Sabadell se olvida de la multa de Guindos y elige a KPMG como auditor de cuentas

  • La firma auditora fue sancionada por el exministro en 2010 a raíz de sus trabajos en la CAM, que luego fue adquirida por la entidad que preside Oliu
Fotografía Oliú, Sabadell
Fotografía Oliú, Sabadell
Sabadell

Sorpresa no exenta de cierto estupor en los mercados financieros. El consejo de administración del Banco Sabadell se ha decantado por KPMG como auditor para los próximos tres años de la entidad que preside Josep Oliu. La decisión, que tendrá que ser refrendada en la junta general de accionistas, tiene una clara significación si se observa que KPMG fue multada por el Ministerio de Economía por su trabajo de verificación y análisis de cuentas en la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) correspondiente al ejercicio de 2010. La CAM fue adquirida posteriormente, en 2011, por el Banco Sabadell

El anterior ministro y hoy vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, firmó una sanción de 2,4 millones de euros en mayo de 2017 contra KPMG a raíz de las investigaciones efectuadas por el Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC) a todas las firmas auditoras de las antiguas cajas de ahorros. Las pesquisas del ICAC determinaron que KPMG no había actuado con suficiente independencia al haber sido contratada también por la CAM para otros servicios de consultoría.

Esta doble labor asesora está ahora prohibida por la Ley de Auditoría y fue el motivo principal que determinó la calificación de infracción muy grave y la correspondiente multa. KPMG justificó su trabajo profesional y se ratificó en el trabajo efectuado argumentando la plena autonomía funcional de sus auditores, quienes acusaron posteriormente a la CAM de haberles ocultado información contable esencial para lleva a cabo su trabajo.

Sea como fuere, la auditoría de 2010 efectuada por KPMG en la CAM fue puesta en tela de juicio cuando se conocieron posteriormente los resultados de los test de estrés realizados a todos los grandes bancos europeos. Dichas pruebas efectuadas a instancia de los organismos supervisores del BCE afloraron en la CAM unas pérdidas sin declarar por importe superior a los 4.500 millones de euros cuando previamente la entidad habría informado de unos resultados positivos de 200 millones de euros.

El conflicto de intereses, tanto a nivel administrativo como en sede judicial, invitaba a pensar que el Banco Sabadell desistiría ahora de confiar a KPMG el examen de sus estados financieros para los próximos años. No en vano la entidad catalana fue el comprador de la CAM en una operación apoyada en ayudas públicas que se han llegado a estimar en casi 12.000 millones de euros, dependiendo de la cobertura que sea necesaria para provisionar los quebrantos de la antigua caja alicantina.

Contrato de casi 6 millones de euros

La auditoría del grupo Sabadell era uno de los premios gordos que todavía quedaban por repartir en el sector. PwC, el proveedor de servicios hasta el pasado año y que ha estado trabajando durante tres décadas con la entidad catalana, percibió en 2017 más de 5,9 millones de euros, incluyendo 832.000 euros de servicios distintos de la propia función auditora. El contrato, aparte de su elevada cuantía, suponía también una buena oportunidad para Deloitte, la gran sacrificada en el mercado bancario tras la crisis de Bankia y la consiguiente multa impuesta también por Guindos.

El Banco Sabadell ha considerado que la vinculación de KPMG con la CAM no debe condicionar la operación ni alterar la capacidad profesional acreditada por la firma que preside en España Hilario Albarracín. De hecho, a lo largo del pasado año KPMG fue la firma que obtuvo los más generosos contratos de las grandes empresas del Ibex 35, asumiendo sucesivamente las auditorías de Acciona, Aena, BBVA e Iberdrola. Referencias a las que ahora va a sumar la no menos importante del banco que preside Josep Oliu.

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