Fortalece la caja

El gigante TUI vende 11 hoteles a la saga balear Ramis para vacunarse de la Covid

El turoperador más grande del mundo reduce su exposición a los activos hoteleros en España. Traspasa los inmuebles a una sociedad conjunta con empresarios españoles.

TUI Group pierde 236,7 millones en sus primeros nueve meses fiscales, casi un 18% menos
Oficinas centrales de TUI en Alemania.
EUROPA PRESS

Las operaciones de venta en el mercado hotelero continúan pese a los brotes verdes de recuperación tras la crisis del coronavirus. Uno de los protagonistas más activos en esta aventura ha sido el gigante TUI, actualmente el turoperador más grande del mundo. El grupo alemán ha activado distintas opciones de desinversión durante este verano. A la gran venta de hoteles a su socio hotelero RIU, con quien comparte accionariado en distintos establecimientos, le sigue ahora otra similar con la familia balear Ramis, a quien ha traspasado 11 hoteles (ocho en propiedad y tres en régimen de alquiler) en una operación cerrada este mismo mes de octubre.

De la compraventa subyace la intención de buscar liquidez y mantener a la vez parte de estos inmuebles, pero reduciendo su exposición. La clave está en que los activos traspasados, concentrados en la sociedad Nordotel, han sido adquiridos por los Ramis a través de una sociedad de la que también TUI participa, pero solo al 50%. Se trata de Grupotel Dos, que tuvo ingresos por valor de 49,28 millones de euros en 2019, en el que fue el ejercicio sin coronavirus y año récord del turismo en España. Nordotel, por su parte, tiene repartidos sus hoteles en las dos islas españolas. En Canarias cuenta con establecimientos en Lanzarote, Gran Canaria y Fuerteventura; en Baleares se concentra en Ibiza y Mallorca. También tiene un hotel en Portugal, en Algarve, y otro en Francia, en Córcega.

La familia Ramis maneja un gran grupo de hoteles en Mallorca, enclave al que TUI considera una de sus plazas más estratégicas por el elevado atractivo que tiene para los viajeros británicos y belgas, además, por descontado, de los alemanes. Con un portfolio 6.389 habitaciones, de acuerdo a datos de 2018 recopilados por la prensa especializada, la saga balear figuraría en el ranking de grandes familias hoteleras españolas, superando en número de establecimientos, entre otros, a la cadena Be Lives, de la familia Hidalgo (Globalia). 

Esta última venta de TUI, cuya información se puso esta semana a disposición de los inversores, calca en muchos aspectos la gran operación firmada con RIU hace apenas unos meses. En aquella ocasión, el acuerdo se cerró con la compra de la participación del 49% que la compañía de Carmen Riu no ostentaba hasta entonces en 19 hoteles (tenía el 51% restante). El acuerdo se cerró por 670 millones, según plasmaron las partes en un comunicado. Además de la adquisición de estos inmuebles, que operaban ya bajo la marca RIU Hotels & Resorts, se incluyeron terrenos con proyectos en desarrollo en México y Senegal.

Las fuentes consultadas por La Información apuntan ahora a otras claves sobre esta nueva transacción. De nuevo se trata de una operación defensiva, puesto que los grupos hoteleros prefieren comprar estos activos para aliviar la situación financiera del turoperador. El motivo: los clientes de turoperación son fieles al turoperador -y no al hotelero-. Una caída del turoperador, como sucedió con la quiebra de Thomas Cook, afectaría también a sus socios, a los que alimenta de turistas de distintas partes del mundo. De hecho, hoteleros españoles, encabezados por Miguel Fluxá (Iberostar), quisieron impedir la desaparición del grupo británico en 2019, intentando -sin éxito-reunir 200 millones de euros.

Lo cierto es que TUI no pasa por su mejor momento. Acaba de anunciar esta semana una ampliación de capital -la segunda en lo que va de año- de 1.100 millones de euros para refinanciar su deuda. La compañía alemana ofrecerá 523.520.778 acciones nuevas a una proporción de suscripción de 10 acciones nuevas por cada 21 títulos existentes. Se espera que su principal accionista, Unifirm Limited, el vehículo inversor del multimillonario ruso Alexei Mordashov, apoye esta estrategia y acuda a la operación haciendo valer sus derechos de suscripción preferente.

La crisis hotelera y el coronavirus

La crisis del coronavirus ha empujado a distintos grupos a desprenderse de sus activos para buscar liquidez. Lo han hecho con distintas fórmulas que han tenido un denominador común: la voluntad de vender inmuebles sin perder la capacidad de explotarlos. Un caso ha sido el de Meliá, que optó por traspasar ocho hoteles a una sociedad controlada principalmente por Bankinter. El volumen de la transacción ascendía a 230 millones de euros, aproximadamente, cumpliendo así las previsiones de ingresos que se había marcado la compañía de los Escarrer para fortalecer su posición de liquidez. Otras ventas las ha llevado a cabo la cadena española NH, controlada por el grupo tailandés Minor. La cotizada cerró la venta del hotel Calderón de Barcelona. En paralelo, llevó a cabo una ampliación de capital por valor de 107 millones de euros.

La parálisis de la industria turística ha llevado a otros grupos a buscar soluciones mucho más desesperadas. Distintas grandes firmas han llamado a la puerta del fondo de recapitalización de la SEPI, controlado por el Gobierno a través del Ministerio de Hacienda. Cadenas como Hotusa, Room Mate o Hesperia se han echado en manos de este bote salvavidas dotado con 10.000 millones de fondos europeos para salvar empresas estratégicas. De las mencionadas, que suman en conjunto peticiones de más de 400 millones, solo una de ellas, Hotusa, del empresario Amancio López, ha obtenido luz verde del consejo gestor de la SEPI y del Consejo de Ministros. Su rescate ascenderá a 241 millones de euros, a través de un préstamo participativo de 190 millones. El importe restante equivale a una ayuda ordinaria.

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