El Gobierno sigue canalizando la ingente demanda de fondos europeos por parte de los distintos sectores económicos. En las últimas semanas, el textil se ha agrupado y ha solicitado al Ministerio de Industria la ejecución de un PERTE exclusivo para el sector, al igual que ha sucedido con el vehículo eléctrico o las energías renovables. El departamento dirigido por Reyes Maroto, no obstante, duda de que esta fórmula sea la adecuada para ayudar a empresas como Adolfo Domínguez o Inditex y, sobre todo, a las pequeñas y medianas compañías presentes en toda la cadena de valor.
La idea de la Secretaría General de Industria que lidera Raúl Blanco es que el sector renuncie a un proyecto propio y, en cambio, canalice sus propuestas a través de otros PERTE que llegarán próximamente, principalmente el dedicado a la economía circular. Blanco ha valorado positivamente distintas manifestaciones de interés que llegaron en el pasado al ministerio y giraban en torno al uso de fibras textiles forestales -un tejido que se elabora a partir de la madera y está en auge- en la producción de prendas, pero considera que la propuesta es similar a la de otros sectores como el del papel.
Los deseos de Industria chocan frontalmente con los del sector. Tanto las principales empresas como las pequeñas y medianas han constituido recientemente una suerte de lobby bautizado como Observatorio del Textil y Moda, que ha supuesto la unión por primera vez del textil y la moda para presionar al Gobierno y obtener fondos de Bruselas. La alianza dio sus primeros pasos en abril, con el encargo de un estudio a Deloitte para que calculara la cantidad de fondos europeos potenciales para el sector. Las fuentes consultadas indican que el dinero, aproximadamente 11.000 millones, según las conclusiones de la consultora, llegaría en su mayoría a las pymes y no tanto a grandes grupos como Tendam (Cortefiel), Mango o Inditex, también presentes.
El Observatorio Textil ya advirtió hace semanas que la medida era "fundamental" para transformar su modelo productivo. Al mismo tiempo, recordaron que han sido una de las principales víctimas de la pandemia por las restricciones -de aforo y horario, principalmente- y están tardando en ver la luz al final de túnel por las presiones inflacionarias. De momento, han recibido el apoyo de gobiernos autonómicos como el de Galicia. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, destacó que esta iniciativa es trascendental para impulsar la creación de nuevas fábricas textiles en la región.
Las distintas posturas se visualizaron recientemente durante una jornada informativa sobre los fondos europeos, a la que asistió Blanco y contó con la presencia de distintos directivos de grandes empresas como la ingeniería Técnicas Reunidas o la multinacional mexicana Cemex. También lo hizo Adolfo Domínguez, a través de su presidenta Adriana Domínguez, que asistía como recién nombrada presidenta del Observatorio Textil. La ejecutiva le trasladó al secretario de Estado tras su ponencia las dudas respecto a qué criterios utiliza Industria para decidir las propuestas que se llevan ante Bruselas.
Proyectos aprobados y en estudio
Hasta el momento, el Gobierno tiene sobre la mesa siete PERTE. Aprobados están el del vehículo eléctrico, el de la salud y el de las energías renovables. Destaca sobre todo el primero de ellos, que movilizará ayudas por 3.000 millones de euros y fue calificado por la ministra Reyes Maroto de "oportunidad histórica". Por contra, el PERTE aeroespacial y el dedicado a la industria agroalimentaria están de momento en estudio, mientras que los centrados en la economía social y en el impulso de la lengua únicamente han sido únicamente anunciados.
El del textil es ahora mismo más un deseo que una realidad. El estado del proyecto está en una fase similar a la del PERTE turístico, que cuenta con el impulso de las principales compañías del sector (Meliá y Hotusa, entre otros) y aún no han avanzado en las negociaciones pese a presionar públicamente al Gobierno durante las jornadas de la última edición de la Feria Internacional del Turismo (Fitur). Ante la reivindicación, el Gobierno se puso de perfil y se cubrió las espaldas al afirmar que las ayudas europeas movilizadas para el sector hasta ahora ya suponen "un PERTE en sí mismo".
Los PERTE han movilizado también a consultoras y prestigiosos despachos de abogados, que están presentes en sus labores de asesoramiento a la administración y a las empresas. En Garrigues consideran que se trata de una nueva figura de colaboración público-privada cuya naturaleza "no queda por ahora muy clara". En un tono similar se pronunció PwC en uno de sus análisis periódicos sobre el paquete de ayudas europeas, donde destacó que la puesta en marcha de estos proyectos estaba "llena de negociaciones, dudas y polémicas".
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