"Un mercado clave", así considera a España la multinacional danesa Vestas. La empresa no cesa en su empeño y asegura que continuará la búsqueda inversores con potencial durante el próximo año para "impulsar la reindustrialización" de la zona de la planta del municipio lucense de Viveiro. Algo que realizará en colaboración con las autoridades españolas. Después de que los trabajadores decidiesen este jueves el fin de su lucha, una vez que la plantilla de la fábrica de aerogeneradores de Chavín ha recibido las cartas de despido y el finiquito, Vestas indica en un comunicado que sopesa transformar la planta en un centro de operación y mantenimiento.
Vestas dice que "pese a los desencuentros surgidos durante el proceso de negociación, valora muy positivamente la actitud de los trabajadores que ha permitido cerrar el acuerdo y la de las administraciones públicas", con las que seguirá trabajando "mano a mano" para buscar soluciones para las instalaciones de Viveiro. El acuerdo implica un plan de prejubilaciones para los mayores de 55 años e indemnizaciones de hasta 67 días de salario por año trabajado, en función de cada caso.
Ese compromiso "pone fin al conflicto surgido tras finalizar la negociación del despido colectivo de los 115 trabajadores de la planta", según la empresa. Destaca que el acuerdo ha sido refrendado por los trabajadores de la fábrica y firmado por el comité de empresa, integrado por los sindicatos UGT, CCOO y CIG, y que "resulta satisfactorio para las partes implicadas", ya que mejora las condiciones del personal que haya decidido no adscribirse a las vacantes ofrecidas.
La empresa explica que lo acordado incluye una ampliación del plazo para que los empleados interesados puedan acceder a los nuevos puestos creados tras la reconversión de la fábrica en un centro de operación y mantenimiento y que implica la retirada de la demanda judicial que impugnaba el despido colectivo. La dirección de Vestas asegura que a partir de ahora buscará inversores para la fábrica porque España sigue siendo "un mercado clave" para la compañía que cuenta con más de 4,8 GW de turbinas instaladas, 6 GW en mantenimiento y más de 2.200 empleados, en la fábrica de palas en Daimiel (Ciudad Real), operaciones de mantenimiento y una sede regional de la zona mediterránea en Madrid.
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