La empresa automovilística Skoda espera vender más de 30.000 unidades en España en 2023, lo que supondría un avance del 30% respecto a 2022 y un récord de ventas para la compañía checa en el país. "Puede ser un año interesante para la marca", señala el director general de Skoda España, Fidel Jiménez de Parga, en un encuentro celebrado por la empresa este martes. Además del número de matriculaciones, la empresa checa espera concluir el presente ejercicio con una rentabilidad del 3,3%, en términos de beneficio antes de impuestos sobre facturación, un porcentaje que se traduciría en "un dato histórico para la compañía".
A su vez, la marca perteneciente al Grupo Volkswagen prevé cerrar el año con una cuota de mercado por encima del 3%, dentro del objetivo de colocarse entre las diez primeras entidades en venta de coches en España. Respecto a las previsiones para el próximo ejercicio, Skoda aspira a comercializar 40.000 unidades y escalar hasta un 4% de la cuota de mercado, dentro de un entorno marcado por la competencia de las marcas chinas -especialmente en el vehículo eléctrico- y los vaivenes del mercado.
Se trata de un avance más limitado, ya que la compañía entiende que "la demanda no será superior en 2024" y "es difícil que se recuperen las cifras prepandemia", en palabras del director general de Skoda en España. Asimismo, pretende ampliar la red de concesionarios -pese a que se habrían reducido las ventas en estos mínimamente- y potenciar el alquiler de vehículos, sector en el que la entidad cuenta con un 5% de cuota de mercado.
Skoda producirá seis modelos de coches eléctricos a partir de 2026 en la fábrica del Grupo Volkswagen en Pamplona (Navarra), dentro de la apuesta de la compañía por la electrificación, en la que invertirá cerca de 625.000 millones de euros en los próximos años a nivel mundial.
Skoda es uno de los principales productores a nivel europeo, con una cifra en torno a los 625.000 coches en 2023, un 23% más que el año anterior, pese a los problemas ocasionados durante el primer semestre del año por el efecto de la crisis de suministro de semiconductores de 2022 o las incidencias estructurales acaecidas en varias fábricas de la República Checa.
En términos económicos, la facturación se sitúa cerca de los 20.000 millones de euros, mientras que la rentabilidad de la compañía supera el 6%, lo que la hace la más rentable del grupo, un porcentaje que tienen el objetivo de mejorar hasta el 10%, según su plan de ruta. "Queremos ser una de las cinco marcas clave del mercado europeo, ahora somos la séptima", asegura Jiménez de Parga, que ha explicado que los precios de los vehículos se ha incrementado por la subida de los tipos y la dependencia de República Checa -donde se encuentran las principales plantas de la firma- del gas ruso.
