Los nuevos AVE, para verano

Los mantenimientos y el retraso en las entregas lastran la operativa de Renfe

La demora en la entrega de los trenes Avril y las necesarias revisiones de varios trenes Alvia dejan a la operadora sin trenes disponibles para operar servicios habituales a Cádiz, Asturias o Salamanca. 

Tren Alvia serie 730 de Renfe
Renfe, al límite por la escasez de trenes: varias ciudades sin billetes desde marzo
Víctor de Elena

Renfe se asoma a una tormenta perfecta que podría afectar a sus operaciones durante los próximos meses por falta de material rodante. A la recuperación de la demanda de viajeros tras la pandemia, se suman las ampliaciones de la red de alta velocidad con la misma flota de trenes que tenía antes de la covid, por lo que la operadora pública tiene limitado su margen para ofrecer nuevos trayectos e incluso mantener los que ya hay. Este proceso ya estaría afectando, a día de hoy, a la venta de billetes para determinados destinos. 

Ciudades como Cádiz tienen bloqueada la disposición de trenes hacia Sevilla o Madrid a partir del 1 de marzo por falta de material disponible para prestar estos servicios, comercializados bajo la marca 'Alvia'. La ciudad andaluza todavía no ha recuperado las frecuencias que tenía antes de la pandemia, y que Renfe redujo alegando una menor demanda, aunque ésta ya ha vuelto a los niveles de 2019. Algo similar sucede con Algeciras, que ahora cuenta con un servicio diario pese a que llegó a tener dos al día, o con el tren diario entre Salamanca y Barcelona. 

Inevitable mantenimiento

La llegada de la alta velocidad a puntos como Galicia o Asturias -prevista para mayo pero que se retrasará hasta verano como pronto- ha hecho que los trenes de las series 130 y 730 hayan tenido que efectuar muchos más kilómetros de los programados durante los últimos años, algo que colude con los fijados en los pliegos de mantenimiento de la operadora. Las decisiones políticas también han obligado a la operadora a destinar unidades a puntos como Extremadura o Galicia para garantizar los servicios de larga distancia, pese a que no fueran las unidades más eficientes para optimizar la rotación del material. 

Esta mayor exigencia ha hecho que los trenes utilizados para prestar estos servicios tengan que pasar por taller antes de tiempo para realizar sus mantenimientos programados. Se trata de 44 unidades de las series 130 (eléctrica) y 730 (diésel y eléctrica) que debido al kilometraje acumulado y a sus veinte años en servicio, tienen que efectuar su revisión de media vida. Su paso por el taller se alarga un mínimo de tres meses por unidad, tiempo que Renfe aprovechará para reformar su interiorismo, aunque ocho de ellos ya están de nuevo en las vías. 

Como durante ese período de reposo no pueden prestar servicio, esto afecta a los destinos que tienen asignados normalmente. Estos trenes ya están siendo sustituidos por otros de las restantes series que Renfe tiene disponibles. Es el caso, por ejemplo, de los que unen Gijón con Madrid, que pese a ser un trayecto totalmente electrificado, se está prestando con trenes de la serie 730, diseñados para realizar parte del trayecto haciendo uso de su generador diésel. Llegado el momento, Renfe no descarta hacer uso de otros trenes con menor capacidad y velocidad máxima, como las series 120 y 121. 

Todo condicionado a la llegada de los nuevos trenes

La otra pata de esta pequeña 'crisis' se explica por el retraso en la entrega de los nuevos trenes Avril de Talgo, que este febrero cumplirán un año desde que arrancaron sus pruebas y siguen sin tener fecha para ponerse en servicio. El pedido que Renfe efectuó a la constructora ferroviaria incluye trenes de ancho fijo, que se destinarán a servicios en Francia y trenes Avlo (de bajo coste) entre Madrid y Barcelona, y que según fuentes del sector, no llegarán antes del verano. A estos hay que sumar otra tanda de trenes de ancho variable que se dedicarán a otras relaciones, pero su entrega no se ejecutará hasta finales de año, como pronto

Fuentes de la compañía aseguran a La Información que "el parque está bien dimensionado" y que están tratando de mejorar la disponibilidad diaria de los trenes . Una vez estos nuevos trenes entren en servicio, Renfe podrá flexibilizar su parque móvil y ampliar su oferta comercial a nuevos destinos, aprovechando las últimas extensiones de la red de alta velocidad. Mientras que las nuevas unidades irán destinadas a puntos como Galicia o Asturias, las reformadas se dedicarán a servicios como el futuro tren directo entre Teruel y Madrid, que no tiene fecha de inicio. 

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