Vodafone empeora sus cifras en España. La operadora cerró el último trimestre del año con una caída del 8,7% de sus ingresos por servicio, es decir, los que proceden de los productos vinculados directamente a la conectividad. Esto supone casi tres puntos porcentuales más de descenso respecto al trimestre justamente anterior. La compañía lo achaca a la "agresividad comercial" en el mercado y a una pérdida en la base de clientes. Hay que tener en cuenta que anunció en ese mismo periodo el incremento de los precios, vinculándolos al IPC, mientras el resto de sus competidores se guardaron sus cartas hasta bien avanzado el 'curso'.
En concreto, según las cifras hechas públicas hoy por el grupo, la división española cerró 858 millones de euros de ingresos por servicio (un 8,7% menos) y con un volumen total, incluyendo ventas de dispositivos y otros negocios adyacentes, de 971 millones. Es el primer balance que hace el holding desde que se incluyó a la filial dentro del 'clúster europeo', una suerte de 'bajón' corporativo al sacarlo del grupo de los principales mercados entre los que están Reino Unido o Alemania.
Esto supone un empeoramiento claro del negocio, pues en el tercer trimestre del año natural (segundo de su año fiscal) la empresa redujo estos mismos ingresos por servicio un 6%. Este fuerte descenso lo achaca a un menor crecimiento de los ingresos por roaming y a la "fuerte demanda comercial" en el periodo del año anterior además de una reducción gradual de los aumentos de precio que se implementaron en el periodo anterior.
También admite que tuvo influencia la salida de su red de Lebara, la OMV en manos de Másmóvil que tras la terminación del contrato mayorista se ha alojado en la infraestructura móvil y fija de Orange. A esto, la teleco británica suma la "continua competencia" de precios en el segmento de más valor, una menor base de clientes y una reducción en las tarifas de terminación móvil, reguladas por la Unión Europea.
Subida con el IPC
Una de las claves, que también reconoce la propia empresa, es el anuncio previo de la subida de precios para vincularlos al IPC a partir de 2023. La comunicación se hizo justo en plena campaña de captación de clientes, entre septiembre y octubre (este último mes es el que afecta para los resultados actuales). La base de clientes de contrato móvil se recortó en 19.000 líneas, mientras que los de banda ancha lo hicieron en 27.000. La base de contratos convergentes también se redujo.
La tendencia trimestral no ha dejado de empeorar en estos últimos dos años. La operadora acumula seis trimestres consecutivos de caídas en los ingresos por servicio. La última vez que estuvo en positivo fue en los primeros tres meses de su año fiscal 2022. A partir de ahí acumula caídas que en esta ocasión en el periodo entre los meses de octubre y diciembre se ha intensificado notablemente. Desde la compañía insisten en que el impacto de un mercado "hipercompetitivo" (en el que más de un 60% de las portabilidades se hacen en el segmento low cost) sigue notándose en las cuentas, pero muestran un cierto optimismo por la tendencia en las altas netas de este mes de enero.
Vodafone España sigue en la búsqueda de un nuevo consejero delegado. No ha dado ningún tipo de plazo para la designación: "A su debido tiempo".. Deberá ser antes del 31 de marzo, fecha en la que se hará efectiva la dimisión del actual primer ejecutivo, Colman Deegan. Éste sale después de dos años en el cargo y sin que se haya materializado la unión con Másmóvil. La decisión de colocar a España en el llamado 'clúster europeo' -que implicaba perder 'poder' en la estructura al no reportar ya directamente al CEO global- era una manera más de abrir la puerta de salida.
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