El dinero de Europa para recuperarse tras la pandemia llegará con el objetivo de transformar algunos sectores. Para el transporte se prevé que las inversiones millonarias creen un nuevo status quo, en el que el tren, favorito de la Administración por sus menores emisiones de CO2, le gane la partida al avión como nuevo rey en el sistema de transporte. En este sentido, uno de los programas del Ministerio de Transportes busca impulsar el negocio de mercancías, por el que se quiere conseguir que el ferrocarril duplique su cuota de mercado. Pero en el Gobierno se ha abierto el abanico a muchos más actores, hasta el punto de permitir que el gestor aeroportuario Aena también pueda sumarse.
Así se desprende del primer documento de trabajo, en cuya elaboración ha participado la ingeniería pública Ineco. En dicho programa se detallan qué partidas de los Next Generation de Bruselas encajan en el plan del Gobierno bautizado como Mercancías 30. Y, pese a que el grueso de las líneas de ayudas se dirijan a los operadores ferroviarios (Renfe, Adif y las empresas privadas), el gestor aeroportuario podrá acogerse a una ayuda de hasta 111 millones de euros para un programa dedicado a combustibles alternativos (GNL e Hidrógeno) en aeropuertos. Esta ayuda sería compartida con organismos del sector marítimo como Puertos del Estado.
El documento de trabajo es el primer informe que Transportes ha publicado tras una primera toma de contacto con el sector. A la primera reunión asistieron miembros del Centro de promoción del transporte de mercancías por ferrocarril (CPTMF), la Asociación de propietarios y operadores de vagones de España (FAPROVE) y la Unión de Operadores de Transporte Combinado (UOTC). También asistieron directivos de Renfe, de Transfesa Logistics, de Ecorail y de la Asociación de Empresas Ferroviarias Privadas (AEFP). No hubo ningún representante del sector aéreo ni marítimo.
El ministerio se ha marcado además un calendario para seguir la ejecución del plan y el cumplimiento de los hitos fijados, principalmente el porcentaje de inversión ejecutada respecto al total previsto inicialmente. A ello se suma la posibilidad de modificar y actuar la hoja de ruta, aunque, salvo necesidad manifiesta, el documento de la iniciativa se actualizará de manera completa a mitad del periodo de vigencia, en 2025.
Pese no a ser el grueso de su actividad, el negocio de carga forma parte de los ingresos aeroportuarios de Aena. Su recuperación tras el impacto por la pandemia ha sido superior respecto al tráfico de pasajeros. Como prueba, los últimos datos divulgados hasta octubre, en los que se aprecia un crecimiento a doble dígito respecto el mismo mes de 2020 y, además, cifras que rozan los niveles previos a la pandemia. Los dos principales aeropuertos para Aena en este negocio son el de Madrid-Barajas y el de Zaragoza, integrado en un centro intermodal de transporte (ferrocarril, carretera y avión) que constituye "la mayor plataforma logística del sur de Europa", según Aena.
Al margen de las mencionadas subvenciones por el uso de combustibles limpios, Aena ha buscado subirse al maná de los Next Generation de la mano de las aerolíneas. Aunque no se ha concretado ningún proyecto de manera oficial, en el sector se ha especulado con que tanto Aena, en su condición de gestor de los aeropuertos españoles, como la aerolínea Iberia y el fabricante Airbus trabajan en proyectos con empresas de infraestructuras, energía y tecnología para optar a distintos proyectos financiables desde Bruselas. La previsión era que el gestor aeroportuario y la aerolínea del grupo IAG pudiesen hacer de Barajas un 'hub' de carga para competir por con el transporte de mercancías que transita desde Asia y Europa hacia América.
El tren, 'mimado' con los fondos UE
Las ayudas enmarcadas en la sostenibilidad del transporte aéreo es solo una pequeña partida si se compara con todas las que tiene dedicadas el tren. Al margen del negocio de mercancías, el sector ferroviario tiene destinados grandes programas de ayuda para que mejore sus números en tráfico de viajeros. Basta con comprobar que el gestor ferroviario Adif es a día de hoy el líder de las ayudas europeas, habida cuenta que acapara aproximadamente el 70% de fondos europeos, como explicó La Información. Todo ello se debe a la orden de Europa de impulsar la descarbonización en los próximos ocho años y reducir el nivel de emisiones de gases de efecto invernadero en un 55%.
En este sentido, Aena ha sido objeto de críticas, entre otras cosas, por las ampliaciones de sus aeropuertos y el elevado impacto ambiental que comportan. La de Barcelona-El Prat cayó y algunos partidos políticos llegaron a calificar la de Madrid-Barajas como contrario al Acuerdo De París sobre cambio climático. La compañía, por su parte, ha tratado de explicar que su nueva hoja de ruta no pasa necesariamente por aeropuertos más grandes y, además, que va a tratar que estas infraestructuras sean más verdes. En este sentido, ha avanzado en su Plan Fotovoltaico para alcanzar que en 2026 el 100% de consumo de la red de Aena llegue de fuentes renovables en nuestros aeropuertos.
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