Las telecos echan el resto para robar más clientes este año con Euskaltel al ataque

Quedan apenas siete días para terminar el año y las operadoras de telecomunicaciones echan el resto con su política comercial para rebañar las últimas portabilidades. Lo hacen con descuentos más o menos agresivos en sus paquetes convergentes. El más duro es Euskaltel, que ha pasado al ataque con sus productos de fibra y móvil más económicos a precios de menos de 20 euros. La teleco vasca lo hace justo antes del lanzamiento de su operador nacional con la marca Virgin.

Los nueve primeros meses de este año han mantenido la temperatura en máximos. en ese tiempo los cambios de operador -que en muchos casos tiene el precio como uno de los grandes argumentos- han sumado una media de 600.000 al mes, rozando el techo de los 700.000 en algunas ocasiones. El final de año no iba a ser una excepción de este escenario de fortísima competencia, especialmente en el 'low cost'.

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Las principales operadoras han sacado sus armas que, básicamente, son los descuentos. Telefónica echa mano del fútbol y las series en plena Navidad y plantea descuentos de entre el 40% y el 50% para sus paquetes con La Liga y el contenido audiovisual. Lo hace por tres meses, un periodo muy inferior a lo vivido durante el pasado verano con la segunda parte de la guerra del fútbol.

Orange sí que rescata descuentos del 50% de mayor duración para uno de sus paquetes más completos. Para el resto lo rebaja a tres meses. En el caso de Jazztel, su marca 'intermedia', la agresividad es menor y sólo se limita a incorporar, como hacen el resto, paquetes de gigas de datos gratuitos para este periodo navideño. ¿Y Vodafone? La operadora británica recorta todos sus precios al 50% durante un trimestre. Con su segunda marca de bajo coste, Lowi, mantiene una política comercial menos agresiva, con una oferta convergente algo más cara de la que mantuvo hasta octubre.

El grupo Másmóvil es el señalado por todos como uno de los 'culpables' de esta fiebre por el 'low cost' y esta bajada generalizada de los precios en el mercado español. Y, curiosamente, es el que menos rebajas hacen de unos precios que ya de por sí parten de un nivel bajo. Sólo recortan precios en Yoigo durante tres meses entre un 15% y un 35% para las tarifas convergentes. En Másmóvil, diez euros de rebaja en sus productos más completos.

El que ha pasado claramente al ataque ha sido Euskaltel. La operadora vasca se está jugando el cierre del cuarto trimestre después de que en el tercero viviera una ligera recuperación en captación de clientes y en ingresos, aunque éstos últimos se encuentran aún en rojo respecto al año anterior (-0,4%). La firma dirigida por José Miguel García, exCEO de Jazztel, mantiene precios a derribo en sus paquetes más económicos, con descuentos de hasta el 75% durante los próximos seis meses (y de entre el 26% y el 36% durante uno y dos años) para los más caros.

Esta agresividad comercial de la operadora controlada por el fondo británico Zegona llega justo cuando los planes para el lanzamiento de su marca Virgin en toda España se ha ido retrasando. El objetivo de la operadora era poner en marcha su quinto operador nacional durante los últimos meses de este 2019. Sin embargo, las dificultades económicas (y la abultada deuda) han tenido un peso importante. Aún así, Orange firmó definitivamente el pacto para venderle su red de fibra y móvil con algunas mejoras en las condiciones.

El resto de grandes operadores del mercado nacional fue muy claro cuando se pusieron sobre la mesa los planes de expansión: amenazan con ofertas muy agresivas en el norte de España si el grupo vasco acaba rompiendo el mercado con el quinto jugador. Su mercado de origen es mucho más rentable para ellos, con ingresos medios por cliente elevados (por encima de los 60 euros), sólo por debajo de los de Telefónica.

Este es el escenario que se espera para los próximos días de Navidad. En las telecos nadie afloja la presión comercial, aunque unos son más agresivos que otros. En juego está en salir bien en la foto no sólo de las ganancias netas de clientes sino, sobre todo, de los ingresos trimestrales -últimamente castigados por esta fuerte competencia-.