Más cambios en la 'teleco'

El 'alma máter' del laboratorio de ideas de Telefónica abandona la compañía

  • Pablo Rodríguez, creador y consejero delegado de Telefónica Alpha, sale meses después de ser reubicado cuando la compañía recortó esa división.
Pablo Rodríguez Telefónica
Pablo Rodríguez Telefónica
EFE

Fue el 'alma máter' del laboratorio de ideas más innovadoras de Telefónica. Puso en marcha Alpha hace casi cuatro años. Ahora, Pablo Rodríguez hace las maletas y se marcha de la operadora de telecomunicaciones. Lo hace meses después de que fuera recolocado cuando la dirección decidió meter la tijera y frenar uno de los dos proyectos que desarrollaba su equipo de ingenieros, vinculado al sector de la energía. La compañía mantiene como consejero delegado al 'número 2' al que colocó como interino.

En los primeros meses del pasado año, Rodríguez recibe la noticia: debía cerrar el proyecto con el que querían 'repensar' la distribución de energía eléctrica en poblaciones de países emergentes para conectarla a los próximos mil millones de personas del mundo. "Ha habido un cuestionamiento interno del proyecto, sobre el encaje que tiene", afirmaban fuentes oficiales de la empresa. En la memoria anual admitían que buscaban "enfocar recursos y esfuerzos en otros proyectos". El directivo mostró su disconformidad y abandonó su puesto como consejero delegado para ser reubicado dentro del equipo del entonces responsable de todo el negocio digital y consumidor (Chief Digital Consumer Officer), Mariano de Beer.

En noviembre de 2019 el presidente de la operadora, José María Álvarez-Pallete, sacude la directiva con una reorganización de todo el comité de dirección que acompaña al plan de acción con el que pide tres años más a los inversores para ejecutar su estrategia. Y De Beer, para el que trabajaba, es sustituido por Chema Alonso, el 'hacker' que hasta ese momento era el jefe de todo el área de 'Datos' de la compañía. Un mes después de ese movimiento, el exjefe del laboratorio Alpha acaba saliendo de la empresa, sin ningún destino que, al menos, haya hecho público.

En un artículo que difundió él mismo no especificó las razones de su salida. Sólo se limitó a asegurar que tenía la sensación "del trabajo hecho, con la innovación en toda Telefónica, integrada en casi todas las unidades e impactando en casi todos los negocios". Y se acordó de un puñado de directivos, como el exjefe de Telefónica I+D, Carlos Domingo, y el actual, David del Val; Enrique Blanco, director global de Sistemas y Redes, o Julio Linares, hoy vicepresidente del consejo de administración.

Cuándo se montó Alpha

Rodríguez puso en marcha Alpha en 2016, mientras él dirigía el centro de I+D en Barcelona. Su espejo era X, el laboratorio de proyectos 'casi imposibles' de Google. El gigante del buscador lo levantó en 2010 y hoy genera algo menos de 500 millones de dólares de ingresos al año, con iniciativas para llevar internet a zonas remotas con globos o para desarrollar coches autónomos.

En el caso de la división de Telefónica, que llegó a ocupar dos plantas del edificio central de la teleco en la Avenida Diagonal de la ciudad condal, necesitó 37 millones de euros en tres ampliaciones de capital por las pérdidas de más de 20 millones acumuladas, sin que lograran ingresos significativos. Llegó a contar con más de un centenar de empleados y dos proyectos. 

El primero de ellos sigue aún en marcha, dedicado a la salud. Ambos con el Massachusetts General Hospital. Uno para crear una 'app' para tratamientos de personas con trastorno obsesivo que consiste en una preocupación fuera de lo normal por algún defecto. El otro era otra aplicación móvil conectada a dispositivos de medición de actividad, para recomendar hábitos saludables. ¿Y el de energía? Ese fue el que cerró sus puertas en 2019. 

Este recorte en Alpha no es el único que se ha llevado a cabo en áreas vinculadas a la innovación en Telefónica. En Wayra, la aceleradora de startups, se comunicó a finales del año pasado la reestructuración de su presencia en Latinoamérica, para cerrar cuatro de los siete centros con los que contaba en la zona para centrarse en Colombia, Argentina y Brasil. Por otro lado, hace unos días se comunicó a sus empleados que "desactivaba" Aura, el sistema de inteligencia artificial basado en la cuarta plataforma y cuyo gran valedor fue Chema Alonso, en prácticamente todos latinos, a excepción de Brasil, tal y como avanzó Vozpopuli y ha podido confirmar este medio.

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