Junta de accionistas 2022

El Sabadell fía su rentabilidad a los tipos y a su destreza para contener el riesgo

El presidente del banco, Josep Oliu, prevé que la normalización monetaria llevará al sector bancario a una situación más favorable, siempre y cuando se consiga mantener el CoR en tasas moderadas. 

Josep Oliu, presidente de Sabadell
Josep Oliu, presidente de Banco Sabadell
L.I.

El presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu, confía en que la rentabilidad futura del sector se verá impulsada y logrará unos niveles más favorables gracias a la expectativa de subida de tipos de interés. El banquero incluso espera dos movimientos al alza por parte del Banco Central Europeo (BCE) para este año. No obstante, esta mejora está condicionada al mantenimiento del coste de riesgo (CoR, por sus siglas en inglés) en tasas moderadas, según ha indicado el número uno del banco catalán durante su intervención inicial en la junta general ordinaria de accionistas de 2022 que ha tenido lugar este jueves. 

También ha remarcado que la banca en general y el Sabadell en particular se encuentran en una posición muy reforzada de solvencia y liquidez para hacer frente a los próximos retos, sobre todo empresariales. Oliu cree que la incertidumbre de la guerra, que se ha reflejado por el momento en una escalada en los precios de la energía y las materias primas, así como en episodios de escasez de algunas de ellas, afectan materialmente al tejido productivo. Por ello, si el foco de atención del grupo en 2021 fue la reducción de costes, durante este ejercicio será el control de la morosidad, acompañando a las empresas que puedan sufrir los efectos del desabastecimiento o de un alto coste de sus inputs para adaptarse a la nueva circunstancia que salga después de la guerra.

El conflicto armado desembocará previsiblemente en un nuevo orden. "Sin perjuicio de un análisis más pormenorizado, todo apunta a que estos hechos configurarán una nueva etapa en las relaciones internacionales, no solo políticas, sino también económicas", ha señalado el presidente no ejecutivo del Sabadell. Considera que en este próximo escenario primarán las movimientos orientados al fortalecimiento de las relaciones y estrategias regionales, donde el papel de la cohesión de la Unión Europea va a ser un factor "determinante". 

La economía mantendrá la senda de recuperación postpandemia durante este ejercicio, pero Oliu reconoce cierta atenuación del crecimiento por el impacto negativo de la invasión rusa a Ucrania. Para el banquero, aunque el Covid-19 sigue estando presente, ha perdido centralidad como condicionante de la actividad económica debido al incremento paulatino de las tasas de vacunación. Para el directivo, la experiencia de la crisis sanitaria queda como un ejemplo de gestión bien hecha y de colaboración entre la banca y los poderes públicos, pues las moratorias hipotecarias y las garantías del ICO han evitado lo que puso ser un shock de graves consecuencias. 

"El Covid ha perdido centralidad como condicionante de la economía y ahora la prudencia debe centrarse en encarar posibles efectos de la guerra"

"A día de hoy, y por el momento, se puede decir que la crisis del Covid no ha tenido un efecto significativo sobre la mora en el sistema crediticio. No obstante, la coincidencia del final de los vencimientos de los préstamos amparados por la garantía del ICO con el inicio de la disrupción producida por el estallido de la guerra recomienda prudencia para encarar posibles efectos", ha subrayado Oliu. En esta línea, está convencido de que algunos elementos conductores de los cambios del entorno se acelerarán. Si en la pandemia se aceleró la digitalización, ahora prevé mayores inversiones en energías limpias. 

En otro orden de cosas, Oliu ha realizado un repaso sobre los resultados de Banco Sabadell durante 2021, asegurando que les sitúan en el camino deseado. Reflejo de ello considera que es el comportamiento de la cotización de las acciones del banco, que se revalorizaron un 67% en 2021. No obstante, reconoce el deterioro sufrido desde el inicio de la guerra, que ha recortado las ganancias en un 25%. Este buen comportamiento ha afirmado que se debe a la ejecución "impecable" del equipo de gestión y a la recuperación de la confianza del mercado en su capacidad de cara al futuro, revelándose "muy exitosa" la decisión estratégica de seguir en solitario. 

De hecho, ha asegurado que el consejo de administración planteará, en los años sucesivos, incrementar la retribución al accionista a medida que se vayan consolidando tasas de beneficio superiores y se afiance la generación interna de capital. La entidad retribuirá con un dividendo de 0,03 euros con cargo a 2021. El órgano de gestión aprobó la distribución de este dividendo en efectivo de 0,03 euros brutos por acción, lo que supone un 'pay out' del 31,8% sobre los resultados de 2021

Posteriormente a su intervención le tocó el turno al consejero delegado, César González-Bueno. El CEO de Banco Sabadell ha comenzado su discurso realizando un repaso de los hitos más destacados de 2021, entre los que apuntó a la nueva estructura organizativa, a los cambios en la gobernanza, a la reducción de costes mediante el Expediente de Regulación de Empleo (ERE), al Plan Estratégico que finaliza en 2023, al giro positivo de TSB o a la estrategia de sostenibilidad. "Tenemos unos fundamentales sólidos y una hoja de ruta clara para seguir mejorando la rentabilidad en el futuro", ha añadido. 

Durante el encuentro y, previamente a aprobar los distintos puntos del orden del día, sindicatos y accionistas han trasladado a la dirección sus principales preocupaciones. La financiación de armas controvertidas, la reestructuración de la plantilla, la ficticia digitalización de la banca, la presión comercial, la falta de bienestar de los empleados en las sucursales ante multitud de "latigazos", las altas remuneraciones o la poca igualdad de género en la cúpula -la entidad no llega al 30% actualmente-, como es habitual, han centrado las discusiones. 

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