200 millones de deuda

Repsol acelera para vender a EIG el 25% de su filial de Exploración este verano

La petrolera y el fondo estadounidense pulen los últimos detalles del acuerdo para el traspaso de una minoría del negocio de Upstream, tras valorarlo en 16.000 millones.

El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz
El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz
EFE

Repsol no quiere irse de vacaciones sin atar la venta de una minoría de su negocio de Exploración y Producción a EIG Global Energy Partners. La petrolera ha 'apretado' a su auditor, la big four PwC, para que cierre sus cuentas del primer semestre a la mayor brevedad, a fin de compartir con el fondo estadounidense los números actualizados de su filial de upstream. El objetivo de Repsol, según distintas fuentes financieras consultadas por La Información, es cerrar el traspaso de una minoría de este negocio antes del parón estival, una vez fijada la valoración del 100% de la división de crudo y gas en 16.000 millones de euros.

Existen dos cuestiones decisivas que comprador y vendedor aún están negociando. El porcentaje de la filial que quedará en manos de EIG es uno de ellos. La intención de Repsol es colocar un 25%, aunque fuentes próximas a las conversaciones aseguran que este aspecto aún sigue abierto, siempre limitando la participación de EIG a una minoría que deje en manos de Repsol el poder de gestión. Con esta operación, la petrolera podría recaudar alrededor de 4.000 millones.

EIG, además, ha marcado una línea roja en el conjunto de litigios que acumula la división de Exploración de la petrolera española. El fondo quiere evitar a toda costa este riesgo, lo que ha llevado a ambas partes a revisar minuciosamente este punto y a plantear la introducción de una cláusula que exima a EIG de responsabilidades ante eventuales fallos desfavorables por procesos judiciales anteriores a su desembarco.

La elevada litigiosidad asociada al negocio de Exploración y Producción se refleja cada año en las cuentas de la compañía que dirige Josu Jon Imaz. Al cierre de 2021, el balance de Repsol incluyó provisiones por pleitos por un total de 779 millones de euros. Además de otros procesos abiertos, judiciales o administrativos, con trascendencia fiscal. A 31 de diciembre del pasado ejercicio, el grupo energético informó de provisiones por un importe conjunto de 1.332 millones correspondientes a posiciones fiscales inciertas por impuestos sobre beneficios, la mayoría vinculadas a la filial en venta.

El 7 de junio, el grupo admitió en un hecho relevante a la CNMV que se encuentra "analizando diversas oportunidades y propuestas relacionadas con el negocio de Exploración y Producción, sin que se haya tomado ninguna decisión al respecto". Repsol no aportó nombres entonces ni ha vuelto a hacer referencia a este tema, pero fuentes del mercado aseguran que la petrolera se encuentra en conversaciones avanzadas con el fondo con sede en Washington. Ambas partes aspiran a cerrar un acuerdo antes del frenazo por vacaciones, con vistas a hacer efectivo el traspaso a la vuelta del verano.

El mercado recibió con optimismo el interés de EIG por el negocio tradicional de Repsol. Los títulos de la compañía se apuntaron una subida del 3,5% en bolsa el día en que la empresa lanzó el citado comunicado. Según las fuentes consultadas, el área de crudo y gas arrastra una deuda de casi 200 millones de euros. KPMG está asesorando a Repsol en esta operación, como adelantó La Información, mientras que PJT Partners es el asesor de EIG, según las fuentes consultadas.

Repsol ha asegurado que su hoja de ruta pasa por "el mantenimiento y la consolidación a largo plazo" del negocio de crudo y gas. Fuentes del mercado señalan que no es posible descartar una futura segregación de la filial de upstream, un movimiento que casaría con los planes de transición energética y descarbonización del grupo. De hecho, el exhaustivo carve out que está acometiendo la compañía para pulir su filial de Exploración el camino a esta vía. Por su parte, el fondo ha encarado la negociación con la idea preliminar de desinvertir en un periodo de 5 años, un ciclo corto teniendo en cuenta la magnitud del desembolso previsto. 

Repsol y EIG buscan una fórmula que permita eximir al fondo de cualquier responsabilidad derivada de los litigios que arrastra la filial de Exploración

El grupo que pilota Imaz viene de afrontar un año frenético... y no solo por la crisis energética mundial. Al arranque de 2021, la petrolera coqueteó con una salida a bolsa de Repsol Renovables, su filial de energías limpias, un plan del que la empresa acabó desistiendo para negociar la venta directa de una minoría (25%) a un inversor. Tras una larga pugna, el consorcio formado por Crédit Agricole Assurances y Energy Infrastructure Partners (EIP) se impuso al resto de candidatos. Con esta operación, la compañía se embolsó 905 millones de euros, como comunicó oficialmente el 9 de junio. 

La idea detrás de la venta de una participación de Exploración y Producción es emplear esa inyección de liquidez en impulsar el negocio de bajas emisiones del grupo. Por el momento, Repsol se encuentra sondeando la compra del grupo italiano PLT Energia, que el mercado ha valorado inicialmente en el entorno de los 1.000 millones de euros. Si logra cerrar el trato con EIG en los tiempos previstos, la petrolera se armaría con munición suficiente para dar la batalla en el país transalpino.

Mostrar comentarios