El precio de los billetes, en el punto de mira

El Supremo pone bajo revisión las cláusulas de Volotea a sus pasajeros

La compañía española de bajo coste tendrá que defender la subida de precios de los billetes por las tasas aeroportuarias o incrementos adicionales tras la compra. 

Volotea
Un avión de Volotea
VOLOTEA

La justicia decidirá en los próximos meses si las condiciones que Volotea establece a sus pasajeros son o no abusivas. El Tribunal Supremo acaba de aceptar un recurso de casación de la asociación de consumidores financieros Asufin para examinar tres de las cláusulas que actualmente la compañía -también otras aerolíneas del sector- aplica sobre sus clientes, sobre todo por recargos adicionales una vez formalizada la compra. Esta resolución, contra la que no cabe recurso, pone en marcha una contrarreloj que vaticina que en los próximos seis meses habrá una resolución final sobre los términos y condiciones que tiene implantada la compañía aérea.

Asufin ha puesto en la diana varias condiciones que Volotea a día de hoy mantiene vigentes. Todas ellas giran en torno al precio del billete una vez formalizada la venta. Una de las más importantes es un recargo adicional en el precio final si aumentan las tasas que el gestor aeroportuario Aena cobra a la aerolínea por usar su infraestructura. En esta cláusula (4.2), Volotea se reserva la opción de cancelar las reservas de aquellos pasajeros que "no hayan procedido al abono de la diferencia antes de volar".

Para Asufin, esta cláusula debería terminar siendo nula "por tener carácter abusivo". El razonamiento, simple: "La compañía aérea no puede llevar a cabo la repercusión de la variación de las tasas aeroportuarias tras la formalización de la reserva por el pasajero, siendo dicho proceder una modificación del contrato, cuando el precio que abona un consumidor en el momento de realizar la reserva ha de ser final y no provisional". Así lo determinó ya en 2016 la justicia europea, con un fallo sobre Air Berlin

Otro de los puntos polémicos es el cobro de cinco euros por la devolución de las tasas aeroportuarias en el supuesto de que el pasajero finalmente no pueda volar (cláusula 4.4). Pese a resolverse con un mero trámite, este supuesto puede suponer una factura todavía mayor cuando el problema afecta a una familia con varios miembros y cuando el viaje contratado incluye un trayecto de ida y otro de vuelta -se cobra por cada uno-, explica Camino González-Fanjul, abogada de Asufin experta en reclamaciones aéreas. 

La justicia ya tumbó varias cláusulas de Volotea por abusivas en 2020

Cierra el listado de cláusulas a revisar la penalización de 30 euros en el caso de que el pasajero solicite imprimir la tarjeta de embarque en el aeropuerto, a diferencia de realizar este mismo proceso (check-in) de manera telemática, en cuyo caso el pasajero no tiene que hacer ningún pago adicional. Hasta el momento, la justicia entiende que este cargo es un servicio accesorio, aclara Marisa Protomártir, también de Asufin, por lo que puede ser calificado como caro o barato, pero no abusivo. 

Tercer y último asalto 

No es la primera vez que Volotea y Asufin se ven las caras en los tribunales. De hecho, esta asociación ya ha conseguido anular cinco de sus cláusulas en los tres últimos años. En 2020, la compañía aérea sufrió un revés desde el titular del Juzgado de lo Mercantil 3 de Gijón que impidió, entre otras cosas, la inspección de equipaje y poder denegar el transporte. Volotea, por su parte, explicó que las condiciones impugnadas no fueron "en ningún caso" fueron calificadas como "contrarias a derecho". 

Un juzgado de Oviedo también se ha pronunciado recientemente en contra de la compañía por la reprogramación de uno de sus vuelos. El juez entendió que la compañía vulneró el derecho de dos pasajeros, pese a que sí se había realizado un aviso con 14 días de antelación a través de la agencia londinense Lastminute. Los afectados, en cambio, se enteraron de la reprogramación cuatro días antes de la salida del vuelo, lo que les obligó a buscar otro medio de transporte.

El resto de aerolíneas también están en el ojo del huracán por las condiciones de viaje. Otra gran organización de usuarios como la OCU publicó recientemente en un comunicado que las compañías aéreas no pueden cobrar suplementos por el equipaje de mano, como en este caso lleva a cabo Ryanair. "Esta práctica ha sido nuevamente rechazada por Sentencia de 17 de junio de 2022 por el juzgado de lo Mercantil número 1 de Madrid", explicó la asociación el pasado mes de agosto, a modo de recordatorio ante el repunte de actividad con motivo del periodo estival.

En términos globales, la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), dependiente del Ministerio de Transportes, registró 20.145 reclamaciones de los consumidores en 2021, en una clasificación liderada por las grandes aerolíneas como Iberia o Air Europa. Volotea aparece a más distancia, con 400 reclamaciones (el 2% del total), en un año en el que transportó a 817.057 viajeros. Registraron cifras similares aerolíneas como Air Nostrum (536) o Plus Ultra (605), si bien esta última presentó cifras más llamativas tras analizar su ratio entre quejas y pasajeros transportados.

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