Un plan por definir

El BCE se cita con la cúpula de Unicaja antes de cerrar los ajustes del consejo

El organismo central mantiene una reunión con el objetivo de presentar al nuevo equipo de supervisión, coincidiendo con los días previos para que el banco reequilibre su máximo órgano de gobierno.

Manuel Azuaga
Manuel Azuaga, actual presidente de Unicaja.
Europa Press

El Banco Central Europeo (BCE) y la cúpula de Unicaja Banco se ven las caras. Representantes de la entidad central y el banco malagueño han mantenido una reunión este jueves, en una cita que se produce tras los últimos cambios que la entidad financiera ha emprendido en el consejo de administración y, no obstante, todavía deben completarse antes de que llegue el mes de agosto. Los deberes por acabar pasan por reequilibrar el número de miembros de su órgano de gobierno con una fórmula muy sencilla sobre el papel: dar entrada a un nuevo independiente sin que su encaje provoque fricciones.

Según las fuentes consultadas por La Información, la cita, de carácter protocolario, sirvió como evento de presentación de los miembros del equipo de la junta supervisora (JST, por sus siglas en inglés) del BCE y la cúpula del banco, representada principalmente por el presidente, Manuel Azuaga. El motivo principal ha sido el relevo que se ha dado en la cúpula del organismo supranacional, donde sus cargos tienen carácter rotatorio y un mandato delimitado por períodos de entre tres y cinco años. 

Al margen de este encuentro y a causa de los últimos cambios acontecidos en el seno del consejo de Unicaja, el BCE se ha entrevistado también con los nuevos consejeros del banco, entre ellos Rafael Domínguez de la Maza (dominical) y Carolina Martínez Caro e Isidoro Unda (independientes). Estos encuentros del organismo con los ejecutivos de la entidad con sede en Fráncfort forman parte de los exámenes de idoneidad que lleva a cabo para medir la formación y dedicación de los integrantes de las grandes entidades financieras. 

La reestructuración pendiente

La cita BCE-Unicaja ha llegado con la particular cuenta atrás del banco malagueño en marcha, con apenas 15 días para definir sus cambios definitivos en el consejo. Para adecuarse a las leyes que rigen el buen gobierno corporativo, el banco debe introducir a un sexto consejero independiente y así cumplir con un equilibrio sano de que estos últimos representen, al menos, el 50% del total de los miembros. La opción de que este miembro sea mujer coge fuerza por momentos, habida cuenta de que de esta fórmula mejoraría por partida doble las recomendaciones, ya que también reforzaría la paridad en el consejo al lograr un umbral del 40% de miembros mujeres antes de que finalizara el año.

La buena gobernanza es un tema sumamente significativo para la entidad financiera. El Banco Central Europeo y el Banco de España llevan tiempo advirtiendo que los problemas de este tipo en los bancos pueden traducirse en mayores requisitos de capital. Este fantasma ya sobrevoló con la salida voluntaria del consejero independiente Manuel Conthe, otrora expresidente de la CNMV, el pasado mes de febrero, que invalidó los compromisos de la entidad malagueña con el BCE para lograr el plácet a la fusión con Liberbank. No obstante, la entidad sigue cumpliendo con holgura estos requisitos a día de hoy.

La entrada de una mujer independiente en el consejo permitiría a Unicaja alcanzar el umbral del 40% de paridad recomendado 

Pese a que la decisión de dar entrada a un nuevo independiente parece sencilla, este no está exento de obstáculos, ya que puede obligar a mover las sillas de los consejeros ya asentados en Unicaja. De no ser así, se rebasaría el máximo número de miembros recomendados para un consejo (15) y, por tanto, se incurriría en otra mala praxis del buen gobierno corporativo. La duda está en quién deberá dejar su sitio si tampoco se quiere rebasar esa línea roja, como ya sucedió el pasado mes de febrero.

Una posibilidad que se baraja es priorizar la entrada del nuevo independiente frente a la ratificación de uno de los dominicales que ya había conseguido su sillón, pero no lo ha formalizado. Esa vía apunta que Domínguez de la Maza, quien todavía no tiene el plácet del BCE (fit & proper, en la jerga financiera) para ser miembro de pleno derecho. Más aventurado parece sacrificar a quien ya ha iniciado su mandato y todavía no lo ha agotado, como Ernesto Tinajero. El empresario mexicano, que cuenta con aproximadamente el 3% de los títulos de la entidad y procede de Liberbank, ya fue sondeado para que dejara su puesto.

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