Beatriz Corredor sorprendió a los asistentes a la junta de accionistas de este martes al anunciar que el Red Eléctrica, a partir de ahora, pasará a llamarse Redeia. La presidenta de la empresa controlada al 20% por la Sepi ha cifrado en alrededor de 213.000 euros el coste del 'lavado de cara' de la compañía. Un presupuesto que Corredor calificó de "austero". El cambio, que se aplicará progresivamente, tiene una lectura estratégica, pues responde al interés de la empresa de romper el corsé regulatorio y ponerse en valor como holding.
El ticker actual de la matriz, oficialmente llamada Red Eléctrica Corporación y que cotiza en el Ibex 35, es REE. Este se sustituirá por RED. Con esta decisión de agrupar bajo un mismo paraguas todas las filiales del grupo, la compañía consolida su apuesta por la diversificación, apostando especialmente por el negocio de las telecomunicaciones. Una estrategia que se remonta a la etapa en la que Jordi Sevilla dirigía la compañía.
Redeia -escrito en minúsculas- nace como un nuevo holding que aglutinará a las cinco divisiones del grupo. Desde Redinter, la nueva marca de la filial internacional, hasta el negocio de telecomunicaciones Reintel, pasando por Hispasat, su división de satélites, o Elewit, su plataforma tecnológica.
Dentro del nuevo holding, el negocio tradicional del grupo, mantendrá el nombre original (Red Eléctrica). En el 'cara a cara' con los accionistas, Corredor insistió en que, a pesar del nacimiento de Redeia, el grupo seguirá "fiel a su esencia y misión". Con este apunte, la presidenta lanza un mensaje de calma, al incidir en que el grupo seguirá priorizando su responsabilidad como servicio público, frente a un imparable proceso de expansión que no siempre ha sido bien entendido por los responsables de la política energética nacional.
La nueva carta de presentación de la compañía convierte al negocio regulado en un primus inter pares. La estrategia pone de manifiesto el empeño de REE por revalorizar cada uno de sus negocios liberalizados, independientemente de su labor como gestora de las redes eléctricas. Este criterio ha calado en otros gigantes del sector energético como Naturgy, que trabaja en el proyecto Géminis para separar definitivamente su negocio libre del regulado. Otras como Repsol buscan aliarse con socios estratégicos en cada división, a fin de disparar el valor en bolsa del grupo.
Redeia confirma la apuesta de REE por diversificar su cartera, algo que tradicionalmente ha generado el rechazo de los responsables de la política energética nacional
El lanzamiento de Redeia, un nombre que según Corredor "evoca fluidez y dinamismo", confirma que la compañía está dispuesta a romper moldes, algo que ya sugería el Plan Estratégico 2025. Esta hoja de ruta, que la empresa presentó en febrero del año pasado, eleva el apetito inversor de REE a 4.400 millones hasta el final del periodo.
Del total, 735 millones se destinarán a expandir la nueva generación de conectividad, apostando por el negocio de fibra óptica y por el potencial de la tecnología satelital, a través de Reintel e Hispasat. Precisamente, el grupo cerró en diciembre del año pasado la venta de un 49 % de Reintel al fondo KKR por 971 millones de euros. El éxito de esta operación ha llevado a la compañía a estudiar la venta de participaciones minoritarias de otros activos a posibles socios estratégicos, de acuerdo con distintas fuentes del sector.
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