20-n. Rubalcaba: un millón de contratos pueden ser subvencionados durante seis años con lo recaudado al limitar el pago en efectivo

El candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró este sábado que un millón de contratos podrían ser subevcionados durante seis años con lo recaudado al limitar a un máximo de 3.000 euros los pagos de facturas en metálico, y lo puso como ejemplo de que su programa tiene propuestas con garantía de financiación.
En un acto político en Badajoz, con el aforo lleno y en tono más mitinero de lo habitual en él, Rubalcaba recuperó la propuesta de prohibir por ley los pagos en metálico de facturas superiores a 3.000 euros para “evitar los maletines” y luchar así contra el fraude.
Han sido los técnicos de Hacienda los que han calculado que esa medida reportaría a las arcas públicas casi 20.000 millones de euros. Si es así, dijo el candidato, se podrían subvencionar un millón de contratos durante seis años, con su propuesta de eximir a las pequeñas empresas de la cotización a la Seguridad Social de los nuevos trabajadores.
Es una muestra, dijo Rubalcaba, de que el programa del PSOE está pensado para “hacer cosas” y además contiene garantía de financiación, a diferencia de Mariano Rajoy, que omite sus intenciones reales porque “si cuenta lo que pretende hacer, igual lo que no cuenta son los votos”.
Rubalcaba se comprometió a ir a Bruselas “a pelear por otra política económica”, a decirle a Europa “que no lo estamos haciendo bien”, que se está tardando en resolver la situación de Grecia y que el ajuste tiene que ser compatible con el crecimiento y la creación de empleo.
“Que nos den más tiempo” para reducir el déficit, dijo el candidato, porque en España aún “estamos destruyendo empleo” y revertir la tendencia requiere que los países con margen de maniobra inviertan en estimular la economía.
Hay que ir a Bruselas, proclamó, “no a seguir órdenes” sino a “pelear y convencer” a los demás mandatarios. “Yo lo he hecho toda mi vida”, añadió, pero Rajoy “no lo ha hecho nunca y no lo hará”.
Se comprometió además a defender el derecho de las mujeres a decidir sobre su maternidad y el de toda persona, también los homosexuales, a convivir y casarse con quien quieran y llamarlo “matrimonio”.
Sus propuestas son concretas y las está explicando “a la cara”, insistió, mientras que Rajoy oculta las suyas, algo que en democracia es siempre “grave” pero que, además, en situación de crisis, “no vale”.
“Gobernar es tener ideas propias, criterio sobre las cosas, saber decidir, comprometerse, tener sensibilidad para escuchar a los que más sufren”, y para España no podría haber nada peor en este momento que un gobierno que sume “incertidumbres e inseguridades” a las que ya suscita la crisis.
Pero, además, en Extremadura, donde Izquierda Unida apoyó la investidura del presidente autonómico del PP, Rubalcaba preguntó a los cabezas de lista al Congreso de los Diputados por esa formación si están dispuestos a votar la investidura “de la derecha”, porque los ciudadanos tienen derecho a saberlo.
En los días que quedan de campaña, “mucho tiempo”, el candidato volvió a reclamar a los suyos que vayan a los indecisos, “porque ellos no van a venir”, a explicarles que en momentos de encrucijada histórica hay que tirar de principios y valores, y los del PSOE son los mismos de siempre.
Los mismos por los que Felipe González levantó los pilares del estado del bienestar en los años ochenta, aseguró, y los mismos por los que Rodríguez Zapatero impulsó la ley de igualdad, subió las becas o creó el sistema legal de atención a la dependencia.
Hay quien piensa “de buena fe” que basta con cambiar de partido en el gobierno para cambiar las cosas, “y no es así”, Portugal lo hizo y tiene “más crisis y además no tienen pagas extraordinarias”, y Gran Bretaña también lo experimentó y tiene más tasas universitarias “y la misma crisis”.
Quienes sólo han estado “esperando” su momento para llegar a Moncloa incluso a costa de no arrimar el hombro en los momentos más delicados, concluyó, “no se merecen el apoyo” de los ciudadanos.
En este acto el candidato compartió atril con el ex presidente de la Junta de Extremadura y secretario general de los socialistas extremeños, Guillermo Fernández Vara, de quien dijo que le llamó tras las elecciones autonómicas del pasado mes de mayo para decirle que se quedaba en su tierra para seguir defendiendo a su gente.
Antes había sido el propio Fernández Vara el que reiteró su intención de seguir en Extremadura “por encima de cualquier circunstancia”, incluyendo implícitamente la posible concurrencia a la Secretaría General del PSOE en el congreso ordinario que el partido convocará antes del verano.