Santander cierra con éxito una fase crítica de su integración con Popular

  • Cuando se complete la integración tecnológica en Galicia compenzará  la negociación del segundo ERE, que podría afectar a 2.700 empleados
Banco Popular
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AGUSTÍN IGLESIAS - Archivo

Despacio, pero con buena letra. Así transcurre la integración tecnológica de Banco Popular y Banco Santander. El proceso comenzó a desarrollarse el pasado mes de noviembre en Galicia, donde Popular contaba con algo más de 200 oficinas, la mayoría de ellas de Banco Pastor. Las dos primeras fases, de un total de cuatro, se han completado con éxito recientemente, según aseguran diversas fuentes sindicales y ha confirmado el propio banco.

La integración tecnológica, que consiste en acoplar los sistemas informáticos de ambas entidades, es una de las fases más importantes de toda fusión bancaria. Que se lo pregunten a Sabadell, cuyos problemas con la migración de la plataforma informática de TSB le llevaron hasta el Parlamento de Reino Unido y le han costado más de 300 millones de euros.

Al contrario que el banco de origen catalán, Santander ha descartado el modelo ‘big bang’ -acometer toda la fusión en un fin de semana-, para hacerlo paulatinamente y en diversas fases, tras las cuales los clientes de Popular mantendrán sus números de cuenta y de tarjeta.

Galicia cuenta con clientes de Pastor, Popular y Santander

Se escogió Galicia para arrancar la integración porque este territorio supone una representación a pequeña escala de todo el grupo, cuenta con clientes de Pastor y de Popular, lo que elevaba el grado de complejidad de la operación, y porque existe un alto grado de solapamiento entre las redes de ambos bancos.

Según los representantes de los trabajadores, los problemas que fueron surgiendo con la migración de los primeros bloques de sucursales se han solventado sin problemas. “Hubo pequeñas incidencias lógicas en las primeras oficinas, pero nada comparables con las que surgieron en 2012, con la integración de los sistemas de Popular y Pastor”, comenta una empleada de Pastor, que destaca la formación que está impartiendo el banco cántabro a los trabajadores del grupo Popular.

De las dos fases que restan para completar la integración tecnológica en Galicia, una está previsto que se acometa en febrero y la otra en marzo. Así, a partir de abril, Santander podría extender la migración informática al resto de territorios españoles para concluir todo el proceso en junio. En cualquier caso, algunas fuentes sindicales consultadas, dada la buena marcha de proceso, no descartan que la hoja de ruta prevista pueda acelerarse.

En las oficinas en las que ya se ha completado la integración, se ha comenzado el proceso de ‘rebranding’, es decir, se está cambiando la cartelería magenta y blanca con la marca de Popular y Pastor por la roja con la llama de Santander. Por su parte, la integración de ambos grupos en Portugal se completó en octubre.

Ajuste de 2.000 empleados en la red

Una vez concluya en marzo la integración tecnológica en territorio gallego, está previsto que Banco Santander comience a negociar con los sindicatos el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en la red de oficinas, que afectaría a unos 1.080 empleados, de acuerdo a la diversas presentaciones internas a las que tiene acceso este medio que realizó Santander para su consejo de administración antes de adquirir Popular.

No obstante, según estos documentos, de carácter confidencial, podrían salir otros 900 empleados que dan soporte a la red comercial, así como otros 700 trabajadores más de los servicios centrales. Según la presentación, el excedente de empleados en los servicios centrales de ambas entidades sería de 1.850 trabajadores. Teniendo en cuenta que en el primer ERE salieron 1.100, aún estarían solapados 750 puestos de trabajo en los servicios centrales.

De este modo, con el segundo ERE podrían abandonar la firma algo más de 2.700 trabajadores, casi 2.000 de la red y el resto de las oficinas centrales, siempre según los cálculos realizados por Santander en mayo de 2017, cuando su consejo de administración aprobó la compra en resolución de Banco Popular.

Las condiciones del nuevo recorte de plantilla serán similares a las del primer ERE, que tenía prejubilaciones a partir de los 50 años y el 80% del salario y bajas incentivadas con 40 días por año y un límite de 24 mensualidades, según proyectan los representantes de los trabajadores.

Por otra parte, según han trasladado diversos empleados de Popular, con la entrada de un nuevo año, los trabajadores de la entidad resuelta han sido dados de alta en la Seguridad Social como trabajadores de Banco Santander.

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