LA MESA DEL CONGRESO ESTUDIA UN APERCIBIMIENTO A CAÑAMERO POR SU GESTO ANTE CATALÁ

La Mesa del Congreso de los Diputados estudia este martes la posibilidad de apercibir a Diego Cañamero, de Unidos Podemos, por su gesto durante la sesión plenaria de la semana pasada ante el ministro de Justicia, Rafael Catalá.
El pasado miércoles, en la sesión de control al Gobierno, Cañamero exhibió en los pasillos dos carteles para denunciar la diferente actuación de la Justicia ante los casos de Iñaki Urdangarin y del sindicalista Andrés Bódalo a modo de ejemplo de lo que considera una doble vara de medir.
Después, en el hemiciclo, Cañamero se dirigió al escaño de Catalá para mostrarle esos dos carteles, imagen que fue captada por los medios gráficos y que generó malestar en otras bancadas, no solo del PP.
Según el Reglamento del Congreso, los diputados están obligados, entre otras cosas, a "respetar el orden, la cortesía y la disciplina parlamentarias".
Además de ese artículo genérico contenido en el apartado de obligaciones de los diputados, el Reglamento dedica un capítulo entero a la disciplina parlamentaria, con previsiones que van desde ser llamado al orden durante una sesión plenaria a la privación de la condición de diputado por actitudes más graves.
Ese capítulo establece, por ejemplo, los motivos por los que un diputado puede ser llamado el orden de forma expresa por la Presidencia, entre ellas por "alterar el orden" de las sesiones. La tercera llamada al orden implica la expulsión del Pleno durante el resto de la sesión.
Sin embargo, esa previsión se refiere a una sesión plenaria en marcha, y Cañamero mostró sus carteles a Catalá antes de comenzar la sesión, por lo que de acuerdo al Reglamento solo es previsible que se pueda formular un apercibimiento para que no se repita ese comportamiento.
La vicepresidenta cuarta del Congreso, Gloria Elizo, dejó claro que desde Unidos Podemos defenderán a su diputado aunque compartan las normas de cortesía dentro del hemiciclo. En su opinión, Cañamero solo hizo explícito un mensaje que tiene que ver con algo que incluso el presidente del Tribunal Supremo "ha reconocido", la existencia de una justicia "diferente" para ricos y para pobres.
Elizo cree que el gesto de Cañamero era una acción política que nada tenía que ver con una supuesta coacción ni intimidación a ninguna de las personas que estaban en el hemiciclo, tampoco al ministro.
Sin embargo, la vicepresidenta segunda, la socialista Micaela Navarro, subrayó que la imagen fue "bastante desagradable" y ella se sintió "muy incómoda". Además, cree que esos gestos "sobran" en el Congreso y en nada ayudan a la defensa de ninguna idea, cuya reivindicación, subrayó, "tiene un límite", como todo en la vida.

Mostrar comentarios