias. Y en ambos casos, las compañías han tratado de ir con pies de plomo tras dos años con fuertes ajustes de valoraciones y enfriamiento de la inversión. Se trata de Instacart y Klaviyo. La primera baraja una capitalización e 9.300 millones de dólares (muy por debajo de los 13.000 millones fijados recientemente por la firma). La segunda plantea unos 9.000 millones frente a los 9.500 fijados en la última ronda del verano de 2022.

Unicornios españoles como Cabify, Idealista o Jobandtalent miran desde la distancia al parqué bursátil

Arm abre fuego para que estas dos nuevas salidas a bolsa culminen el año. Se trata de una preparación del terreno para lo que podría venir después. El club de los llamados unicornios -startups valoradas en más de 1.000 millones y respaldadas por fondos de capital riesgo- ha tenido muchas menos incorporaciones en los dos últimos años pero sigue muy poblado. Compañías como la fintech Stripe, el gigante de 'big data' Databricks y otros también han estudiado tocar la campana. De lo que suceda en estas primeras dependerá si dan el paso y, sobre todo, si lo hacen con algo más de optimismo o con más cautela en términos de valoración.

Mercado español seco

Este 'renacimiento' de las salidas a bolsa llega con el mercado español aún seco y sin muchas perspectivas de llenarse. El único toque de campana relevante de una startup en el último año fue justo antes del verano y fue protagonizado por la plataforma de inversión automatizada Indexa Capital en el BME Growth a través de un 'listing' directo in emisión de acciones nuevas. Hoy se sitúa en algo más de 150 millones de euros de capitalización bursátil, prácticamente el precio de salida -hubo una subida significativa en el estreno y los días siguientes y una reducción posterior-. Esa valoración fija múltiplos relativamente conservadores respecto a los 1.700 millones de activos bajo gestión.

En los últimos años ha habido intentos tímidos de aterrizar en bolsa entre los unicornios españoles. Cabify la estudió pero finalmente no se llevó a cabo (y su consejero delegado, Juan de Antonio, repitió una y otra vez que se trataba de "una opción"). Idealista siempre ha sido señalada como potencial candidata, pero hasta ahora ha ido moviéndose entre inversores de capital riesgo, primero con la compra dle 82,6% por Apax en 2015 por 226 millones de euros y luego con la 'toma' por parte de EQT valorándola en más de 1.300 millones. Por último, Jobandtalent es otra de las que fijan los analistas como candidata, aunque no existen planes a corto plazo.

El parqué no ha sido nunca una salida mayoritaria elegida por las startups españolas. La excepción fue el fabricante de cargadores para vehículos eléctricos Wallbox, que aterrizó en Estados Unidos a través de una empresa de 'cheque en blanco' (SPAC). Tradicionalmente, la forma de dar salida a los inversores que las respaldan siempre ha sido la venta a terceras empresas, principalmente internacionales. La última más destacada es la compra de Glovo por Delivery Hero. Lo que suceda en territorio estadounidense, con Arm como punta de lanza e Instacart y Klaviyo como referencias, será relevante para lo que suceda en los próximos trimestres. 

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