El grupo sueco Volvo, que fabrica automóviles, camiones, autobuses y maquinaria pesada, ha informado este jueves de que su beneficio neto en el tercer trimestre ha ascendido a 8.630 millones de coronas (783 millones de euros al cambio actual), lo que supone una subida del 22% en comparación con los 7.050 (640 millones de euros) del año pasado.
En el tercer trimestre, las ventas netas ascendieron a 114.917 millones de coronas suecas (10.439 millones de euros), frente a 85.258 (7.744 millones de euros) en el mismo periodo del año anterior. Esto ha contribuido a que, durante los nueve primeros meses, las ventas netas hayan subido a 339.176 millones de coronas (30.790 millones de euros), frente a 269.838 (24.955 millones de euros) durante el mismo periodo del año anterior. El margen operacional cayó del 11 al 10,3%, mientras que en la división de camiones, la principal del consorcio, lo hizo del 10,9 al 10%.
Los camiones de Volvo han seguido ganando cuota de mercado en la mayoría de los mercados, pero para gestionar la cartera de pedidos y la subida de la inflación y de los costes, el fabricante sueco mantiene su política "restrictiva" a la hora de aceptar nuevos pedidos muy diferidos en el tiempo. La entrada neta de pedidos de camiones subió en el tercer trimestre en un 27%, mientras que las entregas lo hicieron en un 21%, dos cifras que suponen un récord para dicho periodo del año.
Con respecto a los pronósticos totales para 2022, Volvo mantiene sus cifras para Europa y América del Norte y China, reduce las de Brasil y mejora las que corresponden a la India, una tendencia que se refleja también en los pronósticos para 2023.
El consejero delegado, Martin Lundstedt, ha advertido en un comunicado de que la "incertidumbre" en cuanto a la coyuntura macroeconómica va en aumento. "Los costes relacionados con la energía, los materiales y las disrupciones de las cadenas de suministro siguen incrementándose y suponen un reto, y trabajamos de forma activa para tratar de compensar estos efectos", ha declarado.
Lundstedt ha destacado además la apuesta de Volvo por el transporte sostenible, que se traduce en el lanzamiento de camiones pesados eléctricos y la decisión de construir una planta para la producción a gran escala de baterías eléctricas.
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