Número rojos de 487 millones

Repsol entra en pérdidas hasta marzo por el desplome de la demanda con la Covid

Imaz detallará el nuevo Plan Estratégico el 5 de mayo.
Imaz detallará el nuevo Plan Estratégico el 5 de mayo.
L. I. / Archivo

Repsol ha entrado en pérdidas en el primer trimestre del año. Tres meses en los que la crisis del coronavirus y el hundimiento del precio del petróleo y de la demanda han generado en la petrolera española un agujero de 487 millones de euros, frente a las ganancias de 608 millones que obtuvo en el mismo trimestre del año pasado. En este primer trimestre sus inventarios se han depreciado en 790 millones por el impacto extraordinario de la volatilidad de las materias primas en este periodo.

"Esta cifra se alcanzó en un contexto de extraordinaria dificultad, marcado por la brusca y profunda caída de los precios del crudo y del gas, el desplome de la demanda por el covid-19 y el papel de servicio público esencial desempeñado por Repsol en la crisis sanitaria global", apunta la compañía en el hecho relevante enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). El hecho de que los resultados hayan superado las expectativas de los expertos y de que la petrolera se decida a mantener su dividendo le permite rebotar un 6,7% en el Ibex hasta los 8,24 euros pasadas las 10:15 horas

En lo que respecta a su resultado neto ajustado, que mide exclusivamente el desempeño de los negocios, se hundió un 27,7% hasta marzo a los 447 millones de euros, "lo que refleja la fortaleza y resiliencia de la compañía", según apunta ésta en el comunicado remitido al regulador. En la firma inciden en que a lo largo del primer trimestre y pese a las circunstancias excepcionales, Repsol ha mantenido activas sus instalaciones, incluso las que podrían haber cerrado a causa del estado de alarma (como algunas de sus estaciones de servicio) para poder desempeñar su papel de servicio público esencial.

La cotización media de los crudos Brent y el crudo estadounidense West Texas Intermediate (WTI) disminuyó un 21% y un 17%, respectivamente, respecto a los primeros tres meses de 2019. Al cierre del trimestre, el Brent cotizaba por debajo de 20 dólares por barril. En el caso del gas, los descensos fueron todavía más bruscos, con caídas que oscilaron entre el 36%, en el caso del Henry Hub, y el 56% en el del Algonquín.

Plan de resiliencia y abono de dividendo

La compañía ha decidido adoptar un Plan de Resiliencia para 2020 que contempla reducciones añadidas de más de 350 millones de euros en los gastos operativos y de más de 1.000 millones en las inversiones, y que llevaría también a optimizar el capital circulante en unos 800 millones respecto a lo inicialmente presupuestado en el arranque del ejercicio. La deuda neta a 31 de marzo alcanzó los 4.478 millones de euros, frente a los 4.220 millones del cierre del ejercicio anterior, si bien la empresa descarta que al cierre del ejercicio ésta vaya a incrementarse en relación a 2019.

Por otra parte, la española se compromete a mantener el dividendo anunciado de 1 euro por acción a cuenta de los resultados de este año, del que los primeros 0,55 euros se llevarán a cabo en julio bajo la fórmula de 'scrip dividend' (dividendo en acciones), una vez lo haya aprobado la próxima Junta General de Accionistas. Además, seguirá adelante con la reducción de capital mediante amortización de acciones propias prevista para "compensar el efecto dilutivo de los scrip dividend". Por otra parte, la petrolera ha reforzado su situación de liquidez en el mes de abril con dos emisiones de bonos, a 5 y 10 años, por un total de 1.500 millones de euros.

El Consejero Delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha querido poner en valor la respuesta de la compañía ante la pandemia, al asegurar que está "orgulloso de la forma en que Repsol se ha adaptado a este escenario, y ha empleado todas sus capacidades tecnológicas, industriales y humanas también para luchar contra el coronavirus". Desde su punto de vista, la compañía "cuenta con una cultura de disciplina, flexibilidad y cooperación que nos permite afrontar retos como el que esta crisis está representando. Esta cultura también es fundamental para resolver los desafíos a los que se enfrenta nuestra industria, ante los que reafirmamos nuestro compromiso de liderar la transición energética".

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