El Supremo respalda el despido de la jefa de Microsoft España que infló Windows

  • La exdirectiva alegó que la 'trama' de documentos "falsos" que creó para elevar las ventas del sistema operativo habían prescrito antes de su salida.
4. Microsoft
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El despido de la directiva del gigante tecnológico Microsoft en España por inflar ventas del sistema operativo Windows a Hewlett-Packard (HP) con una 'trama' de documentos falsos es procedente. Así lo respalda el Tribunal Supremo, que no admite en un auto judicial la demanda de la ya exjefa, quien alegaba que los hechos en los que se basaba su salida habían prescrito.

Esos hechos arrancan a principios de 2015. La que por aquel entonces era jefa de ventas de Windows para fabricantes de ordenador creó un sistema junto a su equipo para realizar descuentos por encima del 5% -que era el autorizado por la matriz del gigante- a HP. ¿Cómo lo hacía? Contrató falsas campañas de promoción a una empresa de publicidad, que entregaba el dinero a la distribuidora autorizada, que compraba los productos en Irlanda y los servía al fabricante de ordenadores. La firma de marketing se quedaba con una comisión del 11%.

Tras ejecutar ocho órdenes "falsas" de publicidad, por valor de 205.000 euros, la directiva y su equipo decidieron desistir al entender que el único que se beneficiaba era la firma de marketing "porque HP no vinculaba el Home and Business Office -software de Windows- a todos sus ordenadores". La despedida defendió que su objetivo no era el beneficio propio buscando mejorar el cumplimiento de objetivos de su departamento sino "evitar la piratería".

Varios asaltos judiciales

El primer asalto en los tribunales fue en un juzgado de lo social de Madrid que a principios de 2018 quitó la razón a Microsoft y entendió que el despido era improcedente porque no se podía catalogar como disciplinario. El segundo tuvo lugar en el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Madrid, que tumbó esa primera sentencia: entendía que los hechos por los que el despido se calificó de disciplinario (y, por tanto, procedente) no habían prescrito.

Esta segunda sentencia volvió a ser recurrida por la directiva ante el Tribunal Supremo, alegando exactamente lo mismo: el retraso. Se jugaba una indemnización elevada o el abono de todos los salarios dejados de percibir hasta su posible readmisión (el salario bruto anual era de 270.000 euros). El primer visto bueno a una campaña 'falsa' de publicidad se produjo a mediados de 2016 y la última fue en noviembre. Su defensa insistía en que había que contabilizar desde el primer hecho castigado (la primera campaña) y no desde el último.

Ahora, el Tribunal Supremo descarta, en un auto consultado por La Información, esta posibilidad y recuerda que el plazo de seis meses de prescripción cuenta desde que la empresa es consciente de los actos. En este caso, Microsoft no lo fue hasta que concluyó la investigación interna en los primeros días de abril de 2017. Un mes después se ejecutó el despido disciplinario. El Alto Tribunal lamenta que la directiva no presentó elementos "novedosos y relevantes" respecto a lo planteado por el Alto Tribunal en una providencia de marzo.

Estructura fiscal en Irlanda

Se cierra así este capítulo. Consultada en su momento por La Información, la empresa asegura que cuenta con un código de conducta profesional, cumplimiento y buen gobierno que deben respetar todos los empleados. “Microsoft detectó que se había cometido una práctica irregular que contravenía nuestro código de conducta y, como consecuencia, ejecutamos las medidas disciplinarias que estimamos convenientes, poniendo fin a dicha práctica”, concluyó.

La compañía, cuya sede central está en Redmond (Estados Unidos), tiene una estructura societaria similar al de otros gigantes tecnológicos. Su filial, Microsoft Ibérica, ejerce como comisionista de otras empresas del grupo, fundamentalmente su matriz en Irlanda. En su ejercicio fiscal 2018 -que acaba en junio de ese año- declaró unos ingresos de 217 millones de euros.

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