CATALUÑA. EL PDECAT SE QUEJA A SANTAMARÍA DEL TRATO AL PNV Y ELLA LE ACHACA QUE SÓLO QUIERAN EL REFERÉNDUM

El portavoz del PDECat en el Senado, Josep Lluís Cleríes, se quejó este martes ante la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, de que los vascos cobren por estar en España y los catalanes paguen, a lo que ella respondió que, si a los independentistas les interesara la financiación autonómica, habrían enviado a alguien a negociarla, pero que sólo les interesa el referéndum, una “realidad paralela” que se está limitando “al tamaño de una urna”.
En un duro intercambio en la sesión de control al Gobierno en la Cámara Alta, Cleríes comenzó criticando al Gobierno que se erija en guardián de la igualdad entre los españoles cuando, con el acuerdo con el PNV sobre los presupuestos, la financiación del País Vasco es, según sus datos, un 211% la de Cataluña.
“Unos cobran por estar en España y otros hemos de pagar por estar en España”, quiso deducir. Por eso, anunció que los catalanes decidirán su futuro en las urnas, que “a ustedes les dan miedo” y por eso el Gobierno ha recurrido la compra de las mismas para el referéndum por la Generalitat.
Sáenz de Santamaría tuvo fácil repreguntar a Cleríes que, si tanto le preocupa al independentismo la financiación autonómica, por qué la Generalitat no ha enviado ningún representante a la comisión que la está abordando.
A los números de inversiones que esgrimió el portavoz del PDECat, contrapuso los 1.083 millones de financiación adicional de los servicios públicos y los 4.500 para infraestructuras, además del apoyo estatal a los Juegos Mediterráneos en Tarragona y a Barcelona como sede de la Agencia Europea del Medicamento o del congreso de zonas francas.
"REALIDAD PARALELA"
Por eso, le recomendó escuchar más a la oposición en el Parlamento catalán y “menos a los radicales” de la CUP, y alejarse “de la realidad paralela secesionista, que se está quedando limitada al tamaño de una urna”.
Cleríes volvió a la carga reprochando a los presupuestos que reduzcan un 2,5% las inversiones en Cataluña y que las no ejecutadas en los últimos años, el 30%, equivalgan a 6.500 millones. Dijo que Cataluña no quiere enviar expertos sino libertad para decidir su futuro y gestionar sus propios recursos.
A ello, la vicepresidenta le contestó que lo que molesta al PDECat es que el Gobierno español esté “cada vez más presente en Cataluña”, como demostraría el que, según su versión, el consejero del catalán Santi Vila, “que pasa por ser un moderado”, haya criticado hasta que el Ejecutivo promueva la festividad de Sant Jordi como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Seguidamente, Santamaría desmintió que Cataluña sea patrimonio de los independentistas y les recriminó que se sientan en el derecho de quebrantar los derechos de la oposición y usar a parados para realizar el referéndum aprovechándose de su situación. “Ésa es su valentía”, ironizó, para terminar enviando “un mensaje de tranquilidad”: que “el referéndum no puede hacerse y no va a hacerse, y mucho menos coartando a la oposición, a los funcionarios y a los catalanes de bien”.
PREGUNTA DE MONTILLA
De mucho menor belicosidad fue la segunda pregunta que contestó la vicepresidenta: la del senador catalán del PSOE José Montilla, quien cuestionó que el Gobierno español haya mejorado su relación con las instituciones de autogobierno catalán en los últimos meses.
Ella respondió que sí, en lo que respecta a las “necesidades reales” y el bienestar de los catalanes, pero que es difícil cuando de los 45 puntos que el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, planteó al del Gobierno español, Mariano Rajoy, ya sólo habla ella, mientras que los independentistas sólo pretenden un pacto para saltarse las reglas de la democracia, en alusión al referéndum, y en eso ya saben que “no hay margen para el acuerdo”.
Montilla, aun aceptando que dos sólo pueden dialogar cuando ambas partes quieren, insistió en que solucionar el enquistamiento es responsabilidad del Gobierno español, que “no puede resignarse” ni confiarlo todo al “estricto respeto a la legalidad”. “Tome ya la iniciativa, no espere al referéndum o a las elecciones autonómicas. Tomen la iniciativa, es su obligación”, sentenció.
Sáenz de Santamaría desdeñó que “en genérico eso está muy bien”, pero que Montilla debe de ser consciente de la dificultad de encontrar una solución cuando no hay consenso “ni en las primarias del PSOE” y su mismo interlocutor fue presidente de la Generalitat.
La vicepresidenta dijo no querer “buscar el origen de los problemas”, dejando entrever que en parte se lo achaca a los socialistas cuando gobernaban Cataluña, pero terminó preguntando a Montilla si él habría sido capaz de convocar un referéndum ilegal. Mientras el expresidente catalán decía que no con la cabeza, Santamaría concluyó: “Pues entienda las dificultades”.

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